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Deuda no da tregua a EE.UU.

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Jueves 28 julio, 2011




Deuda no da tregua a EE.UU.

Las acusaciones entre demócratas y republicanos se recrudecieron ayer con el cierre de filas en torno a sus dos planes paralelos de reducción de déficit en un nuevo capítulo de la crisis de la deuda de EE.UU. que amenaza al país con la suspensión de pagos.
La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), organismo encargado de analizar los costes de las leyes, emitió sendos informes en los que aseguraba que los recortes incluidos tanto por el plan republicano como por el de los demócratas eran menores de lo anunciado públicamente.
En la noche del martes, la CBO situó la reducción de gasto planteada por el plan que impulsa el presidente republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner, en $850 mil millones, es decir, $350 mil millones menos que los $1,2 billones originalmente avanzados.
Posteriormente, el organismo del Congreso rebajaba asimismo el volumen de recorte del plan presentado por el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, de $2,7 billones a $2,2 billones.
No obstante, ninguna de las partes mostraba signos de ceder a seis días de que se cumpla la fecha límite del 2 de agosto, en la que el Departamento del Tesoro de EE.UU. ha anunciado que el país se vería obligado a declararse en suspensión de pagos, de no aprobarse una elevación inmediata del techo de deuda, actualmente situado en $14,29 billones.
Boehner acusó al plan demócrata de contener "trucos efectistas", mientras que Reid replicó diciendo que el plan republicano llegaría muerto al Senado, de mayoría demócrata, ya que "ningún senador" de su partido lo votaría.
Asimismo, el líder republicano anunció que posponía para hoy el voto de su plan, previsto en principio para ayer, con el objetivo de ganar tiempo y convencer a varios congresistas del Tea Party, el ala más conservadora de su partido, que critican su plan por considerarlo demasiado suave.
Pese a la diferencia en el volumen de recortes, la principal fricción se halla ahora en la duración del acuerdo.
Los republicanos están dispuestos a aceptar solamente un plan de corto plazo, que llevaría a una nueva decisión sobre el techo del endeudamiento a comienzos de 2012, año en el que se celebran elecciones presidenciales.
Los demócratas se oponen, tal y como ha dicho el presidente Barack Obama, que buscará la reelección en esos comicios, ya que consideran esencial para la economía elevar el techo de deuda por un periodo "de tiempo sustancial", al menos hasta 2013.
En los últimos días, la Casa Blanca parece haber tomado algo de distancia, tras el discurso a la nación del pasado lunes en el que Obama advertía sobre las consecuencias "catastróficas" para la economía estadounidense de no subir el techo de deuda e instaba a un "acuerdo amplio y equilibrado".
En su habitual rueda de prensa diaria, Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca, afirmó que "lo que falta no es tiempo, sino voluntad" para alcanzar un acuerdo.
No obstante, Carney reiteró su confianza en que se llegará a una solución antes del 2 de agosto y se evitará el impago, "porque es mucho lo que está en juego".
No obstante, Deven Sharma, presidente de Standard & Poor's, se mostró cauto en una audiencia ante el Congreso al afirmar que cree que EE.UU. evitará caer en un suspensión de pagos y que, en realidad, el mayor riesgo para el país es la deuda a largo plazo.

Washington
EFE







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