En el tiempo de las mariposas
Sofía Agüero sofia.aguerosalazar@gmail.com | Miércoles 25 noviembre, 2020
Sofía Agüero
Analista
Relaciones Internacionales
Patria, María Teresa y Minerva Mirabal. Tres mariposas asesinadas. Desde la tumba sacaron sus brazos y fueron tan fuertes, que seis meses después de su crimen -en 1960- derribaron al dictador -Rafael Trujillo- quien ordenó matarlas.
Fueron apaleadas hasta morir y lanzadas a un barranco para simular un accidente de auto, Nadie creyó el cuento y más bien la población enardeció y se rebeló contra el sangriento régimen.
El dictador Trujillo gobernó a sangre y fuego República Dominicana de 1930 a 1961, cuando fue ajusticiado. Instauró un régimen que explotó en beneficio propio las riquezas nacionales, torturó, persiguió y masacró a sus detractores.
Para conmemorar el valor y el sacrificio de esas tres mujeres, apodadas Las Mariposas, las Naciones Unidas declararon el 25 de noviembre -fecha del asesinato- el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
Las hermanas Mirabal se unieron al Movimiento 14 de junio y decidieron derrumbar al déspota dominicano. Imprimieron folletos para denunciar al régimen, conspiraron, fabricaron armas y bombas caseras.
Dicen que Minerva fue la más rebelde de todas. Fundó los clubes anti-Trujillo y se ganó el odio del gobernante, porque en una fiesta lo abofeteó, por meterle la mano debajo de su falda.
El odio contra ella cegó a Trujillo. Hizo lo imposible por evitar que Minerva se graduará en la escuela de leyes, los profesores impidieron su ingreso a las aulas y aún así terminó la carrera de abogacía, pero no le dieron licencia para ejercerla.
María Teresa era matemática, Patria estudió mecanografía y Dedé – la única sobreviviente- atendió los negocios familiares, conservó el legado de sus hermanas, fundó un museo en su memoria y las mantuvo vivas en el corazón de su patria.
Las Mariposas eran líderes, madres, jóvenes, con sueños y esperanzas y representan a todas las mujeres del mundo, quienes día a día sufren el flagelo de la violencia de género.
En Costa Rica cada año aumentan las cifras en este terrible marcador. Solo en lo que va del año murieron 53 mujeres por causas violentas; y ya son casi siete mil las denuncias por agresión doméstica.
El femicidio es la expresión extrema de la violencia de género, pero hay otras que apenas se denuncian: la desigualdad salarial, la escasez de oportunidades reales de ascenso laboral; la marginación política; la discriminación educativa y la explotación sexual en todas sus facetas.
Son demasiadas las justificaciones, no podía faltar endosarle al Covid-19 y al confinamiento el alza en las agresiones, como si el virus fuera el responsable de todas las desgracias nacionales.
Las mujeres ticas, como Las Mariposas, debemos de enfrentar la tiranía de la violencia de género; utilizar todos los medios disponible para denunciarla y derribarla, como hicieron las Hermanas Mirabal, que ni muertas dejaron de luchar.
Sofía Agüero
Analista
Relaciones Internacionales