Estados Unidos en cuenta regresiva
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Miércoles 27 julio, 2011
Estados Unidos en cuenta regresiva
El lunes por la noche, el presidente Barack Obama reconoció en un discurso a la nación que las negociaciones estaban "bloqueadas" y advirtió de una "profunda" crisis económica si no hay acuerdo entre republicanos y demócratas para aumentar el límite de la deuda, actualmente en $14,29 billones.
Boehner replicó que en ningún caso entregaría un "cheque en blanco" a Obama, quien insiste en un plan de largo plazo que disipe la incertidumbre económica sobre EE.UU., ante la amenaza de la primera suspensión de pagos del país en su historia reciente.
El líder republicano criticó a su vez el plan demócrata lanzado por el Senado, de mayoría demócrata y respaldado por Obama, de reducción de $3 billones en una década y que elevaría el techo de la deuda hasta el 2013, como una propuesta "efectista".
Obama apeló a los estadounidenses a que presionaran a sus congresistas para apoyar un "acuerdo equilibrado y responsable" sobre la reducción del déficit y que permita la elevación de la deuda.
Ayer la central telefónica y las páginas web del Capitolio de EE.UU. amanecían al borde de su capacidad debido a la avalancha de consultas por parte de ciudadanos, según fuentes del Congreso.
La atención de la opinión pública estadounidense ha ido aumentando en las últimas semanas tras observar cómo los congresistas se muestran incapaces de pactar un acuerdo bipartidista, algo que se había logrado previamente en casi una veintena de ocasiones.
Según la última encuesta del Centro de Investigación Pew, un 68% de los estadounidenses dice ahora que los legisladores deberían pactar un acuerdo, frente al 55% de finales de abril.
Pese a que los mercados, de momento, están reaccionando con calma ante posibilidad de que EE.UU. se declare en mora, los primeros signos de inquietud han comenzado a verse, como en el debilitamiento del dólar y la tendencia bajista de Wall Street en los últimos días.
El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, ha reiterado en varias ocasiones la imposibilidad de una prórroga tras asegurar que, si el Congreso no permite la elevación del tope de deuda, el Gobierno federal se quedará el 2 de agosto sin fondos para hacer frente a sus obligaciones.
Diversas agencias de calificación de crédito, como Moody's y Standard & Poor, han anunciado ya que sin un acuerdo revisarían a la baja la calificación de la deuda de EE.UU., lo que previsiblemente provocaría una subida de las tasas de interés y más presión sobre la frágil recuperación económica.
El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos podría tener suficiente efectivo para pagar las cuentas del gobierno durante días e incluso semanas si el Congreso no eleva el límite de deuda antes del plazo del 2 de agosto, dicen analistas de UBS AG y Barclays Capital.
La fecha fijada por el Tesoro es una proyección sobre el momento en que se extinguirá la autorización de EE.UU. para tomar préstamos, no el día en que se quedará sin dinero. Chris Ahrens de UBS y Ajay Rajadhyaksha de Barclays sostienen que el límite de deuda podría no tener que ser elevado la semana entrante, en parte porque la recaudación impositiva será más alta de lo pronosticado.
“Tener autorización para contraer préstamos es como tener una tarjeta de crédito”, dijo el lunes Rajadhyaksha en un correo electrónico. Si bien el Tesoro “ya no podrá usar su tarjeta de crédito” después del 2 de agosto, “debería ser capaz de seguir pagando sus cuentas el 3 de agosto, que en última instancia es lo que más importa.”
El dinero adicional podría ayudar al país a evitar la cesación de pagos y ganar tiempo para que los políticos lleguen a un acuerdo sobre reducción del déficit, señaló Rajadhyaksha. Las acciones estadounidenses bajaron y el rendimiento de los bonos del Tesoro a 30 años el lunes alcanzó el nivel más alto en dos semanas en momentos en que los republicanos y los demócratas no logran llegar a un acuerdo para aumentar el límite de la deuda federal de $14,3 billones, aumentando la probabilidad de que se rebaje la calificación crediticia del país, que actualmente es la más alta.
El Tesoro “tiene otras dos semanas de flujo de caja disponible después del 2 de agosto, y liquidará los intereses de la deuda ya que su prioridad número 1 es evitar cualquier cese de pagos”, explicó John Silvia, economista principal de Wells Fargo Securities LLC Silvia, en una entrevista de el lunes en Bloomberg Television.
Washington
La cuenta atrás para la suspensión de pagos de EE.UU. prosigue su curso sin que ninguno de los dos bandos haga concesiones, y la Casa Blanca amenazó ayer con vetar un plan republicano a una semana de la fecha límite del 2 de agosto.
