Deuda externa costarricense baja a mínimo histórico
Wilmer Murillo wmurillo@larepublica.net | Viernes 09 noviembre, 2007
Compromisos del país son de $81 millones
Deuda externa costarricense baja a mínimo histórico
• El nivel de pérdidas también se ha reducido con respecto al PIB
Wilmer Murillo
wmurillo@larepublica.net
El nivel de la deuda externa que mantiene el país ha bajado a niveles históricos. Mientras hace una década los compromisos ascendían a unos $1.000 millones, ahora el monto es de solo $81 millones.
Esto implica que el Banco Central está mejor preparado para una hipotética variación acelerada del tipo de cambio.
Eso significa que las reservas monetarias internacionales son mayores que los pasivos con costo, que son los bonos de estabilización, depósitos en Central Directo, certificados de depósito en moneda extranjera y la deuda externa.
El balance del Banco Central muestra una situación más sana que hace tres años, y evidentemente que hace diez años.
“Hemos ido haciendo un trabajo hormiga de ir cambiando la estructura de los pasivos. Hace diez años los pasivos con costo estaban representados un 64% en moneda extranjera, pero actualmente llegan a un 16%, mientras un 87% está en colones”, dijo Francisco de Paula Gutiérrez, presidente del Banco Central.
Trasladar la deuda de dólares a colones tiene la ventaja de que la última no está sujeta a las variaciones del tipo de cambio. “Somos menos vulnerables, pues el Central tiene capacidad de producir colones, no dólares”, agregó el funcionario.
En la década de 1980 las deudas del Banco Central al extranjero llegaron a alcanzar los $2.500 millones; actualmente el débito es de solo $81 millones.
En 1998 se rebajó la deuda hasta $1.000 millones, producto de una renegociación internacional. A la fecha pasó de tener muchos pasivos en dólares a tener muchos activos en dólares, y reservas acumuladas de $3.760 millones
Los pasivos del ente emisor que no pagan intereses y en cambio generan una rentabilidad son la emisión, el encaje legal y los depósitos del Gobierno.
Paulatinamente la entidad ha ido cambiando el perfil de la deuda. Cada vez que vencen certificados de depósito en moneda extranjera ha procedido a pagarlos.
El decrecimiento de la deuda externa es producto de una mejora de la situación financiera pues ante tasas de inflación más bajas, ha requerido menos colones para pagar intereses. Actualmente, las reservas ya son mayores que los pasivos con costo.
Como resultado de esta transformación, aunque se deben $420 millones en Certificados de Depósito en moneda extranjera, esos compromisos, que son con costarricenses, han venido siendo cada vez menores, pues eran por $964 millones en 2002.
Las pérdidas como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) también experimentaron una mejoría al reducirlas del 1,06% en 2005 al 0,59% en setiembre de 2007.
La fuente de la pérdida del Central es la diferencia por intereses entre lo que gana y lo que le cuesta la deuda.
“Estamos avanzando en un círculo virtuoso en donde el esfuerzo de capitalización ayuda a reducir las pérdidas, que a su vez permite reducir la inflación y bajar las tasas nominales de interés, lo cual también coadyuva a bajar las pérdidas del Banco”, dijo Gutiérrez.
El déficit del Banco Central se financia con bonos de estabilización monetaria, inflación y con el encaje mínimo legal.
Estas soluciones no son permanentes y tienen efectos inflacionarios.
De modo que todo este proceso ha ido produciendo un menor nivel de pérdidas respecto al PIB. Esto quiere decir que el Banco está poniendo menos liquidez en la economía y sus pérdidas se han ido recortando con un financiamiento del Ministerio de Hacienda que este año será de ¢78.900 millones.
“Lo anterior implica que estamos quitando de la economía el componente inflacionario que representan las pérdidas del Banco Central”, adujo Gutiérrez.
Esto se da junto con el crecimiento de la economía en los últimos tres años de un 6% en promedio y la desdolarización, que ha generado una demanda por colones. Sin embargo, los colones que salen a circulación ahora no generan inflación porque son demandados. “El problema es cuando la gente no quiere colones y los ponemos a circular a la fuerza”, recordó Gutiérrez.
En resumen, el Banco Central no está viendo presiones cambiarias que puedan afectar la inflación. Tampoco está emitiendo colones para adquirir dólares y defender el tipo de cambio en el límite inferior de la banda.
