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El día después del Covid-19

Jonathan Prendas jonathan.prendas@gmail.com | Lunes 13 abril, 2020

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Hay un mañana después del Covid-19. La frase nos llena de optimismo porque nos alienta a quedarnos en casa y esperar el momento apropiado para abrazar, hacer deporte, trabajar, salir … pero también nos recuerda que debemos ser responsables con las decisiones que tomemos hoy, porque la pandemia dejará al país en una situación más crítica de la que tenía a inicios de este año.

El panorama no se ve para nada sencillo: de manera bastante conservadora, la calificadora de riesgo Moody´s asegura que el déficit fiscal cerrará por encima del 8% al final del 2020, al día de hoy el país cuenta a miles de desempleados adicionales (antes del Covid-19 ya había más de 300 mil personas sin trabajo) y no existe un plan de reactivación económica. De hecho, nunca ha existido.

Por eso hoy más que nunca es necesario que el gobierno ordene la casa y genere las condiciones para que la economía despegue cuando pase la crisis ocasionada por la pandemia. El primer paso debe ser identificar con seriedad los gastos estatales que no son esenciales y redireccionarlos para atender la emergencia y a los miles de afectados.

Hoy por hoy la única alternativa es destinar más recursos a combatir al virus y sus efectos. El Covid-19 implica un aumento significativo en los gastos de la Caja y del ministerio de Salud y un quebranto en la economía que tiene a miles de personas al borde de la pobreza.

El segundo paso es identificar con claridad cómo se van a invertir los recursos. El gobierno tiene que decirnos con claridad cómo va a gastar el dinero que, a través de préstamos internaciones y otras iniciativas, la Asamblea autorizó utilizar para enfrentar la crisis. Hasta el momento, no sabemos cuál es la estrategia del Ejecutivo, o si la tiene. El miércoles presentó un presupuesto extraordinario para usar ¢377 mil millones, pero le falta presentar el destino de otros recursos.

El tercer paso es mejorar la transparencia, pues en esta crisis no se vale tratar de meter goles. A los diputados nos preocupa que el Ejecutivo reconociera tardíamente que el plan PROTEGER se usará para el pago de salarios y transferencias ordinarias a las instituciones del Estado o que se aprovechara de la coyuntura para incluir en el proyecto de retiro del FCL la posibilidad de que el Banco Central pueda comprar de manera permanente títulos valores del gobierno en el mercado secundario.

En vista de que la recaudación caerá, habrá más desempleo, muchas pymes cerraron definitivamente y a otras les tomará mucho tiempo volver a producir, la siguiente acción es pensar en cómo reactivar la economía en medio de esas graves circunstancias. Acá se plantea una oportunidad para echar a andar las reformas estructurales que el país tanto necesita en términos de disminuir el tamaño del Estado y hacerlo más eficiente.

Esta crisis debe ser una plataforma para corregir los errores del pasado y, con hechos concretos, traer esperanza para los miles de costarricenses que están viviendo situaciones críticas. Es momento para que el gobierno proponga actos heroicos, pero los de verdad; es momento para que el equipo económico nos transmita confianza a través de medidas concretas.

Jonathan Prendas

Diputado

Nueva República






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