Entornos saludables para la potencialización de su empresa y gestionar conflictos
| Martes 09 mayo, 2017
Entornos saludables para la potencialización de su empresa y gestionar conflictos
Verónica Gutiérrez Monge
Psicóloga
El ambiente laboral en el que se desenvuelven los colaboradores es tan importante que determina en gran medida las relaciones interpersonales, la productividad, la efectividad, la calidad de las tareas y el trabajo en equipo. También es denominado clima organizacional y se percibe en la forma como se hablan las personas, como se expresan, sus gestos e interacciones.
El clima organizacional puede caracterizarse por la amabilidad, las risas, la cortesía, las palabras amables, así como por el trato arrogante, la falta de comunicación, de servicio y de colaboración. ¿Ha escuchado a un colaborador decir “el ambiente de trabajo está tenso”? Precisamente es haciendo referencia a la rigidez, nerviosismo o bien la ansiedad en las relaciones interpersonales entre los compañeros de trabajo. Es precisamente esta tensión en el ambiente o el clima de trabajo, lo que provoca además la aparición de conflictos e incluso conflictos violentos.
Los conflictos mal gestionados tienen serias repercusiones en las organizaciones, desde el malestar que puede experimentar el colaborador a nivel individual, por ejemplo inseguridad, afectación de la autoestima y la autoimagen profesional, la desconfianza en la realización de sus tareas laborales, distanciamiento de su equipo de trabajo, pérdida de motivación, disminución de la participación en las actividades sociales y recreativas del personal, hasta la disminución en los indicadores de productividad e innovación.
Pero además de eso, la presencia por ejemplo de conflictos violentos caracterizados por el mal trato, palabras ofensivas, burlas y demás; contribuye al aumento de la presencia de los factores de riesgo laboral, que según la Organización Mundial de la Salud, “son aquellos que pueden afectar la calidad de vida de las personas y su salud mental”.
También los clientes externos perciben el clima laboral, viéndose afectado positiva o negativamente el nivel de satisfacción de los mismos, así como la lealtad o preferencia hacia la organización.
Por todas estas razones, es fundamental un clima organizacional y entorno laboral saludables. Según la OMS, “un entorno saludable es aquel en el que los trabajadores y jefes colaboran en un proceso de mejora continua para promover y proteger la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores y la sustentabilidad del ambiente de trabajo”. Es decir, un entorno saludable se construye primero a partir de la concientización de la importancia del bienestar físico, mental, emocional e interpersonal, y a partir de ahí el aporte que cada miembro de la empresa genera, en el marco de un proceso colaborativo y apegados a una estrategia corporativa ligada al bienestar.
¿Por qué desarrollar entornos saludables?, además de las razones que se han expresado con anterioridad, como por ejemplo la contribución que hace para la gestión de conflictos, la OMS también concede una justificación. Algunos de los elementos que menciona son: porque es una acción inteligente, es decir, las empresas u organizaciones requieren de los colaboradores para lograr el éxito y por esto es pertinente asegurarse que estén mental y físicamente saludables. También tiene una fundamentación global, según algunas agencias como la OMS y la Organización Internacional de Trabajo (OIT), los trabajadores conforman casi la mitad de la población, de manera que la falta de salud en el trabajo tiene un impacto negativo en la vida humana, en las familias, la productividad, la competitividad, la sustentabilidad de las empresas, así como en la economía nacional y global.
La OMS establece algunos indicadores que hay que tener presentes en el desarrollo de entornos saludables, a decir: la salud y el bienestar concernientes al ambiente psicosocial del trabajo incluyendo la organización del mismo y la cultura del espacio de trabajo; los recursos de salud personales en el ambiente de trabajo, la salud y seguridad concernientes al ambiente físico de trabajo y por último las formas en que la comunidad busca mejorar la salud de los trabajadores, sus familias y de otros miembros de la comunidad.
De manera que, una organización saludable se distingue de una que no lo es y cuyo clima organizacional se puede considerar enfermo, en los siguientes aspectos:
En una organización saludable se comprende la importancia de la salud en todos sus sentidos, especialmente la salud personal e interpersonal, para la potencialización de los equipos de trabajo y la gestión de conflictos. Una organización no saludable, carece de inversión en el bienestar, sus equipos de trabajo posiblemente no están sinergizados o unidos, lo cual aumenta la presencia de conflictos.
En una organización saludable existe un ambiente íntegro que promueve la tolerancia y el respeto. En una organización no saludable hay carencia de tolerancia y respeto.
En una organización saludable el bienestar de las personas se generaliza. En una empresa no saludable se generaliza el malestar.
Definitivamente la inversión en salud es de las mejores decisiones que una empresa puede elegir, para lograr los objetivos organizacionales y mejorar las ventajas competitivas, en un ambiente de trabajo sano y ameno que genere distinción.