El PAC no para de contradecirse en crisis por Coronavirus
Carmen Chan redaccion@larepublica.net | Viernes 27 marzo, 2020
El PAC nos demuestra que no estaba preparado para gobernar en tiempos normales y mucho menos de crisis. Sigue la improvisación en el Gobierno de Alvarado-Quesada y lo más lamentable en momentos en que el país necesita más que nunca un liderazgo sólido que garantice congruencia y estabilidad política.
Lo último es que mientras el Ministro de Hacienda sale a la prensa a anunciar un supuesto proyecto de impuesto solidario a los trabajadores con salarios a partir de 500 mil colones, ocurrencia que con toda razón puso de cabeza a la opinión pública, horas después el presidente de la República en un twit niega que exista tal proyecto.
Me molesta quieran seguir mintiendo, cuando varios ministros llegaron hoy al Auditorio Nacional para defender esta ocurrencia de Carlos Alvarado ante los diputados.
Como diputada que está trabajando responsablemente en esta coyuntura sanitaria y económica, en conjunto con los demás legisladores, me preocupa esta descordinación en la cabeza del país, a sabiendas de que no es la única sino una más que se hizo visible.
Está claro para todos que no son momentos para poner impuestos a los trabajadores.
Esa no es la solución a la crisis, no es la alternativa justa y proporcional para recaudar fondos de cara a la crisis económica provocada por el COVID-19.
En todo caso ese impuesto, si se considera debería ser aplicado a los jerarcas del gobierno y funcionarios públicos con salarios millonarios.
No podemos permitir que mientras en este país el Gobierno le ha perdonado deudas a grandes evasores con amnistías tributarias, y además ha despilfarrado en gastos superfluos los recursos o públicos, hoy se proponga un proyecto que recarga, mediante un impuesto, a cuenta de trabajadores con salarios bajos o moderados, la responsabilidad de esta crisis.
Con qué cara el gobierno hoy se atrevería a presentar esta propuesta, cuando hace unos días ese mismo gobierno anunciaba el nombramiento de Rocío Aguilar a la cabeza de la Superintendencia de Pensiones, con un salario de alrededor de 9,5 millones, cuando hace unos días informaba el gasto de más de un millón de colones para comprar banderas LGTBI para sede del INCOP.
Este proyecto sería un garrotazo más del Gobierno a la clase trabajadora, ahora disfrazado de solidaridad por la coyuntura sanitaria y económica que generó el Coronavirus.
Por otra parte desde la Asamblea Legislativa hemos aprobado un proyecto de préstamo de 500 millones de dólares con el CAF para afrontar la crisis por el COVID-19 , un proyecto para utilizar los recortes de las pensiones de lujo para pensiones de adultos mayores en condición de pobreza del régimen no contributivo de la Caja Costarricense, y seguimos trabajando en otros proyectos de redistribución justa de los recursos. De manera que no tendría sentido “apuñalar” a los trabajadores de esta manera.
Carmen Chan
Jefa de Nueva República