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Descocheramientos

Abel Pacheco apacheco@larepublica.net | Lunes 13 junio, 2011



PARLATICA
Descocheramientos


Pido disculpas amables y pacientes lectoras y lectores, porque en mi columna anterior le atrasé el nacimiento a don Antonio Pinto nada menos que cien años, poniéndolo a ganar batallas antes de haber nacido (!).
Es que los problemas personales me han tenido medio descocherado...
¡Pero ojo!, dije descocherado, que usado también como escocherado, en parlatica significa descompuesto, inservible, chocho.
¿Y de dónde salió semejante palabrina?
Verán ustedes, es vocablo de noble linaje y gran prosapia, pues su origen arranca nada menos que de la biblia original, donde la palabra hebrea "kashér" significa alimento puro, limpio y apto para consumo humano, según la ley de la religión judía.
La rama ashkenazi yiddishparlante de este grupo étnico la convirtió en "kosher", y cuando algunos de estos emigraron a los Estados Unidos de América, el término les encantó a los nativos de aquel país, lo adoptaron y ampliaron su significado a las cosas puras y buenas más allá de lo que es comida.
Así, una amistad agradable, clara y desinteresada, pasó a ser kosher, al igual que un buen negocio o cualquier situación buena y funcionante.
Jamás sabremos cuál ashkenazi apareció por estos rumbos y nos enseñó a los ticos el significado del vocablo, pero el caso es que ya don Carlos Gagini lo menciona en su diccionario del amanecer del siglo XX. Como siempre que adoptamos algo, lo aticamos, lo achayotamos y así, cuando algo se descomponía y dejaba de funcionar, para nosotros había perdido el "kosher", y se había des-kosherado, descocherado o escocherado, como usted prefiera.
Y cuando Hitler, dada la cobardía de algunos de los jefes de estado de entonces, que no lo supieron detener a tiempo, afianzó y acrecentó su paranoia asesina y comenzó a matar por millones a los seres humanos no arios, una gran inmigración judía llegó a Costa Rica para enriquecer, entre otras cosas, nuestro idioma.
Muchos venían de Polonia y polacos los bautizamos a todos. No le tenían miedo al trabajo, y valija de muestras al hombro se lanzaron por trillos, trochas y senderos para vender ropa y cualquier tipo de chucherías a plazos.
Desde entonces, polaquear apareció como vender a plazos y polacos son aquellos que así venden su mercadería.
Los ashkenazis llegados eran muy buenos padres y sus hijos lucían limpios, bien vestiditos y sobrealimentados. De ahí que en parlatica cuando alguien luce muy "alentadito", digamos que parece un chiquito de polaco.
Me despido no sin antes pedir perdón de nuevo por haber metido la pata.
¡Shalom!

Abel Pacheco.

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