"El débito no engaña al consumidor"
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 23 febrero, 2009
"El débito no engaña al consumidor"
Uso de tarjetas para cancelar con recursos propios de los usuarios crece más rápidamente que las opciones de crédito, patrón que resultaría favorable en tiempos de recesión
Daniel Chacón
Erick Díaz
dchacon@larepublica.net
ediaz@larepublica.net
El uso de tarjetas de crédito y débito juega un rol protagónico para el consumidor, el inversionista y para los mismos bancos, en medio de las turbulencias actuales.
En la primera opción, se trata de un crédito obtenido a través del plástico, lo que podría comprometer las finanzas y capacidad de pago de los clientes en momentos de crisis. Esto podría, a su vez, aumentar las tasas de morosidad en la cartera de crédito de los bancos.
En el caso del débito, el usuario utiliza el mismo plástico para pagar, pero con sus propios recursos, lo que no compromete su endeudamiento. Además, “los bancos necesitan reforzar la liquidez y el débito ayuda en esa línea, ya que el cliente gasta lo que necesita y el resto se queda en manos del ente”, aseguró Jorge Zamora, vicepresidente de Productos para el Segmento de Consumo Masivo de MasterCard Worldwide, para América Latina y el Caribe.
Con relación a ese juego de cara o cruz, el uso del débito está creciendo a tasas más elevadas que las de crédito, y pareciera que la tendencia continuará.
“Esto nos favorece pues nuestro enemigo se llama efectivo”, según Frank Rodríguez, director de Desarrollo de Negocios de la empresa, quien también conversó con INVERSIONISTA.
¿Cuál es el volumen de tarjetas que maneja MasterCard?
Frank: En América Latina y el Caribe cerramos el cuarto trimestre de 2008 con 115 millones de tarjetas, creciendo un 16,6% frente al mismo periodo en 2007. Facturamos un volumen bruto de $44 mil millones, y cerramos con compras equivalentes a $24 mil millones, tras crecer un 13,3%.
¿Cómo se comporta la demanda de débito frente a la de crédito?
Jorge: Hay una tendencia global, y es que el débito viene creciendo a tasas más altas que el crédito. Esto porque el uso de los recursos propios se traduce en conveniencia y seguridad para el tarjetahabiente.
Para los bancos, las tarjetas de débito surgieron para reducir gastos y mejorar el manejo de sus saldos. Por ello, desde hace unos cinco años asumieron como regla el rol de promover el pago en los puntos de venta con tarjetas de débito.
¿Cómo trabajan con los bancos para masificar el uso de débito?
Frank: Hacemos un posicionamiento más que todo para darle una herramienta al consumidor. Como los bancos lo manejen es una política privada, pues pueden agregar valores como seguros, líneas de crédito, promociones, etcétera.
¿Cuál es la relación de uso de tarjetas, efectivo y cheques?
Frank: En América Latina, cerca del 30% de las transacciones está “bancarizado”, y para el resto se utiliza mayoritariamente efectivo.
Uso de tarjetas para cancelar con recursos propios de los usuarios crece más rápidamente que las opciones de crédito, patrón que resultaría favorable en tiempos de recesión
Daniel Chacón
Erick Díaz
dchacon@larepublica.net
ediaz@larepublica.net
El uso de tarjetas de crédito y débito juega un rol protagónico para el consumidor, el inversionista y para los mismos bancos, en medio de las turbulencias actuales.
En la primera opción, se trata de un crédito obtenido a través del plástico, lo que podría comprometer las finanzas y capacidad de pago de los clientes en momentos de crisis. Esto podría, a su vez, aumentar las tasas de morosidad en la cartera de crédito de los bancos.
En el caso del débito, el usuario utiliza el mismo plástico para pagar, pero con sus propios recursos, lo que no compromete su endeudamiento. Además, “los bancos necesitan reforzar la liquidez y el débito ayuda en esa línea, ya que el cliente gasta lo que necesita y el resto se queda en manos del ente”, aseguró Jorge Zamora, vicepresidente de Productos para el Segmento de Consumo Masivo de MasterCard Worldwide, para América Latina y el Caribe.
Con relación a ese juego de cara o cruz, el uso del débito está creciendo a tasas más elevadas que las de crédito, y pareciera que la tendencia continuará.
“Esto nos favorece pues nuestro enemigo se llama efectivo”, según Frank Rodríguez, director de Desarrollo de Negocios de la empresa, quien también conversó con INVERSIONISTA.
¿Cuál es el volumen de tarjetas que maneja MasterCard?
Frank: En América Latina y el Caribe cerramos el cuarto trimestre de 2008 con 115 millones de tarjetas, creciendo un 16,6% frente al mismo periodo en 2007. Facturamos un volumen bruto de $44 mil millones, y cerramos con compras equivalentes a $24 mil millones, tras crecer un 13,3%.
¿Cómo se comporta la demanda de débito frente a la de crédito?
Jorge: Hay una tendencia global, y es que el débito viene creciendo a tasas más altas que el crédito. Esto porque el uso de los recursos propios se traduce en conveniencia y seguridad para el tarjetahabiente.
Para los bancos, las tarjetas de débito surgieron para reducir gastos y mejorar el manejo de sus saldos. Por ello, desde hace unos cinco años asumieron como regla el rol de promover el pago en los puntos de venta con tarjetas de débito.
¿Cómo trabajan con los bancos para masificar el uso de débito?
Frank: Hacemos un posicionamiento más que todo para darle una herramienta al consumidor. Como los bancos lo manejen es una política privada, pues pueden agregar valores como seguros, líneas de crédito, promociones, etcétera.
¿Cuál es la relación de uso de tarjetas, efectivo y cheques?
Frank: En América Latina, cerca del 30% de las transacciones está “bancarizado”, y para el resto se utiliza mayoritariamente efectivo.