Debe surgir un acuerdo en Cancún
Debe surgir un acuerdo vinculante que sustituya el de Kioto y que firmen al menos todos los países desarrollados y emergentes, que son los más contaminantes
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Miércoles 08 diciembre, 2010
Entre las importantes noticias relacionadas con la invasión de Nicaragua a nuestro país y las revelaciones hechas por Wikileaks al mundo, no se puede restar importancia a un encuentro que debería servir para llegar a acuerdos trascendentales.
La XVI cumbre de la Organización de las Naciones Unidas sobre cambio climático se lleva a cabo en Cancún, México, entre posiciones encontradas, desacuerdos, críticas y sin que se tenga claro a la hora de escribir esto ayer, si producirá algún documento importante.
Este podría consistir en un nuevo acuerdo vinculante que sustituya al Protocolo de Kioto y que firmen al menos todos los países desarrollados y emergentes, que son los más contaminantes.
No obstante, lo que trasciende de esta cita hasta la fecha pareciera más bien demostrar una incapacidad del mundo para llegar a algo tan necesario y urgente.
La esperanza es, sin embargo, que luego de las conversaciones y debates de estos días, haya madurado el sentido de responsabilidad y se llegue al acuerdo que los habitantes del planeta merecen.
Por el momento, la posición de China, que no es signatario de Kioto (que expira en 2012), al ser país en desarrollo no se considera obligado a reducir emisiones contaminantes pese a que muchos lo consideran el mayor contaminador.
Japón y Canadá dicen que no cederán posiciones a menos que Estados Unidos (que no ratificó Kioto) y China tomen medidas de mitigación equivalentes a las que ellos han efectuado.
Brasil, Sudáfrica, India y China, el bloque conocido como BASIC, presenta elementos que consideran innegociables, entre ellos que haya un compromiso para que, tras su expiración, el Protocolo de Kioto se amplíe. Brasil advierte que la negativa de Japón de sumarse a un segundo periodo de Kioto, pone en peligro el éxito de la cumbre.
Para los países del BASIC “no tiene sentido” pensar en un acuerdo global de reducción de emisiones sin Estados Unidos, el mayor emisor del mundo, que solo ofreció recortarlas un 17% en 2020 respecto a los niveles de 2005, lo que consideran “muy decepcionante”.
Sobre la financiación rápida, de la que no se beneficia el BASIC, este dijo que no ha sido ni rápida ni cuantiosa pese a ser parte esencial del Acuerdo de Copenhague.
Así las cosas, lo único que parece asomar en este poco claro horizonte es que aspiran a preparar mejor el terreno y posponer la responsabilidad de llegar a los acuerdos que deberían tomarse con urgencia para el año entrante en la cita de Johannesburgo, en Sudáfrica.