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Estrategia energética

Roberto Dobles roberto.dobles@gmail.com | Lunes 07 octubre, 2013


Roberto Dobles es exministro de Energía, expresidente del ICE y expresidente de RECOPE. Fotografía Gerson Vargas - Fotomontaje DAvid barboza/ la república


Análisis
Podemos desarrollar un plan, que abarata los costos, mientras reduce contaminación

Estrategia energética

Actualmente, enfrentamos un fuerte incremento en el precio de la fuerza eléctrica


Mientras otros países han logrado reducir sus tarifas eléctricas, los precios en Costa Rica se han duplicado en los cinco últimos años, y seguirán creciendo si no tomamos acciones.
Las señales de alerta se están prendiendo.

Un grupo creciente de empresas nacionales están confirmando serios problemas con el deterioro de la competitividad, hasta el punto de que algunas manifiestan que el alto costo eléctrico las está obligando a analizar inversiones en otros países con energía más barata.
Para revertir esta situación, existen tres ejes principales de acciones.
Primero, tenemos que modificar la matriz energética, al sustituir nuestra dependencia de las fuentes de bunker y diesel caras importadas, por un alto grado de energías renovables, así como introducir cuanto antes el gas natural nacional.
Luego, debemos convertir el sector eléctrico en un motor fundamental de la economía nacional, mediante una nueva Ley de Electricidad, que incentive la inversión en capacidad productiva con recursos nacionales de bajo costo, con la participación clave del ICE, así como los demás actores del desarrollo.
Además, sería importante modificar la forma de financiamiento de los proyectos eléctricos, para lograr mecanismos que impacten menos en las tarifas eléctricas.
Dentro de este contexto, el plan enfatizaría las siguientes tres áreas principales.

Hidroelectricidad competitiva
Esta es la fuente de energía renovable que más existe en Costa Rica, y seguirá siendo una opción atractiva, en lo que se refiere al costo, así como al impacto ambiental.
Una cautela importante, es que la disponibilidad que genera esta fuente no es firme, sobre todo por la variabilidad climática, que en los próximos años podría exacerbarse más aún.
Se espera que el cambio climático traiga menos precipitaciones y más sequías extremas a determinadas partes del mundo, incluida Centroamérica, causando escasez de electricidad en los países que dependen altamente de la hidroelectricidad.
No obstante, podríamos todavía aprovechar los beneficios de esta opción, cuyo costo tiende a ser bajo, y que no emite gases de efecto invernadero.
Muchos de los futuros proyectos de generación hidroeléctrica en el país, serían de tipo “filo de agua”, que no tienen un gran embalse, con un impacto ambiental modesto, en comparación con la construcción de una represa grande, que de todas formas representa una opción limitada, dado que son pocos los grandes ríos, que no han sido ya explotados para este fin.
Los proyectos de filo de agua serían en general pequeños, típicamente entre 50 y 100 megavatios, así que cualquiera podría licitarse al postulante que ofrezca el mejor precio, sea una empresa privada o el propio ICE.
Mientras tanto, diez plantas de este tipo, tendrían una capacidad conjunta de unos 750 megavatios, o sea aproximadamente un tercio de la capacidad instalada actual de unos 2.500 megavatios.


Gas natural lleva beneficios
El gas se está convirtiendo en el mundo en la fuente de energía firme ‘hermana’ de las energías renovables, al permitir aumentar el desarrollo de ellas, compensando su debilidad de alta variabilidad operacional y climática.
La generación eléctrica mediante gas natural, a cambio de la combustión actual de diesel y bunker en las plantas del ICE, además nos permitiría reducir la contaminación, así como el costo operativo, por ser más barato este combustible, en comparación con los derivados de petróleo importados.
Al mismo tiempo, el gas natural importado es más caro que el producido localmente, por lo que ahorraríamos millones de dólares cada año, si estas plantas estuvieran suplidas por el gas encontrado en territorio nacional.
Por esta razón, todos los países en el mundo están realizando actividades de exploración, para ver si se encuentra o no en cantidades comercialmente viables.
La producción nacional de gas natural beneficiaría a muchos otros sectores, tales como el transporte, la industria, el comercio, los servicios, agrícola y residencial.
Se vería también ampliamente beneficiado el fisco con las regalías e impuestos inherentes a la producción nacional de gas, las cuales no son pagadas por ninguna de las fuentes de energía actualmente en uso.
Mientras se realizan las exploraciones correspondientes y en caso de éxito comercial, la producción nacional, conviene proceder a la importación, para lo cual se requieren una estrategia y un plan claramente definidos.
Como mínimo, debemos señalar los planes que se utilizarán en los diferentes segmentos del mercado, los precios de importación, los mecanismos de distribución, el marco regulatorio, y las responsabilidades institucionales, así como la evaluación ambiental, social y económica.


Otras opciones atractivas
Las fuentes geotérmicas conforman una opción atractiva, mientras seguimos con la expansión de la generación eólica.
Aprovechar la energía solar en algunos años sería otra alternativa prometedora.
Entre las virtudes de la generación geotérmica, está la limpieza, al tener un bajo impacto en el entorno, además, es  barata, así como estable en el tiempo, a cambio del agua, el viento o el sol, que son intermitentes.
Se trata de liberar el vapor y agua caliente, que se encuentran entre uno y tres kilómetros por debajo de la superficie de la Tierra en varios lugares volcánicos del territorio nacional, el cual impele las turbinas de la planta generadora.
Varias fuentes se encuentran en los parques nacionales.
Sin embargo, hay mecanismos alternos para aprovechar la geotermia, incluido el de recurrir a nuevos mecanismos, que permiten explotar las áreas lejanas a los volcanes, así como el de la perforación horizontal, con las instalaciones visibles colocadas fuera del parque.
Otra opción consiste en la energía eólica, que en los últimos años ha crecido de forma impresionante.
Esta alternativa, así como la de la generación solar, serán más atractivas aún en pocos años, mientras evolucionan las baterías u otras alternativas de acumulación, que almacenarían la energía generada de estas fuentes intermitentes.
Actualmente, se desperdicia la energía generada por las turbinas eólicas, cuando la demanda es inferior a la oferta, ya que esta energía no se puede almacenar.
En lo que a la generación solar se refiere, Alemania ya produce el 3% de su electricidad de esta forma, a pesar de que durante el invierno nórdico hay menos de ocho horas del sol.
No hay ninguna razón por la cual un país tropical como Costa Rica, no genere la electricidad pronto, de esta fuente limpia, cuyo costo está cada año bajando.

Roberto Dobles
Exministro de Energía
Expresidente del ICE
Expresidente de RECOPE
Especial para LA REPÚBLICA







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