ESQUINA EPICUREA: Sexo y Comida
| Viernes 27 marzo, 2009
Sexo y Comida
Me llegó a las manos un interesante artículo publicado en un periódico académico y escrito por Mary Eberstadt que resulta ser muy estimulante y provocador.
Trata sobre el tema de cómo se dan tendencias a través del tiempo que no conectamos entre ellas. pero que sí lo están.
Específicamente el título aterriza el argumento con una pregunta: ¿Es la comida el nuevo sexo? La síntesis del tema quedaría de la siguiente manera: al mismo tiempo que en el tema de sexo la cultura contemporánea aprueba una licencia para ser libre en su disfrute, el tema de la comida está cada vez más regulado.
La autora lo explica: nuestra sociedad ha pasado de ser puritana en temas sexuales y licenciosos respecto a la comida, a una sociedad sexualmente licenciosa y puritana respecto a la comida.
Nos transporta al pasado comparando los estilos de dos mujeres, abuela y nieta hija, una viviendo el mundo de los años 50, la madre cocina a base de alimentos enlatados, envasados en otros recipientes e inclusive productos congelados, el único vegetal fresco que consume son papas que transforma en el horno.
Esta señora tiene también estereotipos morales: el sexo es permitido solo en el matrimonio y cree sinceramente en los castigos sociales y religiosos que se deriven de la ruptura de esa regla.
En contraste la nieta que vive en nuestro tiempo tiene su atención concentrada en la comida y su interés en este tema es muchísimo más fuerte que cualquiera que viviera en los tiempos de su abuela.
Se opone a comer carne y pescados en riesgo de extinción, utilización de pesticidas, manipulación genética y otros principios, compra todo orgánico.
Por otro lado en el tema del sexo no aplica los extremos de valoración correcto o incorrecto (blanco o negro) que aplica al tema de la comida, en este tema es radicalmente opuesta a las convicciones de su abuela: sí está de acuerdo desde luego en que no debe darse la infidelidad entre la pareja; sin embargo, para casi todo lo demás que se salga de estos principios básicos lo sintetiza argumentando que en lo que se refiere a decisiones sexuales la cosa se traduce a preferencia personales.
Como tema de discusión me parece muy interesante de explorar y así entender mejor de dónde venimos, nuestra sociedad y cómo temas tan disímiles están íntimamente relacionados.
¡Buen provecho y hasta la próxima semana!
Me llegó a las manos un interesante artículo publicado en un periódico académico y escrito por Mary Eberstadt que resulta ser muy estimulante y provocador.
Trata sobre el tema de cómo se dan tendencias a través del tiempo que no conectamos entre ellas. pero que sí lo están.
Específicamente el título aterriza el argumento con una pregunta: ¿Es la comida el nuevo sexo? La síntesis del tema quedaría de la siguiente manera: al mismo tiempo que en el tema de sexo la cultura contemporánea aprueba una licencia para ser libre en su disfrute, el tema de la comida está cada vez más regulado.
La autora lo explica: nuestra sociedad ha pasado de ser puritana en temas sexuales y licenciosos respecto a la comida, a una sociedad sexualmente licenciosa y puritana respecto a la comida.
Nos transporta al pasado comparando los estilos de dos mujeres, abuela y nieta hija, una viviendo el mundo de los años 50, la madre cocina a base de alimentos enlatados, envasados en otros recipientes e inclusive productos congelados, el único vegetal fresco que consume son papas que transforma en el horno.
Esta señora tiene también estereotipos morales: el sexo es permitido solo en el matrimonio y cree sinceramente en los castigos sociales y religiosos que se deriven de la ruptura de esa regla.
En contraste la nieta que vive en nuestro tiempo tiene su atención concentrada en la comida y su interés en este tema es muchísimo más fuerte que cualquiera que viviera en los tiempos de su abuela.
Se opone a comer carne y pescados en riesgo de extinción, utilización de pesticidas, manipulación genética y otros principios, compra todo orgánico.
Por otro lado en el tema del sexo no aplica los extremos de valoración correcto o incorrecto (blanco o negro) que aplica al tema de la comida, en este tema es radicalmente opuesta a las convicciones de su abuela: sí está de acuerdo desde luego en que no debe darse la infidelidad entre la pareja; sin embargo, para casi todo lo demás que se salga de estos principios básicos lo sintetiza argumentando que en lo que se refiere a decisiones sexuales la cosa se traduce a preferencia personales.
Como tema de discusión me parece muy interesante de explorar y así entender mejor de dónde venimos, nuestra sociedad y cómo temas tan disímiles están íntimamente relacionados.
¡Buen provecho y hasta la próxima semana!