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FORO DE LECTORES


El indiscutible aporte de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones a nuestro desarrollo social

Brayan Bolaños Bolaños bbolanos@ulacit.ac.cr | Viernes 17 junio, 2022

Bryan

Brayan Bolaños B.

MSc. International Management.

La denominada Economía Digital, entendida como aquella economía basada en las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), se ha desarrollado a partir de la incorporación del fenómeno de Internet a la sociedad. La incorporación de nuevas y mejoradas herramientas en la comunicación y la información ha afectado al comportamiento de todos los agentes económicos. Este fenómeno ha llamado la atención de los gobiernos, que toman cada vez más en cuenta las repercusiones que está teniendo el desarrollo de la economía digital y para muestra un botón lo que estamos viviendo en Costa Rica, por lo que están planteando de forma cada vez más intensa agendas que permitan desarrollar estrategias coherentes en esta materia, lineamientos que fomenten el desarrollo económico y social.

Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, que mencionaremos a partir de ahora por sus siglas, TIC, son cada vez más potentes, más accesibles y están más extendidas por todo el mundo. Actualmente, puede decirse que esas tecnologías juegan un papel importante a la hora de determinar la competitividad, el desarrollo de los países y el bienestar de la sociedad en general, pues se han integrado en nuestra forma de vida, en las esferas profesional y personal, y eso permite que los agentes económicos estén más interconectados. Además, cada vez hay más servicios y objetos vinculados a internet, produciéndose una convergencia entre las TIC y lo que se conoce como economía digital.

Por otro lado, se observa que las TIC están generando efectos sin precedentes, que condicionan las actuaciones de consumidores, empresas y sector público.

Las TIC tienen un fuerte potencial para transformar las economías y las sociedades, a través de mejoras en la productividad, en la reducción de los costes de información y transacción, en la creación de nuevos modelos de colaboración que aumenten la eficiencia de los trabajadores y mejoren su calidad de vida, fomentando la innovación, y las mejoras de la educación y de los accesos a servicios básicos. Concretamente, el Internet de las Cosas (“Internet of Things”, IoT por sus siglas) y los grandes volúmenes de datos, tienen el potencial para abordar los principales desafíos para el desarrollo. Las nuevas oportunidades en la era del IoT incluyen la forma en que este tipo de internet puede contribuir a un desarrollo sostenible.

Estas nuevas tendencias no sólo afectan al comportamiento personal de los consumidores, sino que tienen un gran impacto en el desarrollo económico y la creación de riqueza. La utilización masiva del IoT en todos los sectores económicos implica un cambio de paradigma, ya que es posible la monitorización de cientos de elementos de una forma sencilla y la actuación de forma predictiva gracias al análisis de datos.

Se toma en cuenta la hipótesis de que existe un problema de medición de la producción, que no permite captar las mejoras derivadas del uso de las TIC. Esta hipótesis podría explicar la aparente contradicción que se vive en la actualidad entre un escaso crecimiento en el PIB y la productividad por trabajador a nivel mundial y la expansión del uso de las TIC y de la economía digital.

Los gestores económicos son conscientes de la necesidad de desarrollar una economía digital que aumente sus beneficios y permita afrontar retos como la reducción del desempleo y la lucha contra la pobreza. Para ello, no solamente se necesita un gobierno dispuesto a implantar políticas oportunas llevando a cabo actuaciones en favor de la economía digital, sino que también es necesario el desarrollo de una cooperación estrecha entre todos los agentes económicos, y también lograr una elevada calidad de las infraestructuras, calidad que permita una comunicación efectiva dentro y fuera de sus fronteras. 

La amplia accesibilidad a las TIC para todos los agentes, la confianza en la seguridad del sistema, una formación adecuada de la población y un tejido empresarial comprometido con la innovación, son determinantes clave para poder obtener el máximo beneficio de la existencia de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. No hay duda de que las TIC son un gran motor de crecimiento de la economía mundial. Cada vez en mayor medida, la interacción entre los agentes económicos se basa más en las TIC y especialmente en internet. Exhaustivos estudios ofrecen visiones puntuales de la evolución de uso de internet en diferentes países y en distintos momentos de nuestro tiempo.

Afirmamos con total convicción que la Economía Digital, las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), tema que nos ha ocupado en este análisis, tienen aún mucho que aportar y muchas incógnitas que esclarecer.







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