El mejor se llama Saprissa
Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Lunes 02 junio, 2008
El mejor se llama Saprissa
Jeaustin aplicó la “receta de papá” y los morados son nuevamente campeones
Luis Rojas
lrojas@larepublica.net
La misma receta, los mismos ingredientes, igual resultado y al final el dulce sabor a campeón ya patentizado por el Saprissa.
Los morados levantaron ayer el platón, tras 90 minutos de control, inteligencia y paciencia a lo largo de los cuales el técnico Jeaustin Campos impuso un libreto del cual Alajuelense nunca pudo escapar.
Uno a cero fue más que suficiente, pero pudieron ser dos, tres, porque el partido fue un espejismo ya que el equipo que parecía dominante era el dominado; el que debía llevar la batuta, era impotente y torpe y aunque se esperaba una Liga llena de virtudes, lo cierto es que todos los males que padeció Alajuelense a lo largo de la temporada relucieron de nuevo y en el peor momento.
La diferencia estuvo en el medio campo. Saprissa puso peones de ajedrez: una línea con dos caballos de batalla, Celso y López con Tray y Núñez a ambos costados esperando y adelante Gómez y Alpízar con la única función de atormentar la salida rojinegra, cerrar los espacios y apurar el error del rival; Gabas nunca tuvo claridad, Quintanilla jugó su peor partido, Herrera y Castro se descarrilaron por los extremos y por si acaso, Jervis, Cordero y Badilla barrieron atrás con la poca iniciativa individual de Núñez y Parks.
Armando Alonso, por aquello del temido apellido para los rojinegros, fue quien estuvo más cercano al gol al 9’, 33’ y 45’; Borges al 27’, pero para suerte rojinegra se fueron al descanso en ceros, mientras la Liga solo asustó con una aproximación del Mambo, que Keilor tapó bien.
La complementaria se abrió con un fogonazo de Winston, que hizo lucirse de nuevo a Navas.
Saprissa había memorizado el guión, le aplicó lentitud al partido y los alajuelenses ni siquiera presionaban al árbitro para que acelerara las acciones.
La segunda parte fue fea, bien fea; del banquillo rojinegro llegaron Cunningham, Myre y Aguilar, que no marcaron diferencia, del de Saprissa arribó Michael Barrantes, que puso la bola en la red al minuto 82, culminando un contragolpe morado en el que Tray Bennett le dio un “tomá metela”, que el exchuchequero no desaprovechó.
¿Dónde estuvo la diferencia? La diferencia estuvo en un equipo que las hace y otro que las pierde; en uno que explotó su labor en conjunto y le sumó pinceladas de talento individual, mientras el otro se enredó en sus torpezas y en que sus principales hombres, los llamados a marcar diferencia, sencillamente se desaparecieron o simplemente fueron borrados.
Saprissa obtiene el campeonato con merecimiento. Antes de la racha que sufrió fue el indiscutible mejor equipo del campeonato, y luego de la racha volvió para en tres partidos, solucionar sus problemas y coronarse. Así se suman campeonatos.
Síntesis
0 Alajuelense: Wardy Alfaro; Pablo Herrera, Harold Wallace (Roy Myre, 68’), Cristian Montero, Pablo Nassar, Carlos Castro, Cristian Oviedo, Pablo Gabas, Eliseo Quintanilla (Ignacio Aguilar, 57’), Víctor Núñez (Kenny Cunmingham, 46’) y Winston Parks. D.T: Luis Diego Arnáez.
1 Saprissa: Keilor Navas; Tray Bennett, Víctor Cordero, Jervis Drummond, Gabriel Badilla, Andrés Núñez, José L. López, Celso Borges, Armando Alonso, Ronald Gómez (Kendall Waston, 88’) y Alejandro Alpízar. D.T: Jeaustin Campos
Gol: 0 a 1, al minuto 82, Michael Barrantes.
Arbitro: Walter Quesada. Muy bien.
Asistentes: Leonel Leal y Alejandro Azofeifa
El mejor: José Luis López
Estadio Alejandro Morera Soto, 11 a.m.
