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Fiesta manuda, fracaso morado

Cristian Williams cwilliams@larepublica.net | Martes 10 diciembre, 2013


Mientras los liguistas celebraron el pase a la final, Donny Grant y compañeros deben digerir un nuevo fracaso.www.imagenesencostarica.com/La República


Fiesta manuda, fracaso morado

Saprissa perdonó a la Liga y lo pagó con una nueva eliminación, sétima consecutiva

Hay frases repetitivas en el fútbol pero que nunca pierden vigencia. Una de esas es que quien perdona pierde. Saprissa dejó viva a Alajuelense, no la liquidó y ahora tendrá que ver la final, por sétima vez consecutiva, por televisión.

Alejandro Alpízar disputa el balón con Michael Umaña. De los pies del manudo salió el pase gol que marcó diferencia.www.imagenesencostarica.com/La República

La ventaja deportiva, la misma que Ronald González expresó no preocuparle, le pasó factura y muy alta a Saprissa, que perdió 1 a 0 ante la Liga, con lo que se igualó la serie, pero que fue suficiente para llegar a la final, gracias al segundo puesto de la fase de clasificación.
Y es que a decir verdad, en términos generales los morados fueron más o al menos mostraron más en ambos duelos que los manudos, pero eso no les alcanzó, aunado que anoche, un error de marca y desconcentración, les tiró por la borda todo lo planeado.
Óscar Ramírez ganó porque es más astuto, porque entendió que Saprissa les perdonó la vida y él no lo iba a hacer con ellos. Tenía claro que necesitaba solo un gol para llegar a la final, lo logró y luego lo cuidó como un tesoro.

Mientras Ramírez mandó al equipo a atacar desde el primer minuto, puso un cuadro con una concepción ofensiva, liberó un defensa y sumó un delantero (Alejandro Alpízar), Ronald González fue más cauto, quitó talento (Diego Estrada) y puso más marca, aparte de poblar al máximo la media cancha, con Golobio, Guzmán, Manfred, Cordero y Madrigal.
Y así las cosas el partido tenía posesión local pero control visitante, es decir, mientras la Liga buscaba el gol, Saprissa no pasaba peligro en la zona de Donny Grant, porque Alpízar y Jerry Palacios no entraban al área.
La Liga intentó asociarse por los costados en busca de más penetración, como alternativa para superar y abrir el cerrojo de Saprissa, por lo que Porfirio, quien fue lateral, se entendía con Alonso, en tanto por el otro sector la pareja eran Sancho y Venegas.
Pero no se veía por dónde, el partido rayaba en lo aburrido, apuntaba al cero a cero que buscaba González, en vez del 1 a 0 que soñaba Ramírez hasta que de balón parado llegó el tanto que cambió la historia.
Cobró Alejandro Alpízar; Jordan Smith y Alexander Robinson perdieron las marcas, el primero a Johan Venegas, que ganó en las alturas, y el segundo a Porfirio, quien llegó a cerrar y con el marco a su disposición mandó a guardar la pelota. 1 a 0, apenas a los 24 minutos.
Aunque quedaba mucho tiempo, ya Óscar Ramírez sabía que el partido era de él, que de no haber otro error como el de Allen Guevara hace una semana, su equipo iba a estar en la final ante Herediano.
Ronald González lo intentó de todas maneras, reordenó la alineación y desde el minuto 70 se jugó en medio campo, Saprissa atacaba y la Liga se defendía, reventaba todo lo que se acercara a la meta de Patrick Pemberton, quien, a decir verdad, nunca estuvo en apuros.
A falta de diez minutos, Kendal Waston pasó de ser defensa central a delantero centro, los compañeros le buscaban desde todas las zonas y aunque conectó un par de centros, ninguno pasó ni cerca.
Como una luz, la esperanza de Saprissa se fue extinguiendo, el fracaso de no llegar ni siquiera a una final reapareció y no les queda más que pensar en 2014, que será su año, según expresó su presidente, Juan Carlos Rojas.
La Liga está en la final, con poco le alcanzó, pero si quiere ser campeón deben mostrar más, mucho más, o será fácil presa de Herediano.


 

Cristian Williams
cwilliams@larepublica.net
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