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COLUMNISTAS


Datos claves para promover la reactivación

Gerardo Corrales gcorralesbrenes@gmail.com | Martes 30 abril, 2019


Para iniciar un Plan de Reactivación Económica hay que tener claro dónde se origina el empleo, así como el valor agregado a la producción por parte de las diferentes actividades económicas del país.

En la página oficial del Banco Central ( www.bccr.fi.cr ), en la sección de Indicadores Económicos, Producción y Empleo, es posible elaborar información relevante como la que aquí se presenta.


Nivel de Ocupados por Actividad Económica, Miles, 2010-2018


Empleo por Actividad (miles) 2010 2018 Variac. Absoluta Crecimiento Anual
Promedio
Comercio 382 367 -15 -0,5%
Servicios 211 293 82 4,2%
Agricultura 215 266 51 2,7%
Industria 200 240 40 2,3%
Empleos Domésticos 118 159 41 3,8%
Construcción 107 140 33 3,4%
Turismo 97 131 34 3,8%
Enseñanza 118 120 2 0,2%
Transporte 98 110 12 1,4%
Adm. Pública, Seguridad y Seguro Social 115 86 -29 -3,5%
Salud y Asistencia Social 73 85 11 1,8%
Banca y Seguros 50 46 -5 -1,2%
Infocomunicación 16 37 21 11,1%
Electricidad y Agua 47 24 -23 -8,1%
Inmobiliario 7 19 12 12,5%
Otros 31 42 11 4,0%
Total 1886 2165 279 1,7%

El cuadro # 1 que tiene como fuente la Encuesta Continua de Empleo producida por el Instituto Nacional de Estadística y Censos ( INEC ), indica que en el país al cierre del 2018, existen 2.1 millones de ocupados, cifra que ha crecido desde el 2010 en 279 mil nuevos empleos netos, creciendo a un ritmo anual promedio del 1.7%.

Se observa que las principales actividades generadoras de empleo son el comercio, los servicios, la agricultura, la industria, los empleos domésticos y la construcción, donde se concentra casi el 70% del empleo total.

Durante dicho período, el empleo ha venido creciendo a un ritmo anual promedio, de un 1.7%, pero destacan actividades como la info-comunicación, los servicios, el sector inmobiliario, el turismo y la construcción que superan de forma significativa dicho porcentaje.

Por el contrario, pierden importancia la actividad de electricidad, agua, la administración pública, seguridad y la protección social. Destaca también el sector comercio, el cual siempre ha sido un motor dinámico de la economía, pero durante el período en análisis, decreció en 15 mil puestos de trabajo, producto de la desaceleración en que se encuentra sumido el país.

El cuadro # 2, muestra cómo ha cambiado la estructura del empleo en la actividad productiva desde el año 2010 a la fecha.


Estructura del Empleo por Actividad Económica, 2010-2018


Estructura del Empleo por Actividad 2010 2018 Variación
Comercio 20,2% 17,0% -3,3%
Servicios 11,2% 13,5% 2,3%
Agricultura 11,4% 12,3% 0,9%
Industria 10,6% 11,1% 0,5%
Empleos Domésticos 6,3% 7,4% 1,1%
Construcción 5,7% 6,5% 0,8%
Turismo 5,2% 6,0% 0,9%
Enseñanza 6,2% 5,5% -0,7%
Transporte 5,2% 5,1% -0,1%
Adm. Pública, Seguridad y Seguro Social 6,1% 4,0% -2,1%
Salud y Asistencia Social 3,9% 3,9% 0,0%
Banca y Seguros 2,7% 2,1% -0,6%
Infocomunicación 0,9% 1,7% 0,9%
Electricidad y Agua 2,5% 1,1% -1,4%
Inmobiliario 0,4% 0,9% 0,5%
Otros 1,6% 1,9% 0,3%
Total 100% 100%

Los servicios, la info-comunicación, el turismo, la agricultura y construcción ganan importancia relativa en la generación de empleo en detrimento del comercio, la administración pública, electricidad, agua y la enseñanza.

Desde el punto de vista del valor de la producción en términos reales, es decir, sin tomar en cuenta el incremento de los precios, sino solamente el crecimiento del volumen, el cuadro # 3 nos muestra la evolución del valor agregado o aportado por actividad económica del 2010 al 2018.


