Cuentas olímpicas aumentarán aún más
Bloomberg | Viernes 14 febrero, 2014
Cuentas olímpicas aumentarán aún más
El costo récord de las Olimpiadas de Invierno del presidente Vladimir Putin seguirá trepando mucho después que los atletas se hayan ido a casa y se apague la llama olímpica en Sochi.
Rusia, que ya gastó 1,53 billón de rublos ($44 mil millones) para organizar sus primeros Juegos de Invierno, podría tener que gastar hasta $7 mil millones más en los próximos tres años para mantener las instalaciones y otras obras de infraestructura nuevas en los alrededores de Sochi, dijeron dos funcionarios que participaron en el planeamiento.
Esa suma es aproximadamente la misma que gastó Canadá en total en las Olimpiadas de Vancouver de 2010.
Nadie sabe a cuánto ascenderá la cuenta final porque el gobierno no ha decidido aún qué va a hacer exactamente con las instalaciones, agregaron los funcionarios, que pidieron no ser identificados porque las conversaciones sobre presupuesto son confidenciales.
Lo que sí está claro es que, en el apuro por tener lista la ciudad de Sochi, los planes post-olímpicos no se pensaron detenidamente. En consecuencia, el gasto anual será decenas de veces más alto que lo calculado, profundizando el déficit de presupuesto, explicaron.
“Las opciones de uso para después de los juegos deben ser tenidas en cuenta en el planeamiento de los organizadores de las Olimpiadas desde un principio”, señaló Costas Mitropoulos, ex responsable del fondo griego que supervisa la venta de las instalaciones de los Juegos de Atenas. “La cuestión no es el costo de mantenimiento sino que se desperdicien recursos de capital”, dijo Mitropoulos, actualmente director ejecutivo de PwC en Atenas, en un correo electrónico.
Grecia, que gastó $11.600 millones -suma que en aquel momento fue récord- para organizar las Olimpiadas de Verano de 2004, todavía tiene dificultades para desarrollar Hellenikon, el antiguo aeropuerto donde se construyeron varias instalaciones.
El sitio, que duplica en tamaño a Central Park de Nueva York, es ahora la propiedad urbana no utilizada más grande de Europa y el símbolo de un país que trata de recuperarse de seis años de recesión.
El presidente Putin, que supervisó personalmente la transformación de Sochi de una tranquila y aislada ciudad soviética sobre el mar Negro en una deslumbrante atracción turística y deportiva, les dijo esta semana a sus 400 mil habitantes que no debían contar con los fondos federales para continuar su desarrollo.
“No se pueden esperar más inversiones después de la enorme cantidad de recursos invertidos aquí”, declaró Putin en una reunión con los ciudadanos de Sochi que tuvo lugar el 10 de febrero. “Pese a todo el amor por Sochi, ahora debe desarrollarse por medios muy distintos”.
Bloomberg