Disputa China-Canadá: el juego político detrás de la condena a muerte de Robert Schellenberg
José Carlos Cueto - BBC News Mundo | Jueves 12 agosto, 2021
Máxima tensión entre Canadá y China.
Un día después de ratificar la condena a muerte por tráfico de drogas del canadiense Robert Lloyd Schellenberg el pasado 10 de agosto en China, la Justicia del gigante asiático sentenció al empresario Michael Spavor, también canadiense, a 11 años en prisión por supuesto espionaje.
Spavor llevaba detenido desde 2018, tras ser arrestado junto al exdiplomático canadiense Michael Kovrig.
La condena ha sido calificada por el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, como "arbitraria y absolutamente inaceptable e injusta".
Observadores internacionales interpretan las sentencias chinas como una presión sobre Canadá, cuya sistema judicial debe dictaminar si entregar a Estados Unidos a la alta ejecutiva de Huawei, Meng Wanzhou, para enfrentar cargos criminales.
Desde China se cree que el arresto de Meng, ahora en libertad condicional, se debe a motivos políticos.
El país asiático niega que los fallos contra canadienses estén vinculados al caso de la ejecutiva, aunque las detenciones de "los Michael", como se les conoce, se produjeran pocos días después de su arresto en 2018.
La crisis ha sido calificada como una "diplomacia de rehenes" y detrás se esconde un juego político internacional en crescendo del que ahora mismo se antoja una salida complicada.
En medio de la guerra comercial
Algunos expertos creen que Canadá ha quedado en medio de la guerra comercial entre China y Estados Unidos.
"La guerra comercial EE.UU.-China ha contribuido al aumento de tensiones entre China y el resto de Occidente. Joe Biden mantiene una postura dura contra Pekín que ha alimentado miedos de un mundo dividido por una nueva Guerra Fría", explica a BBC Mundo Darren Touch, experto en relaciones entre China y EE.UU. del Wilson Center en Washington.
El caso Huawei ha sido un foco constante de tensión. EE.UU. sostiene duras sanciones contra este gigante tecnológico chino y lo acusa de ser una amenaza contra la seguridad nacional.
En el marco de unas investigaciones de EE.UU. contra Huawei por posibles violaciones de sanciones a Irán, las autoridades canadienses arrestaron a Meng Wanzhou, directora financiera de la compañía e hija de su fundador, Ren Zhengfei, el 1 de diciembre de 2018.
Desde un primer momento China respondió con enojo y sus autoridades calificaron la detención de Meng como "extremadamente ofensiva e ilegal" y advirtieron a Canadá que si no la dejaban en libertad de inmediato habría "consecuencias graves".
En menos de una semana, China arrestó a los canadienses Michael Spavor y Michael Kovrig por supuestas actividades de espionaje.
Pekín dice que los Michael y Schellenberg son criminales, aunque Canadá cree que el destino de los reos está ligado al de la ejecutiva de Huawei.
Meng fue detenida justo después de que Robert Shellenberg fuera juzgado por primera vez. En su siguiente nuevo juicio, el tribunal chino aumentó su condena a muerte. Ahora la ha ratificado.
Los crímenes cometidos por "los Michael" son mucho menos claros.
"Diplomacia de rehenes"
Los expertos consultados por BBC Mundo aseguran que, en efecto, los arrestos fueron una retaliación a la detención de Meng.
"La diplomacia de rehenes forma parte de las herramientas chinas y se está empleando en este caso", comenta a BBC Mundo Paul Evans, profesor de relaciones internacionales de la región de Asia y el trans-Pacífico en la Universidad de British Columbia en Canadá.
"Todo es parte de una estrategia para presionar a Canadá y que libere a Meng. Pero en Canadá el poder judicial es independiente, sin interferencia política. En el caso de los Michael ha habido mucha falta de transparencia sobre los procedimientos, lo cual es inaceptable", complementa Touch.
Los expertos consideran que el objetivo de China es evitar a toda costa que Meng sea extraditada y juzgada en EE.UU.
"El uso de China de la 'diplomacia de los rehenes' socava el derecho internacional, ya que Pekín busca ejercer influencia sobre Canadá y otros países", añade Touch.
El lío a tres bandas entre Ottawa, Pekín y Washington parece complicado de resolver, al menos de momento.
La salida al conflicto
"Opino que la solución a este embrollo diplomático la tiene Washington, quien comenzó la crisis solicitando la extradición de Meng. Un acuerdo negociado con la fiscalía, quizás combinado con una multa muy grande para Huawei, podría ser parte de dicha solución", considera Gordon Houlden, profesor emérito del China Institute de la Universidad de Alberta en Canadá.
Paul Evans, por otra parte, opina que la solución a este conflicto dependerá si se trata como un problema diplomático y político en vez de uno legal.
"Será muy difícil buscar la solución", opina Touch.
Hay antecedentes similares a esta crisis. Sucedió en 2014, cuando la pareja de canadienses Kevin y Julia Garratt también fueron detenidos en China por presuntamente haber robado secretos de Estado.
La detención se produjo poco después de que autoridades en Canadá arrestaran al ciudadano chino Su Bin por estar involucrado en un complot para hackear sistemas con datos militares sensibles estadounidenses.
Muchos interpretaron el arresto de los Garratt como una retaliación e intento de bloqueo de China para impedir la extradición de Su a Estados Unidos.
Su Bin fue hallado culpable y condenado en 2016 en California a 46 meses de cárcel.
Julia Garratt fue puesta en libertad bajo fianza en 2015 y Kevin Garratt fue deportado en 2016, después de una visita de Trudeau a China.
"Ahora mismo no hay indicación de cuándo Pekín podría deportar a los Michael", dice Evans.
Houlden, por otra parte, no cree que la sentencia a Schellenburg se revertirá, aunque deja la puerta abierta a que "se conmute a prisión de por vida en algún momento", analiza para BBC Mundo.
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