El techo de Saprissa
Cristian Williams cwilliams@larepublica.net | Jueves 28 noviembre, 2013
El techo de Saprissa
Los morados no saben lo que es llegar a una final en los últimos seis torneos
A las puertas de iniciar una nueva semifinal, la sombra del fracaso se cierne sobre Saprissa, que ha visto cómo en los últimos seis torneos cortos, llegar a la gran final no ha pasado más allá de ser un sueño.
Es más, bajo la administración de Horizonte Morado, que ha sido presidido por Juan Carlos Rojas, los tibaseños se han quedado en la antesala del título y sus aficionados con la sed de victoria.
Y desde allí comenzaron a planear el ansiado 30, pero lejos de eso, lo que han visto es cómo Alajuelense y Herediano, sus acérrimos rivales, se reparten el botín y ellos sin ni siquiera tener la posibilidad de estar en la gran final.
Y es que el descalabro comenzó de la mano del propio Myers, quien pasó de la gloria al infierno, ya que, en el torneo que se suponía de celebración, el equipo se le vino a pique y no fue ni siquiera capaz de entrar a la segunda fase.
En ese invierno de 2010 el equipo se desinfló, estuvo hasta en la última posición y aunque en la última jornada tenía una lejana posibilidad de clasificar, la derrota en Pérez Zeledón lo dejó fuera de la fiesta grande. Primer fracaso.
En el último cambio de la era de Jorge Vergara, se trajo a su compatriota Juan Manuel Álvarez, quien pese a no dirigir por años en su país, le dieron el reto de levantar a Saprissa, pero no lo logró.
Entró a las semifinales donde se topó con un rival en el papel accesible, San Carlos, y la esperanza creció cuando en el primer partido en el estadio Carlos Ugalde Álvarez, se trajeron la victoria por 2 a 0.
La fiesta estaba lista, la final montada, pero no contaban con un toro herido, que sin miedo les aguó la fiesta y los eliminó en su propia cancha con un inapelable 2 a 0, obra del hoy manudo Álvaro Sánchez. Segundo fracaso, de nuevo sin final.
En ese instante apareció Horizonte Morado y con ellos la flamante contratación de Alexandre Guimaraes, era una apuesta a lo seguro, contrato por un año y la promesa de ser campeones o irse para la casa. Al final Guimaraes se fue.
Invierno 2011, se topa en semifinales, al igual que ahora, ante Alajuelense, que en el primer partido en el Ricardo Saprissa se lleva la victoria por 1 a 0. En el de vuelta ganaban los morados 2 a 1 (global) y estaban cerca del tercero, hasta que Walter Centeno perdió el balón en media cancha, y Argenis Fernández hizo el 2 a 2. Eliminados, tercer fracaso.
Siempre con Guimaraes en el banquillo la esperanza renació, de nuevo se clasificó a las semifinales y les tocaba Santos de Guápiles. Con el favoritismo de su lado, ganaron el primer compromiso 1 a 0 en casa con anotación de Mynor Escoe.
Ahora sí, al fin era una realidad la final, teniendo en cuenta que los guapileños se trajeron el partido para el Estadio Nacional, pero no, las semifinales seguían siendo su techo, porque una anotación de Cristian Lagos inclinó la balanza, empató la serie y por ventaja deportiva Santos fue a la final. Cuarto fracaso.
Se fue Guimaraes y llegó Daniel Casas, más osado que cualquiera, prometió el título en seis meses o se iba, al final, se tuvo que ir, ya que aunque fue el primero en la clasificación, no pudo pasar de la semifinal, donde Herediano los eliminó.
Se trajeron un empate del Rosabal Cordero, otra igualada los pasaba a la final, pero cuando agonizaba el compromiso apareció Mauricio Núñez para darles la victoria a los florenses. Quinto fracaso.
Y llegó Ronald González, se lo robaron al Comunicaciones de Guatemala, de donde salió campeón, este era la esperanza para, por lo menos, llegar a la final, pasar ese techo de las semifinales.
Pero no, al frente estaba Cartaginés que les quitó un punto en el reducto morado y empataron a cero en el Fello Meza, eliminados por la ventaja deportiva. Sexto fracaso.
Ahora se quiere romper la marca, pasar la semifinal, no son favoritos, al frente está Alajuelense, pero la esperanza está viva.
Cristian Williams
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