Deuda externa costarricense baja a mínimo histórico
• El nivel de pérdidas también se ha reducido con respecto al PIB
Wilmer Murillo
wmurillo@larepublica.net
El nivel de la deuda externa que mantiene el país ha bajado a niveles históricos. Mientras hace una década los compromisos ascendían a unos $1.000 millones, ahora el monto es de solo $81 millones.
Esto implica que el Banco Central está mejor preparado para una hipotética variación acelerada del tipo de cambio.
Eso significa que las reservas monetarias internacionales son mayores que los pasivos con costo, que son los bonos de estabilización, depósitos en Central Directo, certificados de depósito en moneda extranjera y la deuda externa.
El balance del Banco Central muestra una situación más sana que hace tres años, y evidentemente que hace diez años.
“Hemos ido haciendo un trabajo hormiga de ir cambiando la estructura de los pasivos. Hace diez años los pasivos con costo estaban representados un 64% en moneda extranjera, pero actualmente llegan a un 16%, mientras un 87% está en colones”, dijo Francisco de Paula Gutiérrez, presidente del Banco Central.
Trasladar la deuda de dólares a colones tiene la ventaja de que la última no está sujeta a las variaciones del tipo de cambio. “Somos menos vulnerables, pues el Central tiene capacidad de producir colones, no dólares”, agregó el funcionario.
En la década de 1980 las deudas del Banco Central al extranjero llegaron a alcanzar los $2.500 millones; actualmente el débito es de solo $81 millones.
En 1998 se rebajó la deuda hasta $1.000 millones, producto de una renegociación internacional. A la fecha pasó de tener muchos pasivos en dólares a tener muchos activos en dólares, y reservas acumuladas de $3.760 millones
Los pasivos del ente emisor que no pagan intereses y en cambio generan una rentabilidad son la emisión, el encaje legal y los depósitos del Gobierno.
Paulatinamente la entidad ha ido cambiando el perfil de la deuda. Cada vez que vencen certificados de depósito en moneda extranjera ha procedido a pagarlos.
El decrecimiento de la deuda externa es producto de una mejora de la situación financiera pues ante tasas de inflación más bajas, ha requerido menos colones para pagar intereses. Actualmente, las reservas ya son mayores que los pasivos con costo.
Como resultado de esta transformación, aunque se deben $420 millones en Certificados de Depósito en moneda extranjera, esos compromisos, que son con costarricenses, han venido siendo cada vez menores, pues eran por $964 millones en 2002.
Las pérdidas como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) también experimentaron una mejoría al reducirlas del 1,06% en 2005 al 0,59% en setiembre de 2007.
La fuente de la pérdida del Central es la diferencia por intereses entre lo que gana y lo que le cuesta la deuda.
“Estamos avanzando en un círculo virtuoso en donde el esfuerzo de capitalización ayuda a reducir las pérdidas, que a su vez permite reducir la inflación y bajar las tasas nominales de interés, lo cual también coadyuva a bajar las pérdidas del Banco”, dijo Gutiérrez.
El déficit del Banco Central se financia con bonos de estabilización monetaria, inflación y con el encaje mínimo legal.
Estas soluciones no son permanentes y tienen efectos inflacionarios.
De modo que todo este proceso ha ido produciendo un menor nivel de pérdidas respecto al PIB. Esto quiere decir que el Banco está poniendo menos liquidez en la economía y sus pérdidas se han ido recortando con un financiamiento del Ministerio de Hacienda que este año será de ¢78.900 millones.
“Lo anterior implica que estamos quitando de la economía el componente inflacionario que representan las pérdidas del Banco Central”, adujo Gutiérrez.
Esto se da junto con el crecimiento de la economía en los últimos tres años de un 6% en promedio y la desdolarización, que ha generado una demanda por colones. Sin embargo, los colones que salen a circulación ahora no generan inflación porque son demandados. “El problema es cuando la gente no quiere colones y los ponemos a circular a la fuerza”, recordó Gutiérrez.
En resumen, el Banco Central no está viendo presiones cambiarias que puedan afectar la inflación. Tampoco está emitiendo colones para adquirir dólares y defender el tipo de cambio en el límite inferior de la banda.