Elecciones de Ecuador: el conteo rápido indica una segunda vuelta con clara ventaja del correísta Andrés Arauz
Redacción - BBC News Mundo | Lunes 08 febrero, 2021
Ecuador, según el conteo rápido de resultados realizado por su Consejo Nacional Electoral, elegirá entre el abanderado de Rafael Correa contra un líder indígena o un banquero reconocido como detractor del correísmo.
Tras las elecciones de este domingo, el triunfo es atribuido a Andrés Arauz, candidato identificado por seguir la senda de la llamada "Revolución Ciudadana", pero es muy posible que deberá ir a una segunda vuelta ante el líder indígena Yaku Pérez o al empresario Guillermo Lasso.
Ambos, con trayectorias políticas muy distintas, se ubicaron en las antípodas del correísmo a pesar de ser caracterizados como un candidato de izquierda y uno de derecha.
Los resultados preliminares, que pasada la medianoche ecuatoriana superan el 80% de las actas escrutadas, dan a Andrés Arauz una preferencia electoral que alcanza alrededor del 31,5%, mientras que ubican a Pérez y Lasso con un 20% de la votación. Por ello la segunda vuelta sigue siendo una incógnita.
El líder indígena se encuentra muy cerca en la opción de votos con Guillermo Lasso, conocido por tener una agenda económica más conservadora, y quien afirmó que esperará el conteo final de los comicios.
Ambos declararon que, de acuerdo a sus conteos privados que realizaron, irán a segunda vuelta.
El 11 de abril es la fecha programada para la definición electoral entre Arauz y el candidato que se consolide como su competidor.
"Estos resultados reflejan las tendencias a binomios presidenciales", indicó el Consejo Nacional Electoral en su primer reporte de conteo rápido brindado en la noche del domingo.
Los datos muestran una amplia ventaja a favor de Arauz, pero existen votaciones elevadas de otros postulantes que pueden unirse en la segunda vuelta y darle un giro al resultado final.
La jornada
La jornada electoral en Ecuador, la primera nación latinoamericana que acude a las urnas este 2021, se desarrolló este domingo con altos niveles de participación y algunos inconvenientes producidos sobre todo por las medidas para evitar los contagios de coronavirus.
Más de 13 millones de electores estaban llamados a las urnas, 410.000 de los cuales residen en el exterior, para elegir al presidente y vicepresidente del país, además de 137 miembros de la Asamblea Nacional y cinco representantes del Parlamento Andino.
Los colegios electorales cerraron a las 17:00 hora local (22:00 GMT).
La jornada se caracterizó en las principales ciudades ecuatorianas por largas filas de votantes pese a la pandemia, que ha contagiado en el país a más de 258.000 personas hasta esta semana de febrero y matado a más de 15.000 personas entre casos confirmados y probables.
Los votantes podían elegir entre 16 candidatos que aspiraban a sustituir al presidente Lenín Moreno el próximo mayo.
Según la Constitución ecuatoriana, un candidato tiene que obtener más del 50% de los votos o superar los 40 puntos porcentuales más una diferencia del 10% sobre su inmediato seguidor, para acceder directamente al Palacio de Carondelet.
Las medidas de bioseguridad para evitar los contagios son las que produjeron largas colas a las afueras de los recintos, mientras que en el interior de los centros de votación se mantuvo por lo general la distancia social.
Varios ciudadanos se quejaron de esperas de hasta tres horas para acceder a los colegios.
El director del Servicio Integrado de Seguridad (ECU 911), Juan Zapata, recordó que las elecciones se dan en medio de un escenario inédito y pidió a la ciudadanía mantener la tranquilidad y el distanciamiento.
El impacto de la pandemia
Análisis de Matías Zibell, colaborador de BBC Mundo en Ecuador
En el duelo entre correísmo y anticorreísmo que marcó las elecciones ecuatorianas este domingo se coló un tercer actor político: la pandemia.
