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¿Dónde aprender finanzas?

Mónica Araya maraya@cadexco.net | Martes 29 marzo, 2016


 A pesar de los esfuerzos, la mayoría de los niños se convierten en adultos que no saben ahorrar, gastar o planear apropiadamente

¿Dónde aprender finanzas?

Parte 1

Durante la última crisis financiera, a algunos expertos les surgió la duda sobre los errores cometidos, no solo sobre el sistema financiero, sino en los procesos de enseñanza del manejo del dinero, la economía y la familia.
No es un secreto que es cada vez mayor el nivel de endeudamiento del costarricense y entonces surge la pregunta de a quién le corresponde esa responsabilidad.
La buena noticia es que más que una inquietud ya hay bancos con programas de este tipo formando en colegios y escuelas. Hay colegios que tienen consciencia de la necesidad de ir más allá de instruir en las matemáticas puras y tienen programas que se están llevando a cabo. El problema es que son iniciativas aisladas.
Es hora de reconsiderar la forma en la que educamos a los niños sobre finanzas. A pesar de los esfuerzos, la mayoría de los niños se convierten en adultos que no saben ahorrar, gastar o planear apropiadamente. Además, somos renuentes a analizar los ingresos y la deuda de nuestra propia familia, infundiendo en nuestros hijos temores e impresiones falsas que pueden perdurar durante todas sus vidas.
Pero, ¿cómo enseñar algo que muchos de los padres desconocen? Es más, hoy mismo la gran mayoría no sabe cómo hacer al menos un presupuesto.
Creo que es una buena oportunidad para ver el vaso medio lleno y emprender la tarea en familia. Esto no es un signo de debilidad de ninguno de los miembros y mucho menos de la cabeza del hogar.
Existe un consenso de que la educación financiera debe empezar en casa, pero la forma en la que muchos padres abordan el tema necesita ser revisada. “Incluso ahora, los padres hablan más de sexo con sus hijos que sobre dinero”, dice Lynsey Romo, profesora asistente de comunicación de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y quien estudia el intercambio de información dentro del núcleo familiar.
En un estudio de 2014 entre 136 niños cuyas edades fluctuaban entre los 8 y los 17 años, Romo encontró que aunque los menores reportaron que sus padres compartían información en temas generales como ahorro, solían quedarse mudos sobre asuntos sensibles, como los ingresos y la deuda específica de la familia.
A menudo, los padres temen causar ansiedad o piensan que hablar de dinero es una falta de educación. El problema es que mantener esos asuntos en secreto provoca más ansiedad que contar la verdad, lo cual puede perdurar hasta la edad adulta. En lugar de ocultar temas sensibles, Romo recomienda usar las discusiones financieras en forma didáctica.
Por ejemplo, una visita al supermercado es un buen momento para tener esa conversación, dice Anita Vangelisti, profesora de comunicación de la Universidad de Texas, en Austin. Los padres pueden explicar por qué comprar un artículo y no otro tiene más sentido desde un punto de vista económico teniendo en cuenta la calidad, los precios, el beneficio y el presupuesto de la familia.

Mónica Araya


 

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