Poco después de que el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano, John Boehner, anunciara su intención de someter a voto su plan para elevar el tope de deuda en dos fases, la Oficina de Gestión y Presupuestos de la Casa Blanca (OMB, por su sigla en inglés) emitió un comunicado en el que advertía de un veto presidencial.El lunes por la noche, el presidente Barack Obama reconoció en un discurso a la nación que las negociaciones estaban "bloqueadas" y advirtió de una "profunda" crisis económica si no hay acuerdo entre republicanos y demócratas para aumentar el límite de la deuda, actualmente en $14,29 billones.
Boehner replicó que en ningún caso entregaría un "cheque en blanco" a Obama, quien insiste en un plan de largo plazo que disipe la incertidumbre económica sobre EE.UU., ante la amenaza de la primera suspensión de pagos del país en su historia reciente.
El líder republicano criticó a su vez el plan demócrata lanzado por el Senado, de mayoría demócrata y respaldado por Obama, de reducción de $3 billones en una década y que elevaría el techo de la deuda hasta el 2013, como una propuesta "efectista".
Obama apeló a los estadounidenses a que presionaran a sus congresistas para apoyar un "acuerdo equilibrado y responsable" sobre la reducción del déficit y que permita la elevación de la deuda.
Ayer la central telefónica y las páginas web del Capitolio de EE.UU. amanecían al borde de su capacidad debido a la avalancha de consultas por parte de ciudadanos, según fuentes del Congreso.
La atención de la opinión pública estadounidense ha ido aumentando en las últimas semanas tras observar cómo los congresistas se muestran incapaces de pactar un acuerdo bipartidista, algo que se había logrado previamente en casi una veintena de ocasiones.
Según la última encuesta del Centro de Investigación Pew, un 68% de los estadounidenses dice ahora que los legisladores deberían pactar un acuerdo, frente al 55% de finales de abril.
Pese a que los mercados, de momento, están reaccionando con calma ante posibilidad de que EE.UU. se declare en mora, los primeros signos de inquietud han comenzado a verse, como en el debilitamiento del dólar y la tendencia bajista de Wall Street en los últimos días.
El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, ha reiterado en varias ocasiones la imposibilidad de una prórroga tras asegurar que, si el Congreso no permite la elevación del tope de deuda, el Gobierno federal se quedará el 2 de agosto sin fondos para hacer frente a sus obligaciones.
Diversas agencias de calificación de crédito, como Moody's y Standard & Poor, han anunciado ya que sin un acuerdo revisarían a la baja la calificación de la deuda de EE.UU., lo que previsiblemente provocaría una subida de las tasas de interés y más presión sobre la frágil recuperación económica.
El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos podría tener suficiente efectivo para pagar las cuentas del gobierno durante días e incluso semanas si el Congreso no eleva el límite de deuda antes del plazo del 2 de agosto, dicen analistas de UBS AG y Barclays Capital.
La fecha fijada por el Tesoro es una proyección sobre el momento en que se extinguirá la autorización de EE.UU. para tomar préstamos, no el día en que se quedará sin dinero. Chris Ahrens de UBS y Ajay Rajadhyaksha de Barclays sostienen que el límite de deuda podría no tener que ser elevado la semana entrante, en parte porque la recaudación impositiva será más alta de lo pronosticado.
“Tener autorización para contraer préstamos es como tener una tarjeta de crédito”, dijo el lunes Rajadhyaksha en un correo electrónico. Si bien el Tesoro “ya no podrá usar su tarjeta de crédito” después del 2 de agosto, “debería ser capaz de seguir pagando sus cuentas el 3 de agosto, que en última instancia es lo que más importa.”
El dinero adicional podría ayudar al país a evitar la cesación de pagos y ganar tiempo para que los políticos lleguen a un acuerdo sobre reducción del déficit, señaló Rajadhyaksha. Las acciones estadounidenses bajaron y el rendimiento de los bonos del Tesoro a 30 años el lunes alcanzó el nivel más alto en dos semanas en momentos en que los republicanos y los demócratas no logran llegar a un acuerdo para aumentar el límite de la deuda federal de $14,3 billones, aumentando la probabilidad de que se rebaje la calificación crediticia del país, que actualmente es la más alta.
El Tesoro “tiene otras dos semanas de flujo de caja disponible después del 2 de agosto, y liquidará los intereses de la deuda ya que su prioridad número 1 es evitar cualquier cese de pagos”, explicó John Silvia, economista principal de Wells Fargo Securities LLC Silvia, en una entrevista de el lunes en Bloomberg Television.
Washington