Jeaustin aplicó la “receta de papá” y los morados son nuevamente campeones
Luis Rojas
lrojas@larepublica.net
La misma receta, los mismos ingredientes, igual resultado y al final el dulce sabor a campeón ya patentizado por el Saprissa.
Los morados levantaron ayer el platón, tras 90 minutos de control, inteligencia y paciencia a lo largo de los cuales el técnico Jeaustin Campos impuso un libreto del cual Alajuelense nunca pudo escapar.
Uno a cero fue más que suficiente, pero pudieron ser dos, tres, porque el partido fue un espejismo ya que el equipo que parecía dominante era el dominado; el que debía llevar la batuta, era impotente y torpe y aunque se esperaba una Liga llena de virtudes, lo cierto es que todos los males que padeció Alajuelense a lo largo de la temporada relucieron de nuevo y en el peor momento.
La diferencia estuvo en el medio campo. Saprissa puso peones de ajedrez: una línea con dos caballos de batalla, Celso y López con Tray y Núñez a ambos costados esperando y adelante Gómez y Alpízar con la única función de atormentar la salida rojinegra, cerrar los espacios y apurar el error del rival; Gabas nunca tuvo claridad, Quintanilla jugó su peor partido, Herrera y Castro se descarrilaron por los extremos y por si acaso, Jervis, Cordero y Badilla barrieron atrás con la poca iniciativa individual de Núñez y Parks.
Armando Alonso, por aquello del temido apellido para los rojinegros, fue quien estuvo más cercano al gol al 9’, 33’ y 45’; Borges al 27’, pero para suerte rojinegra se fueron al descanso en ceros, mientras la Liga solo asustó con una aproximación del Mambo, que Keilor tapó bien.
La complementaria se abrió con un fogonazo de Winston, que hizo lucirse de nuevo a Navas.
Saprissa había memorizado el guión, le aplicó lentitud al partido y los alajuelenses ni siquiera presionaban al árbitro para que acelerara las acciones.
La segunda parte fue fea, bien fea; del banquillo rojinegro llegaron Cunningham, Myre y Aguilar, que no marcaron diferencia, del de Saprissa arribó Michael Barrantes, que puso la bola en la red al minuto 82, culminando un contragolpe morado en el que Tray Bennett le dio un “tomá metela”, que el exchuchequero no desaprovechó.
¿Dónde estuvo la diferencia? La diferencia estuvo en un equipo que las hace y otro que las pierde; en uno que explotó su labor en conjunto y le sumó pinceladas de talento individual, mientras el otro se enredó en sus torpezas y en que sus principales hombres, los llamados a marcar diferencia, sencillamente se desaparecieron o simplemente fueron borrados.
Saprissa obtiene el campeonato con merecimiento. Antes de la racha que sufrió fue el indiscutible mejor equipo del campeonato, y luego de la racha volvió para en tres partidos, solucionar sus problemas y coronarse. Así se suman campeonatos.
Síntesis
0 Alajuelense: Wardy Alfaro; Pablo Herrera, Harold Wallace (Roy Myre, 68’), Cristian Montero, Pablo Nassar, Carlos Castro, Cristian Oviedo, Pablo Gabas, Eliseo Quintanilla (Ignacio Aguilar, 57’), Víctor Núñez (Kenny Cunmingham, 46’) y Winston Parks. D.T: Luis Diego Arnáez.
1 Saprissa: Keilor Navas; Tray Bennett, Víctor Cordero, Jervis Drummond, Gabriel Badilla, Andrés Núñez, José L. López, Celso Borges, Armando Alonso, Ronald Gómez (Kendall Waston, 88’) y Alejandro Alpízar. D.T: Jeaustin Campos
Gol: 0 a 1, al minuto 82, Michael Barrantes.
Arbitro: Walter Quesada. Muy bien.
Asistentes: Leonel Leal y Alejandro Azofeifa
El mejor: José Luis López
Estadio Alejandro Morera Soto, 11 a.m.