El miedo al contagio en algunos ecuatorianos provocó, por ejemplo, que varias de las personas que debían cumplir el rol de autoridades de mesa se ausentaran, lo que retrasó el inicio del sufragio en cientos de centros de votación a lo largo del país.
Personas con condiciones complejas de salud podían ausentarse en la jornada presentando luego un justificante médico, aunque otras, como la abogada Silvana Tapia, quien guarda desde hace casi un año un confinamiento estricto debido a una enfermedad autoinmune, consideraron que era mucho lo que estaba en juego como para faltar.
"En este proceso tuve siempre claro que iría a votar, pues se trata de una elección trascendental en la que decidimos qué orientación política tendrá la respuesta a la recesión económica que se nos ha venido encima y se seguirá agravando", le dijo a BBC Mundo.
Tapia se presentó a votar con un traje antifluido sobre la ropa, doble mascarilla (primero una quirúrgica, luego otra de tela) y un visor cubriendo toda la cara. Por suerte, no debió esperar demasiado para emitir su voto.
Esta suerte no fue común en todos los centros de votación, donde el distanciamiento social entre votantes y la demora en el inicio de la jornada electoral generaron extensas colas durante la mañana y el mediodía.
Lo que faltó en muchos de estos escenarios fue la habitual presencia de vendedores informales de comida y personas encargadas de plastificar los certificados de votación, prohibidos en esta jornada para evitar aglomeraciones.
El Consejo Nacional Electoral recomendó, con este fin, que las personas con cédulas terminadas en número par votaran por la mañana y los de cédula impar lo hicieran por la tarde, pero al no ser una obligación sino una sugerencia, no se pudo determinar si la medida se cumplió a cabalidad.
Entre las recomendaciones del CNE también estuvieron el llevar un bolígrafo propio para marcar las papeletas y portar alcohol en gel para desinfectarse las manos.
La cantidad de papeletas también jugó en contra de la intención de agilizar el proceso. Además de para la elección de presidente y vicepresidente, había un papel para los asambleístas nacionales, otro para los asambleístas provinciales y otro más para los parlamentarios andinos.
En la provincia del Azuay, ubicada en el sur del país, hubo una quinta papeleta, ya que se realizó una consulta sobre la explotación minera en zonas que constituyen fuentes de agua.
Optimismo de los candidatos
La mayoría de los políticos ejercieron su derecho al voto en las primeras horas.
El candidato de centroderecha Guillermo Lasso, que votó en Guayaquil, se mostró seguro de que habrá una segunda vuelta entre los dos primeros candidatos de las elecciones de este domingo, y de que, entonces, su victoria será "contundente".
"La clave es el cambio. Todos los ecuatorianos queremos un cambio para no adoptar un modelo cuyas recetas han fracasado en todos los países del mundo donde se han aplicado", dijo este abierto opositor al llamado "Socialismo del Siglo XXI" con el que gobernó el exmandatario Rafael Correa entre 2007 y 2017.
Se trata de un político que busca la silla presidencial por tercera vez, banquero y con fuerte respaldo en el contrapeso político de Quito, Guayaquil.
Por su parte, el candidato correísta Andrés Arauz, que por estar empadronado en México no pudo votar en Ecuador, manifestó su convicción de que ganará la presidencia en una sola vuelta.
Fue ministro de Correa, tiene 35 años y es llamado el "hijo pródigo" de la "Revolución Ciudadana". El exmandatario destacó este fin de semana su formación en temas como el desarrollo tecnológico y la educación.
"El triunfo en una sola vuelta solo es posible si salimos a defender el voto de los ecuatorianos y estar vigilantes de que se cumpla la voluntad popular", indicó Arauz tras acompañar a su abuela de 106 años a votar.
El tercer candidato con mejores proyecciones, el indígena Yaku Pérez, ejerció su derecho en una parroquia rural de Cuenca, donde tras votar insistió en que la suya es una candidatura "del pueblo".
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