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En un año duro, la piña gana medalla de oro

Natasha Cambronero redaccion@larepublica.net | Lunes 23 noviembre, 2009




Fruta se convirtió este año en el líder agrícola de exportación nacional, mientras que Costa Rica es el mayor productor por persona en el mundo
En un año duro, la piña gana medalla de oro
Se espera un crecimiento en las exportaciones de un 10% en 2010; no obstante, el incremento en su cultivo despierta la oposición de ambientalistas

La piña se está convirtiendo en el producto agrícola estelar de exportación de Costa Rica.
Para 2010 los piñeros esperan que el país exporte un nivel récord de la fruta, esto tomando en cuenta que para finales de año, pronostican que las ventas al exterior habrán superado el nivel de 2009, entre un 8% y un 10%.
Además, este año la piña rebasó al líder tradicional en exportaciones, el banano.
El desarrollo de esta fruta en el mercado global ha convertido a Costa Rica en los últimos años en el mayor exportador del mundo, así como la nación con la mayor producción de esta fruta por persona. Los beneficios de este cultivo se reflejan en la generación de empleo directo e indirecto.
Sin embargo, cuanto más éxito tiene la piña, más se incrementa la oposición de muchos ambientalistas, quienes señalan que la expansión de los suelos dedicados a este negocio está causando serios problemas de contaminación en las aguas de los ríos. Debido al uso de grandes cantidades de agroquímicos, así como el deterioro de las tierras, dado que no hay rotación de cultivos.
Si bien la crisis económica ha tenido como consecuencia el hecho de que los mercados desarrollados consuman menos, esto no parece haber afectado la demanda de esta fruta.
Todo lo contrario, los consumidores al recortar sus gastos, incluidas las visitas a restaurantes, están prefiriendo adquirir productos más baratos, frescos y con alto valor nutritivo.
“La piña es un cultivo que al ser más asequible para el bolsillo de los consumidores en épocas de austeridad es más adquirido, principalmente es por esta razón que en el país este sector no ha sido golpeado por la crisis”, dijo Emmanuel Hess, gerente general de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).
Por eso, se espera que las exportaciones piñeras para este año generen se acerquen a los 1,6 millones de toneladas, lo que representa entre un 8% y un 10% más con respecto a 2008, señalan proyecciones de la Cámara de Productores y Exportadores de Piña, que además espera un crecimiento el año entrante.
“En los últimos meses venimos con un volumen de exportación parecido al del año pasado, el cual no caería el año siguiente”, manifestó Abel Chaves, presidente de la Cámara.
Hasta el 30 de setiembre de este año, la exportación piñera logró un gran hito, rebasando por primera vez las ventas del banano en el exterior, al alcanzar el monto de $436 millones, comparado con los $429 millones del tradicional líder.
Estos resultados son los últimos de un marcado crecimiento, pues entre 2004 y 2008 el volumen total de las exportaciones ascendió de 694 mil toneladas a 1,4 millones.
La tendencia en los últimos años hacia el alza, se debe en parte a la desaceleración de la actividad piñera en Hawái, anteriormente un productor muy fuerte, pero que enfrenta un alza en los costos de producción. Además, el estado norteamericano se está enfocando más en el turismo, explicó Hess.
La creciente demanda de la “fruta dorada” se demuestra en el hecho de que actualmente Costa Rica les vende a 30 países, comparado con tan solo 22 en 2001.
“Esta fruta ha logrado posicionarse en diferentes mercados del mundo y cada vez son más países los que prefieren nuestra piña, de continuar así el futuro de este producto es muy alentador y al finalizar el año sería nuestro principal cultivo de exportación”, señaló Marco Vinicio Ruiz, ministro de Comercio Exterior.
El mercado laboral ha aprovechado el auge en la producción piñera, que este año da empleo directo a unas 27 mil personas.
Además, la buena salud del sector ha tenido un efecto positivo en la activación crediticia.
“Estamos fomentando un programa con la Fundación Proagroin, en la cual el 90% de sus agremiados son pequeños piñeros de la zona norte para brindarles créditos, en total para el sector agropecuario estamos destinando unos ¢2 mil millones”, dijo Gina Carvajal, directora de Control y Seguimiento del Sistema de Banca para el Desarrollo.
Al mismo tiempo,
es importante que el cultivo de la piña no cause problemas ambientales, dado que muchos de los principales mercados de exportación, como el de la Unión Europea (UE) son muy exigentes en este aspecto.
Entre los cuestionamientos por el auge en la producción piñera, resalta principalmente el presunto uso excesivo de agroquímicos que contaminan nacientes, la invasión de zonas de protección y quebradas, y la eliminación de b
osque para captar más terrenos para el cultivo, lo cual conduce a la erosión del suelo.
Además, en algunas ocasiones la labor llevada a cabo por la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) genera dudas, debido a la ausencia de los recursos para supervisar el sector y que en este caso tendría que autorregularse.
“Setena ha sido muy cuidadosa a la hora de dar y negar permisos, pero a veces ha sido cuestionada por aspectos de control, pues las empresas no cuentan con regentes ambientales y por eso el Tribunal Ambiental ha tenido que intervenir”, dijo Freddy Pacheco, catedrático de la Universidad Nacional.
A junio de este año, el Tribunal mantenía abiertas 19 denuncias contra piñeras por contaminación en ríos y nacientes. No obstante, en lo que va del año, solo se ha abierto un expediente en contra de una empresa productora de esta fruta.
Por otro lado, el programa de control de los plaguicidas implementado por el sector responde a las exigencias de los mercados internacionales, lo cual es una señal positiva, tomando en cuenta el informe preliminar que realizó en octubre pasado la UE.
“Desde el año pasado, los productores de piña firmamos un compromiso público en el que se detallan 12 acuerdos relacionados con la protección ambiental, la salud de los trabajadores y las comunidades vecinas a las fincas, y en el que se especifican las acciones necesarias para garantizar un producto inocuo a los consumidores”, añadió Chaves.



Natasha Cambronero
ncambronero@larepublica.net






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