El Presidente Biden y América Latina
Miguel Carabaguiaz miguelcarabaguiaz@yahoo.com | Lunes 01 febrero, 2021
Miguel Carabaguíaz
Expresidente
Incofer
El Presidente Biden en el pasado fue un interlocutor importante para América Latina. Esto queda reflejado en la cantidad de veces (16) que viajo a la región incluida Costa Rica en representación del gobierno de Barack Obama.
Su llegada a la Presidencia de EE.UU podría significar una nueva fase en su relación con Latinoamérica, y no para todos los países podría ser necesariamente positiva.
Temas que se dejaron de lado por Trump podrían ser puestos en la mesa nuevamente. Entre ellos el cambio climático, una prioridad al parecer de la nueva administración de Washington. En otros temas que podrían estar son la promoción de la democracia, los derechos humanos y el respeto por el Estado de derecho.
Pero esta posible agenda no será necesariamente bien recibida por todos los países por lo cual podría ser un ejercicio que ponga a prueba el liderazgo regional y hasta global de los EE.UU.
La región vive dos enormes situaciones que la tienen en una crisis general, la pandemia por el coronavirus que quito la vida a millones y por otro lado posiblemente se está viviendo la peor crisis económica en décadas producto a la emergencia sanitaria.
Esta situación podría ser la justificación para la llegada de líderes populistas y el aumento de nuevas protestas callejeras que provocarían una creciente inestabilidad en América Latina.
En esta condición ¿podrá o estará dispuesto la administración de Biden en asumir un papel más activo?
Ahora cabe una interrogante ¿tiene EE.UU el liderazgo, la estabilidad interna y la credibilidad para “aconsejar o llamar la atención de otros países? ¿Pero especialmente para que se le acepten?
Con países como Venezuela y Cuba hay que preguntarse ¿si el Presidente Biden mantendrá las actuales sanciones o vendrá un cambio en las relaciones con esos países?
Respecto a Cuba, Washington podría revisar la reciente decisión del gobierno de Trump de colocar a la isla en la lista de países patrocinadores de terrorismo, así como, las restricciones impuestas a los viajes y remesas a la isla.
Por el momento el Secretario de Estado Antony Blinken, dijo en la comparecencia ante el Senado que EE.UU. seguirá reconociendo al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela calificando de dictador a Nicolás Maduro.
América Latina y sus gobiernos como cada cambio de Presidente en EE.UU. expresan esperanzas de que permita mejorar sus relaciones.
La esperanza es que aumente la cooperación en áreas diversas empezando por la lucha contra el coronavirus hasta con apoyos al desarrollo y a la estabilidad económica. Pero no se puede olvidar que el propio EE.UU ha sido uno de los más golpeados por el COVID 19.
Tampoco se puede dejar de observar la presencia de posibles diferencias o problemas de orden bilateral en algunos casos y en otros de grupo en especial con los componentes del ALBA.
Un ejemplo: el tema del cambio climático puede tener aplausos de unos gobiernos pero también producir susceptibilidades de otros, recordemos la reacción del Presidente de Brasil cuando rechazó una idea que planteó Biden candidato de ofrecer a Brasil un fondo de US$20.000 millones para detener la deforestación en el amazonas o tener que enfrentar acciones económicas.
Otro tema que estará presente son los flujos migratorios que muy posiblemente deberá replantear la forma de tratarlo. Este deberá verse desde el origen y para esto recordemos lo que planteó durante la campaña el Presidente Biden al ofrecer aportar cerca US$4.000 millones a América Central, lo anterior como estrategia para mejorar la situación de vida de la región, procurando disminuir los motivos para emigrar.
EE.UU no puede perder de vista el aumento de la presencia de China en Latinoamérica, esto tiene para el nuevo Presidente un enorme reto como es en algunos casos reconstruir los cimientos de las relaciones con países de la región.
En cuanto a Costa Rica y lo que podría esperar tiene un análisis simple. Para quienes esperan un mejoramiento en las relaciones no creo que se puedan producir cambios dramáticos entre ambos países. Históricamente y forma indistinta de quién esté en la Casa Blanca las relaciones han sido sin sobre saltos. Ya los resultados son positivos en cuanto al flujo comercial en ambos sentidos. Para muestra las exportaciones que según parece se cerrarían al 2020 en un monto aproximado a los $5.300 millones.
Otro dato son los flujos de inversión extranjera directa proveniente de EE.UU los cuales no han dejado de llegar. Aquí el único motivo que podría favorecer un incremento estaría relacionado con el “compromiso de Biden” con el medioambiente y la imagen positiva que en ese campo tiene el país.
Pero Costa Rica podría no ser el país que más pueda beneficiarse, si como señale antes, Biden apuesta por intentar mejorar el desarrollo socio-económico de los países del triángulo norte y con esto buscar reducir las migraciones de esos países.
La Cumbre de las Américas que se llevara este año en EE.UU. podría ser una primera prueba para conocer los eventuales éxitos o escollos de esta nueva etapa de las relaciones entre EE.UU y la región.