Valor Agregado Antes de Impuestos por Actividad, Millones de US $ en Términos Reales, 2010 y 2018



Concepto 2010 2018 Crecimiento Anual Promedio
Valor agregado Antes Impuestos 36.702 44.388 2,4%
Enseñanza, Salud, Atención Social 5.914 6.466 1,1%
Industria 3.887 5.990 5,6%
Servicios Profesionales y Apoyo 5.559 5.737 0,4%
Comercio 3.761 4.675 2,8%
Inmobiliario 3.437 3.816 1,3%
Banca y Seguros 1.726 3.031 7,3%
Agricultura 2.246 2.386 0.8%
Construcción 2.223 2.180 -0.2%
Infocomunicación 1.241 2.151 7.1%
Transporte 1.876 1.895 0.1%
Administración Pública 1.500 1.872 2.8%
Turismo 1.120 1.503 3.7%
Otras actividades 1.096 1.464 3.7%
Electricidad y agua 1.115 1.221 1.1%

No esperaba ver encabezando esa lista al sector de enseñanza, salud y atención social, es decir, como el de mayor valor agregado en nuestra economía. Le sigue la industria, especialmente la relacionada con el régimen preferencial de Zonas Francas, los servicios, el comercio y el sector inmobiliario.

El cuadro #4, muestra la evolución de la estructura del sector productivo por actividad, donde la industria aumenta su peso en la producción en cerca de tres puntos porcentuales más (especialmente el sector de ciencias de la vida ), seguido de banca y seguros y el sector de info-comunicación, después de la apertura del sector de telecomunicaciones.

El sector servicios como un todo, pierde importancia relativa en su aporte a la producción del país, seguido de la enseñanza, salud, atención social, construcción, el sector inmobiliario y transporte.


Estructura del Valor Agregado por Actividad Económica, 2010 y 2018


Concepto 2010 2018 Variación
Valor agregado Antes Impuestos 100,0% 100,0% 0,0%
Enseñanza, Salud, Atención Social 16,1% 14,6% -1,5%
Industria 10,6% 13,5% 2,9%
Servicios Profesionales y Apoyo 15,1% 12,9% -2,2%
Comercio 10,2% 10,5% 0,3%
Inmobiliario 9,4% 8,6% -0,8%
Banca y Seguros 4,7% 6,8% 2,1%
Agricultura 6,1% 5,4% -0,7%
Construcción 6,1% 4,9% -1,1%
Infocomunicación 3,4% 4,8% 1,5%
Transporte 5,1% 4,3% -0,8%
Administración Pública 4,1% 4,2% 0,1%
Turismo 3,1% 3,4% 0,3%
Otras actividades 3,0% 3,3% 0,3%
Electricidad y agua 3,0% 2,8% -0,3%

Después de este repaso rápido del empleo y la producción, importa conocer hacia dónde va el crédito del Sistema Financiero Nacional, pues este es un motor vital para la aceleración del crecimiento.

Para ello, en la página oficial de la Superintendencia General de Entidades Financieras (www.sugef.fi.cr), aparece un apartado de información crediticia, específicamente en el reporte ¨ Cartera de Crédito clasificada por Actividad Económica y Días de Atraso ¨ en donde en forma laboriosa, es posible elaborar un reporte como el que se muestra en el cuadro #5.


Sistema Financiero Nacional, Saldo de Crédito a Diciembre 2018 por Actividad Económica y Entidad, Millones de US $


Actividad Banca Privada Banca estatal Cooperativas Mutuales Financieras SFN
Agricultura 319 686 82 0 7 1.094
Industria 570 772 9 0 9 1.360
Electricidad y Agua 58 1.093 1 0 5 1.156
Construcción 419 526 316 235 43 1.539
Comercio 2.180 942 208 32 57 3.420
Turismo 105 160 7 0 1 273
Transporte 144 186 13 0 14 356
Financiero 525 461 66 0 3 1.056
Inmobiliario 804 53 26 59 23 964
Enseñanza 17 23 4 0 2 45
Servicios 1.547 4.181 80 0 60 5.867
Administración Püblica 42 16 25 0 44 127
Otras actividades 227 369 24 164 2 786
Subtotal Banca Corporativa 6.957 9.465 861 491 269 18.043
Vivienda 2.981 4.175 602 805 5 8.568
Consumo 660 2.460 3.983 86 11 7.201
Tarjetas de Crédito 1.892 437 69 0 44 2.442
Vehículos 702 353 96 11 107 1.268
Subtotal Banca Personas 6.234 7.425 4.750 902 167 19.478
Total Crédito 13.191 16.890 5.611 1.393 436 37.521

El total de crédito del Sistema Financiero Nacional (SFN) a diciembre del 2018, superó los $37 mil millones, de cuales $30 mil se originan el Sistema Bancario Nacional (SBN), 56% de ello en la banca estatal (incluye el Banco Popular) y un 44% en la banca privada. Los restantes $7.400 millones se originaron en otro tipo de entidades, donde destacan las Cooperativas de Ahorro y Crédito que absorben un 75% de dicho monto; un 19% las Mutuales y un 6% las Financieras.

