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De los empleados en nuestro país

Claudia Barrionuevo claudia@chirripo.or.cr | Lunes 10 noviembre, 2014


Los dirigentes sindicales parecen pertenecer al Servicio Civil: son inamovibles y se creen intocables


De los empleados en nuestro país

El régimen de Servicio Civil de Costa Rica es un sistema jurídico-administrativo que pretende atraer y mantener a los empleados más aptos y calificados en la función pública. Pertenecer a este régimen, es decir, ser propietario de una plaza vitalicia, es el sueño de muchos.
Algunos crecen y se convierten en excelentes servidores públicos. Otros simplemente se aprovechan del hecho de que no pueden ser despedidos (excepto por faltas muy graves) para cumplir con la mínimas exigencias (“marcar tarjeta”).
Las ventajas son múltiples aunque, en los funcionarios con menor responsabilidad, el sueldo no es muy alto. Son muchísimos: excelentes, buenos, mediocres y pésimos. De todo hay en la viña del Estado.
La empresa privada en nuestro país es mucho más libre, para beneficio de los patronos, y poco proteccionista, para desventaja de los empleados. Algunos trabajadores tienen un contrato de uno o pocos años y ciertas prerrogativas (seguridad social, aguinaldo, vacaciones, etc.).
Otros dan “servicios profesionales” y pueden ganar mejor, pero carecen de beneficios. Ambos (los contratados y los temporales), también, son muchísimos. A los excelentes les puede ir mejor que a los pésimos pero (sin que exista un régimen de Servicio Civil en lo privado) los amigos, chupamedias, o los familiares de los jefes, a veces gozan de más beneficios y oportunidades, independientemente de su rendimiento.
Por otra parte están los trabajadores independientes, esos que siempre trabajan “free lance”. Cotizan en la Caja Costarricense de Seguro Social, tienen que estar inscritos en Tributación y, en la mayoría de los casos, es más lo que pagan que lo que ganan. No tienen garantías: ni vacaciones, ni aguinaldo; difíciles incapacidades y cero certeza sobre el futuro.
Los gerentes de las empresas privadas ganan fortunas pero pueden ser despedidos en cualquier momento. Los patronos o dueños siempre estarán ahí: encima de todos.
Los dirigentes sindicales parecen pertenecer al Servicio Civil: son inamovibles y se creen intocables. Que Ronaldo Blear, secretario general del Sindicato de Japdeva (Sintrajap), haya quemado una foto del presidente Luis Guillermo Solís es inaceptable. Por más que pida disculpas no tiene justificación. Nos ofende a todos.
Y ahora vamos al Clero. ¿Qué es un obispo? Un sacerdote que recibe el sacramento de la orden en su máximo grado. Hasta donde yo sabía un obispo tenía su cargo de por vida. A menos que el Papa lo remueva. Ha pasado. Rogelio Livieres Plano, obispo conservador paraguayo, seguidor del Opus Dei, fue destituido por el papa Bergoglio por encubrimiento de pederastia y tortura y malos manejos financieros.
Reconozco que no sé si en otras iglesias, por ejemplo, la luterana, los obispos tienen un contrato que se vence en una fecha. Según la información dada por la prensa, un obispo luterano tiene un contrato temporal. Como un empleado de alta categoría, supongo, pero empleado al fin. Igual que alguien que trabaja para una empresa… no sé… para ¿Le Cirque du Soleil?

Claudia Barrionuevo
claudia@barrionuevoyasociados.com



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