Desastroso arranque de Woods
Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Viernes 12 agosto, 2011
Desastroso arranque de Woods
El estadounidense Steve Stricker encabeza con -7, mientras Tiger está del otro lado con más +7
La pesadilla de Tiger Woods parece no terminar nunca y el estadounidense, lejos de despertar, sigue deambulando por los campos de golf, buscando a ese otro “yo”, que él mismo se ha ido encargando de enterrar.
Ayer, en el arranque de PGA Championship, último “major” de la temporada del golf, que se juega en el Atlanta Athletic Club, Woods estuvo muy lejos de la armada estadounidense que encabezada por Steve Stricker comanda el torneo, este último con una jornada de 63 golpes (-7) y seguido por sus compatriotas Jerry Kelly (-5), Shaun Micheel (-4) y Scott Verplank (-3).
Mientras tanto, al otro lado de la tabla, el “Tigre”, que siquiera luce como un “lindo gatito”, se ubica como 130, con 77 golpes (+7), por lo que hoy deberá modificar su objetivo inicial de “ganar el torneo” por el de sobrevivir, tratando de pasar el corte.
Woods, que inició la jornada con tres alentadores birdies en sus primeros cinco hoyos, flaqueó en el 15 después de una salida al agua que terminó con un doble bogey, y desde ahí se le ensombreció el día porque tendría dos doble bogeys más y cinco bogeys con un aislado birdie en el camino, que evitó un desastre mucho peor.
Para Woods esta fue su peor vuelta inaugural en un grande, la segunda peor en cualquier torneo (hizo 79 en el Australian Open de 1996) y la segunda peor en torneos de Grand Slam (81 en la tercera vuelta del British de 2002).
Su 77 de ayer también deja mal parado a su nuevo caddie y amigo de toda la vida, Byron Bell, ya que la amistad no bastó para empujar a Woods fuera de la zona de desastre en que se movió ayer, entre el agua y los Bunkers.
Stricker, otro gran amigo de Woods, fuera del campo por supuesto, tuvo una jornada limpia de siete birdies. Steve empató el récord para la mejor puntuación en una ronda en un Grand Slam de golf. Incluso estuvo a punto de convertirse en el primer golfista en la historia que logra un 62 en un torneo de esta categoría, pero su putt, desde tres metros se deslizó por el borde del hoyo.
Con respecto al ganador del US Open, el sorprendente norirlandés Rory McIIroy, terminó en empate luego de lesionarse su mano derecha desde el hoyo 3, aunque pudo terminar la ronda.
Luis Rojas
lrojas@larepublica.net
El estadounidense Steve Stricker encabeza con -7, mientras Tiger está del otro lado con más +7
La pesadilla de Tiger Woods parece no terminar nunca y el estadounidense, lejos de despertar, sigue deambulando por los campos de golf, buscando a ese otro “yo”, que él mismo se ha ido encargando de enterrar.
Ayer, en el arranque de PGA Championship, último “major” de la temporada del golf, que se juega en el Atlanta Athletic Club, Woods estuvo muy lejos de la armada estadounidense que encabezada por Steve Stricker comanda el torneo, este último con una jornada de 63 golpes (-7) y seguido por sus compatriotas Jerry Kelly (-5), Shaun Micheel (-4) y Scott Verplank (-3).
Mientras tanto, al otro lado de la tabla, el “Tigre”, que siquiera luce como un “lindo gatito”, se ubica como 130, con 77 golpes (+7), por lo que hoy deberá modificar su objetivo inicial de “ganar el torneo” por el de sobrevivir, tratando de pasar el corte.
Woods, que inició la jornada con tres alentadores birdies en sus primeros cinco hoyos, flaqueó en el 15 después de una salida al agua que terminó con un doble bogey, y desde ahí se le ensombreció el día porque tendría dos doble bogeys más y cinco bogeys con un aislado birdie en el camino, que evitó un desastre mucho peor.
Para Woods esta fue su peor vuelta inaugural en un grande, la segunda peor en cualquier torneo (hizo 79 en el Australian Open de 1996) y la segunda peor en torneos de Grand Slam (81 en la tercera vuelta del British de 2002).
Su 77 de ayer también deja mal parado a su nuevo caddie y amigo de toda la vida, Byron Bell, ya que la amistad no bastó para empujar a Woods fuera de la zona de desastre en que se movió ayer, entre el agua y los Bunkers.
Stricker, otro gran amigo de Woods, fuera del campo por supuesto, tuvo una jornada limpia de siete birdies. Steve empató el récord para la mejor puntuación en una ronda en un Grand Slam de golf. Incluso estuvo a punto de convertirse en el primer golfista en la historia que logra un 62 en un torneo de esta categoría, pero su putt, desde tres metros se deslizó por el borde del hoyo.
Con respecto al ganador del US Open, el sorprendente norirlandés Rory McIIroy, terminó en empate luego de lesionarse su mano derecha desde el hoyo 3, aunque pudo terminar la ronda.
Luis Rojas
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