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El “Pura Vida” en tiempos de Covid-19

Diana Villegas Cascante dvillegas@infopress.net | Jueves 02 julio, 2020

Diana

¡Pura Vida! es la tradicional, espontánea y original respuesta que muchos ticos damos cuando nos preguntan cómo estamos. Pero más que un saludo rutinario, el “pura vida” se ha convertido en un elemento representativo, en una “marca país”. Identificarse como costarricense cuando se está en otra nación, es fácil, si pronunciamos esta famosa frase, sabrán que hay un tico cerca.

Pura Vida resume lo que es vivir en Costa Rica: Libertad, felicidad, paz, abundancia, sencillez, empatía, naturaleza y optimismo, es el arte del buen vivir; en estos días donde la salud pública del país, al igual que la del resto del mundo, se ha visto afectada con por el Coronavirus, este dicho popular nos representa, en dos escenarios: uno para bien, o muy bien, y otros escenarios no tan positivos.

Hace algunos días conversaba con una amiga que vive en Perú junto a su familia y me decía que extraña mucho estar aquí en Costa Rica porque los ticos somos muy optimistas, sacamos lo mejor de sí aun en tiempos difíciles y nos reímos en medio de lo malo. Ella necesitaba contagiarse de eso, de positivismo. Por el contrario, le parece que las personas allá, en los países del sur (ella también vivió en Chile), les está afectando mucho psicológicamente las restricciones ante el Covid-19, ya que suelen deprimirse, se enfocan en el mal rato que se atraviesa y pierden fácilmente la esperanza.

Sin duda, la actitud con la que los ticos estamos enfrentando esta pandemia nos ayuda a llevar esta crisis sin caer en la desesperación. Desde que el Covid-19 llegó a nuestro país hasta hoy, son más las personas con actitud positiva, son más quienes creemos que superaremos esto, que estaremos bien y mejor aún, que seremos mejores personas, con una “vida más pura” que antes. Pocas, muy pocas veces he escuchado, visto o leído comentarios pesimistas o personas que tengan alguna afectación psicológica por causa de la cuarentena. Si bien, estamos un poco “aburridos” de estar en casa, esto no se ha convertido en una razón para estar deprimidos, no hemos perdido la fe.

Entonces, el pura vida se hace real cuando veo gente desempleada que necesita generar ingresos para su familia, pero que no se cruzan de brazos a esperar que el Gobierno les solucione; ellos mismo han creado sus oportunidades con algún emprendimiento, realizando labores que no habían realizado antes, aunque eso los obligue a salir de su zona de confort. Otros han organizado campañas de recolección de víveres para donarlos a familias de barrios en riesgo social, entre otras acciones dignas de admirar y de contar, porque eso hace “el espíritu” del tico (el Pura Vida).

Sin embargo, tengo decir que hemos “abusado del Pura Vida” (sí, me incluyo); la libertad que proclamamos, la hemos convertido en libertinaje, haciendo lo que nos venga en gana, organizando fiestas, saliendo de casa más de lo necesario, visitando lugares sin implementos de protección (mascarillas, alcohol en gel, entre otros), arriesgando la salud propia, la de quienes nos rodean (familia, vecinos, comunidad) y por ende la de todo el país. Tratando de “ser felices”, malgastamos el dinero del pueblo (Bono Proteger) en cosas que no son pan (alimentos). Somos abundantes, pero egoístas, ocupando el lugar del necesitado, queriendo acaparar los pocos recursos, aunque no se requieran en ese momento, simplemente porque hay que agarrar algo de la “piñata”.

Albergando a extranjeros de manera indebida.

Pero los ticos somos más que eso, y aunque hoy quisiéramos desplazarnos por cada rincón de Costa Rica sin restricciones, pronunciar con orgullo nuestro Pura Vida en otros países, reunirnos con amigos, por ahora, lo mejor que podemos hacer es: Quedarnos en casa, lavarnos muy bien las manos, compartir solo con los miembros de nuestra burbuja, distanciamiento físico en lugares públicos, salir de casa solo cuando amerita, devolver el Bono Proteger si engañé al Estado con datos falsos, ayudar a los que menos tienen. Aunque esto nos parezca repetitivo, es lo que se debe hacer.

Quiero seguir creyendo que, a pesar del temor y la incertidumbre, será un buen año por una sencilla razón: nos está enseñando lecciones de vida valiosas, y nos está preparando como país en tecnología, medicina, educación y calidad de vida.

Por ello, concluyo con una de mis frases favoritas del físico alemán Albert Einstein: “La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado”.

Entre todos sí podemos. ¡Pura Vida!






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