"En la vida todo cambia y evoluciona"
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 06 junio, 2008
Ex candidato presidencial de Fuerza Democrática justifica su adhesión a la diplomacia del gobierno en coincidencias con su política exterior
“En la vida todo cambia y evoluciona”
• Aunque todavía se confiesa socialista, el antaño dirigente político Vladimir de la Cruz confiesa haber experimentado una revalorización de la democracia
Israel Aragón
iaragon@larepublica.net
Tras haber sido propuesto por el gobierno y aceptado por Venezuela para cumplir el cargo de embajador en la nación suramericana, Vladimir de la Cruz considera haber experimentado una “revalorización” de la democracia y entender que esta es el único camino a la revolución. Se admite más maduro y contento de ir a trabajar a un país que quiere, donde tiene seis hermanos y varios sobrinos.
Una llamada del presidente Oscar Arias a principios de enero lo resucitó a la vida política, pues había tomado la decisión de apartarse de ella.
Luego de que LA REPUBLICA adelantó desde el martes su nombramiento, De la Cruz admitió en entrevista con este diario, antes de partir hacia su nuevo norte político, tener a Venezuela “adherida” a su vida personal, pues creció yendo y viniendo de ese país, donde un premio nacional lleva el nombre de su padre. También ofrece las razones que le llevaron a aceptar la propuesta presidencial y justifica su cambio de acera política “sin renunciar” a sus principios socialistas.
¿Por qué considera que lo escogieron?
Pienso que consideraron mi pasado político, un pasado de izquierda, un pasado socialista y quizá pensaron que eso podría contribuir a establecer un mejor puente de relación. Por supuesto deben haber valorado una trayectoria de diez años y haber sido candidato a la presidencia en tres oportunidades.
¿Habrán influido los artículos publicados en la prensa, que podrían dejar ver una postura más flexible y alineada con el gobierno?
Esos artículos defienden al régimen republicano, democrático y constitucional del país. Eso lo sigo defendiendo, no me desdigo de nada de lo que he afirmado públicamente. Creo que son reflejo de la democracia nacional, de la representatividad política que hay en Costa Rica, pues el gobierno de la República representa al pueblo costarricense, les guste o no a algunas personas.
En mi vida pública siempre he sido un opositor. En este momento se me ha invitado a formar parte de este gobierno y lo asumo como un gran reto y un gran honor.
¿Cuál es ahora la postura ideológica de Vladimir de la Cruz? ¿Por qué un político de izquierda entra a un gobierno más de derecha y calificado por algunos sectores de neoliberal?
En la vida todo cambia y evoluciona. He madurado y comprendido que el desarrollo de una revolución en Costa Rica solo puede hacerse por la vía democrática, aprovechando los mecanismos que la Constitución ofrece. Creo que en nuestra Constitución están plasmados los mejores ideales de libertad, de justicia y que es un instrumento para transformar este país; somos más bien los ciudadanos que en ignorancia de nuestra Constitución nos apartamos de ella para hacer valer los derechos y aspiraciones de justicia.
¿Cómo hubiera tomado un nombramiento así 20 años atrás?
Hace 20 años gobernaba Oscar Arias y yo me dedicaba a la vida académica, en la Universidad Nacional como decano de la facultad de Ciencias Sociales. Estaba marginado de la vida política aunque opinaba en ocasiones en los periódicos, normalmente como opositor político. Pero si usted se propone luchar contra las armas en el mundo, como lo ha propuesto el país en el Consenso de San José, y señala a los grandes productores de armas que deben dejar de producirlas, eso es revolucionario, es una política justa y socialista, si se quiere ver así, que yo comparto.
Entonces al ya no ser el mismo opositor, ¿en qué forma han cambiado sus ideas?
El socialismo histórico a principios de los años 90 tuvo una crisis profunda. El sistema socialista mundial desapareció pero no porque hubo una guerra que acabó con él, sino porque los mismos pueblos acabaron con sus formas de vida de tipo socialista y esta es una realidad que no podemos ocultar. Eso nos conduce a pensar que es cada pueblo quien debe definir su organización social y política.
Pero no han desaparecido las causas de la injusticia ni las que generan pobreza o guerras y me parece que en este gobierno se dan batallas en ese sentido que yo apoyo. Y eso podría pensarse que es socialismo.
Las políticas neoliberales son una forma de atender los problemas económicos del país y en este momento no hay que ver estas políticas en función de si están a favor o no del sistema, sino si generan o no más riqueza.
Actualmente el 67% de la producción mundial se genera en el sector servicios. Los que ven todavía la revolución socialista como una revolución entre burgueses y proletarios estarían al margen de cualquier posibilidad que se realice, porque cada vez hay menos obreros.
¿Qué retos lleva en el intentar acercar posturas entre Arias y Hugo Chávez, tan dispares en algunos temas como el de las FARC?
Un embajador no tiene por qué meterse en los asuntos internos de cada país, sino establecer un mejor vínculo externo entre ambos países. Mi preocupación será que la relación política que por mi medio se pueda llevar entre Venezuela y Costa Rica sea la mejor y trataré de buscar los puntos de convergencia, de unidad entre los presidentes y cancilleres de ambos países. Pero hay convergencias que serán ellos (los presidentes) quienes tengan que buscarlas.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en el pasado, Costa Rica las atendió como una fuerza política militar en posibilidad de negociar la paz, y ese espacio de negociar la paz siempre está abierto, y si en el conflicto actual de Colombia existe la posibilidad de contribuir a la paz desde Caracas lo haremos, con la anuencia del Gobierno de Costa Rica.
Además las relaciones de países no son solo políticas, son también comerciales. Tengo la misión de procurar una mayor proyección de Costa Rica en la población y mercado venezolanos. Ese país tiene crisis en algunos productos que se han acentuado por la relación con Colombia y el país puede contribuir a resolverla.
