El trípode de la motivación
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 04 octubre, 2011
El trípode de la motivación
Cada vez es más complejo comprender qué mueve a los jugadores a dar lo máximo. Los estudios demuestran que buscar un premio externo o evitar el castigo, cede su importancia ante el disfrute íntimo de alcanzar un propósito superior, sentirse dueño de la forma de hacerlo y elevar la capacidad personal.
El experto en motivación, Daniel Pink, señala que las organizaciones que mejor superan las crisis son las que privilegian su razón de ser, por encima de sus beneficios temporales. En ellas sus miembros sustentan su intensa motivación en un trípode conformado por la autonomía, el dominio y el propósito.
Un nivel aceptable de autonomía es esencial para que los jugadores se perciban dueños de la forma para concretar su tarea. La posibilidad de contribuir a la definición de algunos aspectos de su desempeño eleva el sentido de responsabilidad. La creatividad, la proactividad y el esfuerzo extra están más presentes en un equipo en el que se comprende que la autonomía induce al compromiso, mientras que el control conduce a la obediencia, tal como Pink indica. ¿Hacia cuál de esas direcciones se siente usted orientado?
Hay personas que se estancan en lo que ya saben hacer y dejan de progresar. Se acomodan en su zona de confort y se constituyen en frenos del desarrollo de sus equipos; en especial si detentan posiciones de jefatura. La mayoría, en cambio, aspira a crecer en capacidades, a disfrutar el reto de aprender y de perfeccionar sus talentos. La motivación de saberse capaces de elevar su maestría en habilidades provoca una profunda satisfacción en personas que cuentan con autonomía y determinación para hacerlo. ¿Es este su caso en su equipo?
Cuanto más elevadas sean las razones para usar la autonomía y mejorar capacidades, más superables serán las adversidades. La claridad de un propósito superior, que esté por encima de reconocimientos o expectativas materiales, es el máximo detonante del alma de un equipo. La presencia de esa elevada finalidad, la convicción de su necesidad y el alineamiento emocional de los miembros con ella, son plataformas de lanzamiento mucho más poderosas de motivación que el temor al fracaso o los incentivos pasajeros. ¿Cuál es el gran propósito de su equipo?
Los jugadores que revitalizan constantemente el legado que realmente desean construir y heredar, dejan de actuar en pequeño para concentrarse en hacerlo tan en grande como su sueño.
German Retana
german.retana@incae.edu
Cada vez es más complejo comprender qué mueve a los jugadores a dar lo máximo. Los estudios demuestran que buscar un premio externo o evitar el castigo, cede su importancia ante el disfrute íntimo de alcanzar un propósito superior, sentirse dueño de la forma de hacerlo y elevar la capacidad personal.
El experto en motivación, Daniel Pink, señala que las organizaciones que mejor superan las crisis son las que privilegian su razón de ser, por encima de sus beneficios temporales. En ellas sus miembros sustentan su intensa motivación en un trípode conformado por la autonomía, el dominio y el propósito.
Un nivel aceptable de autonomía es esencial para que los jugadores se perciban dueños de la forma para concretar su tarea. La posibilidad de contribuir a la definición de algunos aspectos de su desempeño eleva el sentido de responsabilidad. La creatividad, la proactividad y el esfuerzo extra están más presentes en un equipo en el que se comprende que la autonomía induce al compromiso, mientras que el control conduce a la obediencia, tal como Pink indica. ¿Hacia cuál de esas direcciones se siente usted orientado?
Hay personas que se estancan en lo que ya saben hacer y dejan de progresar. Se acomodan en su zona de confort y se constituyen en frenos del desarrollo de sus equipos; en especial si detentan posiciones de jefatura. La mayoría, en cambio, aspira a crecer en capacidades, a disfrutar el reto de aprender y de perfeccionar sus talentos. La motivación de saberse capaces de elevar su maestría en habilidades provoca una profunda satisfacción en personas que cuentan con autonomía y determinación para hacerlo. ¿Es este su caso en su equipo?
Cuanto más elevadas sean las razones para usar la autonomía y mejorar capacidades, más superables serán las adversidades. La claridad de un propósito superior, que esté por encima de reconocimientos o expectativas materiales, es el máximo detonante del alma de un equipo. La presencia de esa elevada finalidad, la convicción de su necesidad y el alineamiento emocional de los miembros con ella, son plataformas de lanzamiento mucho más poderosas de motivación que el temor al fracaso o los incentivos pasajeros. ¿Cuál es el gran propósito de su equipo?
Los jugadores que revitalizan constantemente el legado que realmente desean construir y heredar, dejan de actuar en pequeño para concentrarse en hacerlo tan en grande como su sueño.
German Retana
german.retana@incae.edu