Desde el punto de vista del destino del crédito, la mayoría es absorbido por la banca dirigida a personas con cerca de $19.500 millones, donde destaca el crédito para vivienda o hipotecario de casa de habitación con aproximadamente $8.600 millones; el crédito de consumo o personal con $7.200 millones; tarjetas de crédito con $2.442 millones y el financiamiento de vehículos o prendario con $1.268 millones.

La diferencia del crédito total, cerca de $18 mil millones, es absorbido en su mayoría por el sector servicios; comercio y construcción.

En el cuadro # 6 de puede observar la estructura de cartera por actividad económica para todo el Sistema Financiero, Sistema Bancario, Banca Estatal, Banca Privada, Otras Entidades, así como a nivel individual según los participantes en banca privada y banca estatal.

Se observa que el Sistema Financiero Nacional está más orientado a la banca personal con un 52% del crédito total. Esta estructura es más definida en las Otras Entidades donde el 78% de su cartera de crédito se dedica a este sector, mientras que, en los bancos privados y estatales, la importancia es mayor en el sector empresarial o corporativo.

Por actividad económica, casi el 23% de los $37.5 miles de millones, se van a financiar vivienda; 19% crédito personal o de consumo; 16% servicios; 9% comercio y 6,5% tarjetas de crédito.

Destaca que el crédito colocado en agricultura apenas llega al 2,9% y en la industria 3.6% del total. Ambos sectores en la banca estatal representan menos del 10%, cuando fue el origen histórico de la monopolización de la banca en la Segunda República, así como la justificación de otorgarle a dichas entidades la garantía soberana del Estado sobre todas sus captaciones. Siendo esto así, la pregunta obvia es si dicha garantía se debe seguir sosteniendo, pues constituyendo un riesgo contingente para el Gobierno, que tiene hoy una situación fiscal deficitaria creciente.


Estructura de Crédito a Diciembre 2018 por Actividad Económica y Entidad


Actividad Banca Privada Banca estatal Cooperativas Mutuales Financieras SFN
Agricultura 2,4% 4,1% 1,5% 0,0% 1,7% 2,9%
Industria 4,3% 4,6% 0,2% 0,0% 2,2% 3,6%
Electricidad y Agua 0,4% 6,5% 0,0% 0,0% 1,0% 3,1%
Construcción 3,2% 3,1% 5,6% 16,9% 9,8% 4,1%
Comercio 16,5% 5,6% 3,7% 2,3% 13,0% 9,1%
Turismo 0,8% 0,9% 0,1% 0,0% 0,3% 0,7%
Transporte 1,1% 1,1% 0,2% 0,0% 3,2% 0,9%
Financiero 4,0% 2,7% 1,2% 0,0% 0,7% 2,8%
Inmobiliario 6,1% 0,3% 0,5% 4,2% 5,3% 2,6%
Enseñanza 0,1% 0,1% 0,1% 0,0% 0,4% 0,1%
Servicios 11,7% 24,8% 1,4% 0,0% 13,7% 15,6%
Administración Püblica 0,3% 0,1% 0,4% 0,0% 10,1% 0,3%
Otras actividades 1,7% 2,2% 0,4% 11,8% 0,5% 2,1%
Subtotal Banca Corporativa 52,7% 56,0% 15,3% 35,2% 61,8% 48,1%
Vivienda 22,6% 24,7% 10,7% 57,8% 1,1% 22,8%
Consumo 5,0% 14,6% 71,0% 6,2% 2,6% 19,2%
Tarjetas de Crédito 14,3% 2,6% 1,2% 0,0% 10,0% 6,5%
Vehículos 5,3% 2,1% 1,7% 0,8% 24,5% 3,4%
Subtotal Banca Personas 47,3% 44,0% 84,7% 64,8% 38,2% 51,9%
Total Crédito 100% 100% 100% 100% 100% 100%

La banca estatal muestra una preferencia por colocar crédito en vivienda, servicios, consumo y comercio. Por su parte, la banca privada se inclina por vivienda, tarjetas de crédito, comercio y servicios. Finalmente, las otras entidades claramente están enfocadas en crédito de consumo, especialmente las Cooperativas; vivienda y construcción.

