Fin a la destrucción
Lo que sigue es verificar si el gobierno y los jerarcas toman las medidas para devolver a la Caja su capacidad de brindar los servicios oportunos y de calidad a que la obliga su ley constitut
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Miércoles 23 noviembre, 2011
Es hora de reconstruir. Las soluciones para devolver la salud y buen funcionamiento a la Caja Costarricense de Seguro Social existen y ya se sabe cuáles son.
Ahora lo que sigue es verificar si el gobierno y los jerarcas a cargo toman ya esas medidas que poco a poco recuperarán una de las instituciones que, junto con la educación, permitieron a Costa Rica contar con las ventajas históricas que la distinguieron.
La mala gestión permitida por las juntas directivas y las deudas, tanto del gobierno como del sector privado, llevaron a la institución a una enferma situación que le impide brindar los buenos y oportunos servicios de salud que por mandato de su ley constitutiva está obligada a dar.
Una cadena de incumplimientos e indolencia por parte de quienes debían haber puesto total atención a la situación e implementado las soluciones, se fue sucediendo a lo largo de los años como si esto se tratara de algo sin importancia. Hoy la realidad, ineludible, demuestra que primaron otros intereses. Es obvio.
Pero según el informe de la Organización Panamericana de la Salud, de julio pasado, ratificado por cuatro expertos nacionales en setiembre, se indica que es posible sanar las graves heridas por las que sangra hoy la Caja y restablecer su sostenibilidad financiera y la calidad de sus servicios.
Deben pagarle quienes le deben. Se debe evitar el aumento desmedido de algunos salarios, las guardias innecesarias, las disponibilidades médicas y el abuso en las incapacidades giradas a nivel interno de la institución, entre otros frenos al gasto. Así mismo debe eliminarse la compra de servicios privados, para lo cual debe proveerse al sistema hospitalario de los modernos equipos y prácticas disponibles hoy en el mundo.
La lista de recomendaciones es larga, fueron 81 al inicio y luego ascendieron a 91. Pero, como dijimos, esa parte ha concluido y lo que sigue es ejecutar lo recomendado.
Del mismo modo en que estaremos pendientes de dar seguimiento a esas ejecuciones, como medio de comunicación, deberán estarlo los costarricenses. Al menos quienes son conscientes de las enormes ventajas que el país acumuló por contar con un sistema de salud y de educación universal y eficiente en otros momentos.