Dos golazos salvadores
Dinia Vargas dvargas@larepublica.net | Jueves 23 agosto, 2012
Dos golazos salvadores
La Liga no pasa del empate ante Tigres y complica su clasificación en la Liga de Campeones
Un golazo de Luis Miguel Valle cuando el reloj ya marcaba el minuto 90, se encargó de darle un empate a Alajuelense de 2-2 ante Tigres, de México, en la Liga de Campeones de la Concacaf.
El camino de los manudos se complica con esta igualdad, pero no tanto como cuando ya se sentía el pitazo final y el marcador reflejaba un 1-2 en contra del conjunto nacional.
Y es que Alajuelense se topó con dos chispazos que lo salvaron de que el equipo mexicano no se llevara los tres puntos del Morera Soto, en especial con un segundo tiempo donde quien mandó fue el visitante.
En los primeros minutos, la Liga obligada a ir por el marcador tuvo un par de intervenciones por intermedio de Allen Guevara, pero la defensa rival tomó cartas para mostrar un juego bastante parejo. Además, casi que arrancado el partido, Oscar Ramírez se vio obligado a mover el banquillo tras la lesión de Kevin Sancho.
En su lugar entró Diego Calvo, quien con costo había calentado cuando se encontró con un balón suelto cerca del borde del área, se colocó el esférico y sin pensarlo sacó un remate que se coló en el marco defendido por Aarón Fernández.
El gol resultó ser como una bofetada para Tigres que se hizo del balón y comenzó a tocar con más insistencia el marco de Patrick Pemberton. Mientras la Liga se perdía en el campo y las marcas.
Primero fue un centro al primer palo que sacó Pemberton a una mano y luego Pulido, que probó los puños del arquero, hasta que en un tiro de esquina cortó el centro, no es rechazado por Meneses y el balón le queda a Alonso Zamora para marcar el empate.
El complemento sería un recital de pases del equipo azteca, que tocaba a placer. Balón de pie a pie, pases en corto, sin meterse en complicaciones. Dominio total.
Tanta posesión acabó con el tanto de Manuel Viniegra, quien llegó totalmente solo a cabecear, mientras los manudos pedían un fuera de juego.
De ahí en adelante, Tigres siguió manejando el esférico y la Liga corriendo por todo el campo en busca de tratar de recuperarlo.
Estuvo a punto Taufic Guarch de liquidar a los liguistas, pero su disparo se fue por encima del marco.
Y sería en la última acción del partido, cuando los manudos se hicieron por fin del esférico, Meneses sacó un remate desesperado que fue rechazado por el propio Chévez, aunque con la suerte de que terminó en los pies de Valle, que sacó un remate bien dirigido y dio a la Liga un empate casi inesperado.
Dinia Vargas
dvargas@larepublica.net
La Liga no pasa del empate ante Tigres y complica su clasificación en la Liga de Campeones
El camino de los manudos se complica con esta igualdad, pero no tanto como cuando ya se sentía el pitazo final y el marcador reflejaba un 1-2 en contra del conjunto nacional.
Y es que Alajuelense se topó con dos chispazos que lo salvaron de que el equipo mexicano no se llevara los tres puntos del Morera Soto, en especial con un segundo tiempo donde quien mandó fue el visitante.
En los primeros minutos, la Liga obligada a ir por el marcador tuvo un par de intervenciones por intermedio de Allen Guevara, pero la defensa rival tomó cartas para mostrar un juego bastante parejo. Además, casi que arrancado el partido, Oscar Ramírez se vio obligado a mover el banquillo tras la lesión de Kevin Sancho.
En su lugar entró Diego Calvo, quien con costo había calentado cuando se encontró con un balón suelto cerca del borde del área, se colocó el esférico y sin pensarlo sacó un remate que se coló en el marco defendido por Aarón Fernández.
El gol resultó ser como una bofetada para Tigres que se hizo del balón y comenzó a tocar con más insistencia el marco de Patrick Pemberton. Mientras la Liga se perdía en el campo y las marcas.
Primero fue un centro al primer palo que sacó Pemberton a una mano y luego Pulido, que probó los puños del arquero, hasta que en un tiro de esquina cortó el centro, no es rechazado por Meneses y el balón le queda a Alonso Zamora para marcar el empate.
El complemento sería un recital de pases del equipo azteca, que tocaba a placer. Balón de pie a pie, pases en corto, sin meterse en complicaciones. Dominio total.
Tanta posesión acabó con el tanto de Manuel Viniegra, quien llegó totalmente solo a cabecear, mientras los manudos pedían un fuera de juego.
De ahí en adelante, Tigres siguió manejando el esférico y la Liga corriendo por todo el campo en busca de tratar de recuperarlo.
Estuvo a punto Taufic Guarch de liquidar a los liguistas, pero su disparo se fue por encima del marco.
Y sería en la última acción del partido, cuando los manudos se hicieron por fin del esférico, Meneses sacó un remate desesperado que fue rechazado por el propio Chévez, aunque con la suerte de que terminó en los pies de Valle, que sacó un remate bien dirigido y dio a la Liga un empate casi inesperado.
Dinia Vargas
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