Llama la atención que en los bancos del Estado, solo el 2,6% de la cartera se encuentra colocada en tarjetas de crédito, mientras que para la banca privada ese segmento del mercado representa casi seis veces más en sus carteras.

El cuadro #7 nos detalla la participación de mercado de los diferentes intermediarios en cada una de las actividades económicas.

Por ejemplo, para el sector más importante de colocación crediticia, Vivienda, que absorbe el 22,8% del crédito total, casi el 75% del mismo está dominado por el Banco Nacional; Costa Rica; BAC; las Mutuales y el Banco Popular, en dicho orden respectivamente.

El segundo sector al cual va el crédito del SFN, con un 19.2%, es claramente dominado por las Cooperativas de Ahorro y Crédito que absorben en conjunto el 55% de ese mercado; seguidas por el Banco Popular con un 22%; la banca privada con un 9% y luego más abajo, el Banco de Costa Rica y el Banco Nacional, con participaciones entre el 6% y 5%.

El sector servicios, que se lleva el 15,6% del crédito, es dominado claramente por los bancos estatales con porcentajes entre el 35% y 33% para el banco Nacional y Costa Rica respectivamente; luego más abajo Scotiabank con 11% y BAC con 7% de participación.

Con un 9,1% del mercado de crédito, el comercio está claramente dominado por la banca privada que se lleva el 64% de este sector, destacando Scotiabank, Davivienda y BAC. A nivel de los bancos estatales, la participación es principalmente del Banco Nacional seguido del Popular.

El polémico sector de tarjetas de crédito que absorbe el 6,5% del total del crédito, es totalmente dominado por la banca privada quien controla casi el 80% de participación, con un absoluto dominio de BAC con el 43% de este segmento, seguido con bastante diferencia atrás, por Scotiabank y Promérica. La banca estatal ha sido muy tímida en este mercado con un market share en conjunto menor al 20%, a pesar de tener el control absoluto del fondeo barato en colones proveniente de cuentas corrientes y cuentas de ahorro, lo cual podría evidenciar falta de visión estratégica o bien, poco conocimiento de este nicho de mercado. Se concluye que es necesaria una participación más activa de este grupo, para promover una mayor competencia en este segmento y lograr ofrecer tasas de interés más competitivas para los tarjetabientes del país.

En conclusión, un verdadero Plan de Reactivación Económica, debe analizar más en detalle estos datos de producción, empleo y crédito a fin de diseñar programas coordinados que permitan un mejor acceso a facilidades crediticias, en proyectos que sean viables económica y financieramente, pues hay que recordar que el fondeo principal del SFN son ahorros de los costarricenses, para aquellos sectores que tengan efectos multiplicadores mayores y ojalá de gran impacto en la generación de oportunidades de empleo.

Bajo dicha concepción, hay que poner en la mesa el futuro de la garantía ilimitada de depósitos de los bancos del Estado, que hoy concentran sus colocaciones en servicios, vivienda y consumo, compitiendo como cualquier banco comercial y con una labor de promoción del desarrollo muy tímida en sectores como turismo, comercio, industria y agricultura.

Las Cooperativas de Ahorro y Crédito muestran un exceso de concentración de sus portafolios en crédito de consumo o personal, donde sacan beneficio de su exoneración del pago de impuestos, por lo que hay que cuestionarse que si el mismo se mantiene, hay que exigir que estas entidades diversifiquen sus colocaciones en su propio beneficio y que paralelamente, sujeto al análisis de riesgo, apoyen sectores estratégicos para la reactivación.

La banca privada, salvo por el caso de BAC y Scotia, es una banca comercial más destinada a la banca corporativa, concentrada en su mayoría en cubrir requerimientos de capital de trabajo para las grandes empresas, por lo que de igual manera, deberían ser más participes de los encadenamientos productivos para promover el desarrollo de pequeñas y medianas empresas, lo cual exige tener un conocimiento mayor de ese segmento así como diferentes metodologías de análisis y perfiles de sus ejecutivos para atender estos nichos de mercado. También, por los tamaños cada vez más pequeños de algunos de estos jugadores, es de esperar una mayor consolidación de este segmento a futuro.

Finalmente, una llamada de atención a la SUGEF y a los bancos, dado que elaborar este tipo de información requiere hoy mucho trabajo manual y además, evidentemente hay problemas de calidad de información pues algunos bancos no están reportando actividad en segmentos como turismo, vehículos, servicios o bien, no distribuyen la información en las diferentes sub-agregados de cada actividad económica, lo cual limita el análisis y la riqueza de las comparaciones.




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