“En la vida todo cambia y evoluciona”
• Aunque todavía se confiesa socialista, el antaño dirigente político Vladimir de la Cruz confiesa haber experimentado una revalorización de la democracia
Israel Aragón
iaragon@larepublica.net
Tras haber sido propuesto por el gobierno y aceptado por Venezuela para cumplir el cargo de embajador en la nación suramericana, Vladimir de la Cruz considera haber experimentado una “revalorización” de la democracia y entender que esta es el único camino a la revolución. Se admite más maduro y contento de ir a trabajar a un país que quiere, donde tiene seis hermanos y varios sobrinos.
Una llamada del presidente Oscar Arias a principios de enero lo resucitó a la vida política, pues había tomado la decisión de apartarse de ella.
Luego de que LA REPUBLICA adelantó desde el martes su nombramiento, De la Cruz admitió en entrevista con este diario, antes de partir hacia su nuevo norte político, tener a Venezuela “adherida” a su vida personal, pues creció yendo y viniendo de ese país, donde un premio nacional lleva el nombre de su padre. También ofrece las razones que le llevaron a aceptar la propuesta presidencial y justifica su cambio de acera política “sin renunciar” a sus principios socialistas.
¿Por qué considera que lo escogieron?
Pienso que consideraron mi pasado político, un pasado de izquierda, un pasado socialista y quizá pensaron que eso podría contribuir a establecer un mejor puente de relación. Por supuesto deben haber valorado una trayectoria de diez años y haber sido candidato a la presidencia en tres oportunidades.
¿Habrán influido los artículos publicados en la prensa, que podrían dejar ver una postura más flexible y alineada con el gobierno?
Esos artículos defienden al régimen republicano, democrático y constitucional del país. Eso lo sigo defendiendo, no me desdigo de nada de lo que he afirmado públicamente. Creo que son reflejo de la democracia nacional, de la representatividad política que hay en Costa Rica, pues el gobierno de la República representa al pueblo costarricense, les guste o no a algunas personas.
En mi vida pública siempre he sido un opositor. En este momento se me ha invitado a formar parte de este gobierno y lo asumo como un gran reto y un gran honor.
¿Cuál es ahora la postura ideológica de Vladimir de la Cruz? ¿Por qué un político de izquierda entra a un gobierno más de derecha y calificado por algunos sectores de neoliberal?
En la vida todo cambia y evoluciona. He madurado y comprendido que el desarrollo de una revolución en Costa Rica solo puede hacerse por la vía democrática, aprovechando los mecanismos que la Constitución ofrece. Creo que en nuestra Constitución están plasmados los mejores ideales de libertad, de justicia y que es un instrumento para transformar este país; somos más bien los ciudadanos que en ignorancia de nuestra Constitución nos apartamos de ella para hacer valer los derechos y aspiraciones de justicia.
¿Cómo hubiera tomado un nombramiento así 20 años atrás?
Hace 20 años gobernaba Oscar Arias y yo me dedicaba a la vida académica, en la Universidad Nacional como decano de la facultad de Ciencias Sociales. Estaba marginado de la vida política aunque opinaba en ocasiones en los periódicos, normalmente como opositor político. Pero si usted se propone luchar contra las armas en el mundo, como lo ha propuesto el país en el Consenso de San José, y señala a los grandes productores de armas que deben dejar de producirlas, eso es revolucionario, es una política justa y socialista, si se quiere ver así, que yo comparto.
Entonces al ya no ser el mismo opositor, ¿en qué forma han cambiado sus ideas?
El socialismo histórico a principios de los años 90 tuvo una crisis profunda. El sistema socialista mundial desapareció pero no porque hubo una guerra que acabó con él, sino porque los mismos pueblos acabaron con sus formas de vida de tipo socialista y esta es una realidad que no podemos ocultar. Eso nos conduce a pensar que es cada pueblo quien debe definir su organización social y política.
Pero no han desaparecido las causas de la injusticia ni las que generan pobreza o guerras y me parece que en este gobierno se dan batallas en ese sentido que yo apoyo. Y eso podría pensarse que es socialismo.
Las políticas neoliberales son una forma de atender los problemas económicos del país y en este momento no hay que ver estas políticas en función de si están a favor o no del sistema, sino si generan o no más riqueza.
Actualmente el 67% de la producción mundial se genera en el sector servicios. Los que ven todavía la revolución socialista como una revolución entre burgueses y proletarios estarían al margen de cualquier posibilidad que se realice, porque cada vez hay menos obreros.
¿Qué retos lleva en el intentar acercar posturas entre Arias y Hugo Chávez, tan dispares en algunos temas como el de las FARC?
Un embajador no tiene por qué meterse en los asuntos internos de cada país, sino establecer un mejor vínculo externo entre ambos países. Mi preocupación será que la relación política que por mi medio se pueda llevar entre Venezuela y Costa Rica sea la mejor y trataré de buscar los puntos de convergencia, de unidad entre los presidentes y cancilleres de ambos países. Pero hay convergencias que serán ellos (los presidentes) quienes tengan que buscarlas.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en el pasado, Costa Rica las atendió como una fuerza política militar en posibilidad de negociar la paz, y ese espacio de negociar la paz siempre está abierto, y si en el conflicto actual de Colombia existe la posibilidad de contribuir a la paz desde Caracas lo haremos, con la anuencia del Gobierno de Costa Rica.
Además las relaciones de países no son solo políticas, son también comerciales. Tengo la misión de procurar una mayor proyección de Costa Rica en la población y mercado venezolanos. Ese país tiene crisis en algunos productos que se han acentuado por la relación con Colombia y el país puede contribuir a resolverla.