Cuando las crisis familiares afectan el trabajo
Melissa González mgonzalezt@larepublica.net | Jueves 08 julio, 2010
Cuando las crisis familiares afectan el trabajo
Un problema personal puede llevarlo a bajar su productividad; no trate de ocultarlo, lo mejor es que lo comunique a su líder
En el pasado se enseñaba que los problemas de la casa se debían dejar guardados para no afectar lo laboral, sin embargo, el paso de los años ha demostrado que siempre influyen, por eso en lugar de tratar de ignorarlo, lo mejor es saber cómo manejarlos.
Tomar conciencia sobre la situación es el primer paso, ya que una crisis familiar incluso puede dañar la productividad, lo que al final de cuentas afecta directamente a la empresa.
Ante eso se recomienda la comunicación con el jefe inmediato.
“Se debe hablar sobre el problema no para determinar la solución, sino para tomar una medida que beneficie tanto al empleado como a la empresa, esta puede ser separarlo momentáneamente del puesto mientras supera la situación”, recomendó Helen Badilla, consultora empresarial.
Una crisis puede ser emocional, como un divorcio, o incluso económica.
Para esta última Badilla recomienda a los jefes del empleado ayudarlo a buscar un plan para salir de la crisis o darle orientación para que la encuentre él mismo.
Menor rendimiento y baja la tolerancia le puede ayudar a detectar si algún colaborador pasa por una etapa difícil.
“El jefe tiene la obligación de actuar en este tipo de situaciones como un líder coach. Debe conocer a sus colaboradores y saber interpretar las señales, mensajes o actitudes que muestran y que pudieran evidenciar que algo no está bien”, recomendó Juan Francisco Conde, gerente Regional de Recursos Humanos Bayer Central America & The Caribbean.
Además, considera que algunas veces la técnica de la pregunta inducida o el expresarle apoyo de manera general, sirve mucho para que el colaborador se abra y pueda contar lo que le está sucediendo y cómo, además, esto lo está afectando en su desempeño, pero sin sentirse invadido en su privacidad.
A criterio de Gabriela Campos, gerente de Recursos Humanos de Oberg de Costa Rica, en general se trata de Inteligencia Emocional.
“Es indispensable que todo ser humano se eduque con respecto a esto, que se autoexamine, conozca sus emociones, sus fortalezas y sus debilidades y trabaje con ellas. No es sencillo separar problemas familiares del trabajo, pero lo más importante es compartir con alguien de confianza el problema, y buscar ayuda inmediata para alivianar esa carga”, expresó.
A nivel gerencial, recomienda al jefe no involucrarse, este debe conocer la situación para que logre discernir qué hacer con ese empleado en ese tiempo que se encuentra con el problema, sugerir el buscar ayuda o flexibilizar el tiempo para que pueda solucionar su situación.
“Por su parte, el empleado debe buscar ayuda ya sea con un especialista o persona de confianza, así como analizar la situación con cabeza fría, pensar siempre positivo, buscar el lado bueno de las cosas y tomar las decisiones que amerite tomar por muy duras que parezcan”, agregó Campos.
Melissa González
mgonzalezt@larepublica.net
Un problema personal puede llevarlo a bajar su productividad; no trate de ocultarlo, lo mejor es que lo comunique a su líder
En el pasado se enseñaba que los problemas de la casa se debían dejar guardados para no afectar lo laboral, sin embargo, el paso de los años ha demostrado que siempre influyen, por eso en lugar de tratar de ignorarlo, lo mejor es saber cómo manejarlos.
Tomar conciencia sobre la situación es el primer paso, ya que una crisis familiar incluso puede dañar la productividad, lo que al final de cuentas afecta directamente a la empresa.
Ante eso se recomienda la comunicación con el jefe inmediato.
“Se debe hablar sobre el problema no para determinar la solución, sino para tomar una medida que beneficie tanto al empleado como a la empresa, esta puede ser separarlo momentáneamente del puesto mientras supera la situación”, recomendó Helen Badilla, consultora empresarial.
Una crisis puede ser emocional, como un divorcio, o incluso económica.
Para esta última Badilla recomienda a los jefes del empleado ayudarlo a buscar un plan para salir de la crisis o darle orientación para que la encuentre él mismo.
Menor rendimiento y baja la tolerancia le puede ayudar a detectar si algún colaborador pasa por una etapa difícil.
“El jefe tiene la obligación de actuar en este tipo de situaciones como un líder coach. Debe conocer a sus colaboradores y saber interpretar las señales, mensajes o actitudes que muestran y que pudieran evidenciar que algo no está bien”, recomendó Juan Francisco Conde, gerente Regional de Recursos Humanos Bayer Central America & The Caribbean.
Además, considera que algunas veces la técnica de la pregunta inducida o el expresarle apoyo de manera general, sirve mucho para que el colaborador se abra y pueda contar lo que le está sucediendo y cómo, además, esto lo está afectando en su desempeño, pero sin sentirse invadido en su privacidad.
A criterio de Gabriela Campos, gerente de Recursos Humanos de Oberg de Costa Rica, en general se trata de Inteligencia Emocional.
“Es indispensable que todo ser humano se eduque con respecto a esto, que se autoexamine, conozca sus emociones, sus fortalezas y sus debilidades y trabaje con ellas. No es sencillo separar problemas familiares del trabajo, pero lo más importante es compartir con alguien de confianza el problema, y buscar ayuda inmediata para alivianar esa carga”, expresó.
A nivel gerencial, recomienda al jefe no involucrarse, este debe conocer la situación para que logre discernir qué hacer con ese empleado en ese tiempo que se encuentra con el problema, sugerir el buscar ayuda o flexibilizar el tiempo para que pueda solucionar su situación.
“Por su parte, el empleado debe buscar ayuda ya sea con un especialista o persona de confianza, así como analizar la situación con cabeza fría, pensar siempre positivo, buscar el lado bueno de las cosas y tomar las decisiones que amerite tomar por muy duras que parezcan”, agregó Campos.
Melissa González
mgonzalezt@larepublica.net