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Crucitas ó Cruzotas

Humberto Pacheco humberto.pacheco@pachecocoto.com | Miércoles 04 agosto, 2010



Trotando Mundos
Crucitas ó Cruzotas

Leímos con satisfacción que la señora Presidenta, con su habitual ecuanimidad, resolvió no frenar la explotación aurígera de la mina Crucitas. Tras evaluar la situación, doña Laura llegó a la conclusión de que eso es lo que más conviene al país. Se suma en esto a la Sala Cuarta. Esperamos que el Tribunal Contencioso Administrativo no desafine.
¿Es que alguna autoridad tiene el derecho de empobrecer a Costa Rica en MIL SETECIENTOS MILLONES DE DOLARES ó más? ¿A cuántas generaciones creen que afectaría semejante desatino, ya sea por errores en el origen de una concesión que no se detectaron dentro del plazo legal, ya sea por echar marcha atrás a un proyecto legalmente aprobado, solo para complacer a unos cuantos exaltados, sean éstos políticos oportunistas ó ciudadanos sinceros?
¿A cual segmento de la población creen que más afectaría tan horrendo desparpajo? ¿Es que nadie piensa en la imagen de país serio que tanto hemos maltratado en las últimas dos décadas, dejándonos llevar por políticos que perdieron las elecciones y nada constructivo han aportado a nuestra economía? ¿Y por semáforos que para seguir chupando, cuando perdieron la ubre de la Unión Soviética cambiaron de rojo a verde?
¿Valdrá que por satisfacer a unos intransigentes dejemos las riquezas de nuestro no tan rico país enterradas (nos negamos a llamarnos pobres cuando hay países en los que la gente se muere de hambre por los miles)? ¿Puede este país darse ese lujo? Sería poner el medio ambiente por encima del bienestar de los seres humanos, en vez de desarrollar esos recursos en forma supervisada.
Hemos apoyado enérgicamente la protección ambiental, pero los extremos en todo son malos. En nuestro examen de conciencia hemos llegado a conclusiones interesantes: fanatismo no; prudente albedrío si. Daño ambiental indiscriminado no; explotación controlada, que enriquezca al país, si. Conveniencia ideológica, no; esfuerzo noble y patriótico, si. ¡Dejar en manos de semáforos el manejo ambiental de Costa Rica, jamás!
Sí como creemos, esos movimientos los dirigen ideólogos de extrema izquierda desde sus cómodas y bien pagadas butacas, qué derecho les asiste para impedir que Costa Rica use sus recursos, como lo hace el resto del mundo, algunas veces bien, otras mal (ojalá que las menos), para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos?
Sí se cometió un error en la campaña política al ofrecer deshacer lo que se había concesionado jurídicamente algo casi como divorciar católicos sobretodo en ausencia de un análisis profundo de todos los aspectos relevantes, rectificar esa equivocación no es censurable. Censurable sería empeñarse en cumplir un ofrecimiento irracional por presiones políticas.
Jugar a estas alturas con la imagen del país es peligroso; podría acabársenos la credibilidad que a través de tantas décadas y tanto esfuerzo hemos alcanzado. Jugar con sus finanzas, endosándole a hijos y nietos una estrepitosa deuda, sería criminalmente irresponsable. Sí esto fue un promesa de campaña, debe ofrecerse una disculpa por no poder cumplirla y una explicación de los motivos muy válidos que informaron ese cambio de rumbo. Errar es humano, corregir, divino.
Hasta se podría, si esa fuera la vocación del Gobierno que esperamos no lo sea parar todo futuro proyecto de explotación de las riquezas naturales. Pero lo que la ley unió, que no lo separe la mujer.

Humberto Pacheco
vikocr@racsa.co.cr

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