Ecología y política
| Sábado 01 febrero, 2014
Los ecosistemas recuperan rápidamente su riqueza de especies luego de la remoción de los dominantes absolutos
Ecología y política
Mucho puede aprender la ciencia política, de la ecología: principalmente de la interacción de los seres vivos y de ellos con su medio ambiente. Recordemos que los humanos somos entes biológicos y nuestras decisiones y conductas se ajustan a principios naturales que subyacen la razón, lo que permite desarrollar equilibrios entre poblaciones y garantiza nuestra sobrevivencia como especie.
Existe diversidad de especies, que en política serían las diferentes corrientes ideológicas. También existe la abundancia, es decir, el número de individuos de cada especie, partido político y su proporción dentro del todo.
La combinación de diversidad y abundancia es el perfil único que en términos ecológicos es la estructura de la comunidad o el conjunto de actores políticos de un país.
La competencia es un factor que influye sobre la abundancia así como en la composición general de las comunidades de organismos. Existe competencia dentro y entre las especies, como la que ocurre en las convenciones internas de los partidos y antes de las elecciones, respectivamente. La competencia es necesaria para desarrollar interacciones positivas entre los elementos del sistema así como para mantener la robustez y salud de los ecosistemas.
En las plantas se compite por agua, luz y nutrientes, que resultan en una serie de estrategias espacio-temporales que permiten una adecuada partición y optimización de recursos disponibles, lo que aplicándolo al medio político sería:
• Estrategia de diferenciación espacial. Especies desarrollan capacidad de especializarse para colonizar hábitats particulares como lugares muy secos o muy húmedos, etc. Dentro de cada uno las especies ocupan nichos para desempeñar funciones específicas en el ecosistema. Así que no es de extrañar la aparición de agrupaciones políticas de corte religioso o que representen segmentos particulares de la población.
• Estrategia de diferenciación temporal. Permite que especies obtengan ventajas competitivas sobre otras durante periodos específicos, algunas se ven favorecidas durante la estación seca mientras que otras en la estación lluviosa, lo que permite entender la importancia de la alternancia del poder en los Gobiernos.
• Estrategia de intercambio y compensación. Es utilizado por las especies para adaptarse a un sitio, aprovechando sus propias capacidades, las de otros o ambas. En el mutualismo dos especies reciben beneficios una de otra. En el comensalismo una se beneficia de la otra pero sin causarle perjuicio. En el parasitismo se vive a costas de la otra especie. Este último caso es común tanto en los ecosistemas como en la política.
En la naturaleza, la dominancia absoluta por periodos prolongados suele tener efectos negativos sobre la estructura de las comunidades, puede iniciarse luego de grandes alteraciones a los ecosistemas, muchas veces causadas por humanos. Experimentos realizados han demostrado que los ecosistemas recuperan rápidamente su riqueza de especies luego de la remoción de los dominantes absolutos.
Es ingenuo creer que nuestras formas de organización fueron inventadas por humanos, son simplemente adaptaciones de validaciones hechas durante millones de años en la naturaleza. Aprendamos de la ecología el valor de la coexistencia, naturalmente sujeta a la competencia, pero basada en el entendimiento, respeto y tolerancia.
Keilor Rojas Jiménez
Viceministro de Ciencia y tecnología