Logo La República

Martes, 23 de abril de 2024



NACIONALES


"Defraudación aduanera golpea las finanzas"

Wilmer Murillo wmurillo@larepublica.net | Jueves 24 septiembre, 2009




Afirma economista Bernal Jiménez Monge
“Defraudación aduanera golpea las finanzas”
Su control, un plan de edificaciones públicas y una reducción de los intereses plantea el especialista para reactivar economía

La defraudación es inmensa en las aduanas y es hacia donde el Ministerio de Hacienda debería dirigir sus baterías para buscar recursos para una conjugación del déficit de las finanzas públicas, dijo Bernal Jiménez Monge, economista.
Hace bien esta cartera en seguir mejorando la administración tributaria. La actual Ministra es eficiente y puede hacer cambios notables, pero debe poner atención en las aduanas y en su momento deberá plantear una reforma tributaria, como parte de un plan de estímulo a la producción.
“En lo inmediato bajar los intereses y considerar un plan de inversión pública, conjugada con sentido social ayudará a la reactivación de la economía”, comentó a LA REPUBLICA Bernal Jiménez, ex presidente del Banco Central, ex diputado y ex ministro de Hacienda.

¿Cree que se ha iniciado la recuperación?
Los vientos que corren es lo que indican, pero vendría con distinta intensidad en los diferentes países. En China la recuperación será rápida. En Europa el decrecimiento se ha reducido y en Estados Unidos, se nota alguna recuperación industrial. Sin embargo, será lenta y tenderá a subir y bajar en forma de W. No será inmediata.

¿Qué puede hacer Costa Rica para la recuperación?
La crisis se da por la caída en la llamada demanda efectiva: consumo, más inversión, más exportaciones, menos importaciones. Ese es el producto nacional.
En materia de exportaciones puede hacer muy poco. En cambio en turismo podría hacer mucho. El Gobierno y los hoteleros podrían gastar más dinero para buscar una mayor participación del país en la torta turística mundial. Respecto al componente de inversión extranjera se ha acertado con la aprobación de tratados comerciales y la reciente aprobación de la Ley de Zonas Francas. Eso es respecto a los factores exógenos.

Con respecto a las medidas internas, ¿cómo se puede activar la demanda efectiva?
El gobierno de Arias acertó en estimular la economía con subsidios a miles de estudiantes y jubilados de bajo ingreso. El siguiente paso debería ser un plan de construcción de carreteras, puertos, pero sobre todo de edificaciones públicas, es decir casas de interés social, eliminación de tugurios, escuelas y de esta forma compensar la caída en el sector de la construcción. No olvidemos lo que dijo Keynes de que en tiempos de crisis hay que reactivar la economía. Esta sería una forma.

¿Cómo juzga el trabajo del Banco Central de cara a la desaceleración de la economía?
Ha mejorado mucho al bajar la inflación por políticas propias y políticas del exterior. Lo que tiene que hacer es atender dos cosas: que la inflación no se vaya a soltar después de la recuperación y, dos, pensar en bajar un poco las tasas de interés para reactivar la economía.

¿Ante el deterioro de las finanzas públicas, qué debería hacer el Ministerio de Hacienda?
El déficit no se puede calificar de bueno o malo.
Depende de las tasas de interés, de las condiciones en que se contratan los créditos y el uso que se está dando a los recursos públicos.
En estos momentos hay recursos y la política fiscal debe ser anticíclica.
Don Ricardo decía que desde el punto de vista fiscal, el mejor ministro de Hacienda es una buena cosecha de café.
En nuestros días el mejor ministro es hacer crecer el Producto Interno Bruto.

El país recibió suficiente ayuda externa. ¿Debería emplearla para reactivar la economía?
El Gobierno debería emplear esos recursos externos para estimular la obra pública. Son dineros que no causan inflación ni problemas deficitarios que se pueden canalizar a la construcción de casas, reconstrucción y construcción de Ebais, aduanas, y escuelas.

Wilmer Murillo
wmurillo@larepublica.net






© 2024 Republica Media Group todos los derechos reservados.