Logo La República

Domingo, 15 de diciembre de 2024



COLUMNISTAS


Crecimiento compartido

Miguel Angel Rodríguez marodrige@gmail.com | Lunes 24 junio, 2019


Aprendamos de nuestra historia. Debemos unirnos y cambiar paradigmas para tener el crecimiento compartido que urge.

El país, y creo que el gobierno, está dividido entre quienes creemos que se requiere cambios estructurales profundos para alcanzarlo, y quienes creen que se debe mantener el statu quo de la organización gubernamental por el costo de hacer el ajuste.

Pero el costo de no ajustar es mayor.

Como lo vengo señalando desde hace casi 4 años es preocupante la desaceleración que viene sufriendo la economía. Ya en noviembre de 2015 señalé: “Crecemos poco y cada vez más lentamente. Entre 1992 y 2013 el PIB de Costa Rica creció 4,9% anualmente. Pero desde ese último año estamos cada año más por debajo de esa tasa de aumento.” (ver “Crecimiento, empleo y el XXI Informe del Estado de la Nación”) Y la desaceleración siguió profundizándose después de 2015.

El impacto social de ese bajo crecimiento de nuestra producción ha sido grosero en aumento del desempleo, de la informalidad y de la pobreza. Costo de no ajustar.

Sufrimos el costo de posponer el ajuste y lo seguimos posponiendo. Y el costo lo pagan los desempleados, los que tiene empleos informales con ingresos muy bajos y las familias pobres.

¿Cómo alcanzar un rápido crecimiento compartido? No es fácil, ni inmediato, ni depende de unas muy pocas medidas, pero lo esencial y urgente es romper las muy fuertes expectativas negativas que hoy imperan. Y para ello debe el gobierno invertir más y disminuir el gasto corriente. Esto requiere cambios estructurales de verdad.

Equivocadamente creí -el año pasado- que la aprobación de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, que señaló un camino para paulatinamente reducir el déficit fiscal y el crecimiento de la deuda pública respecto al PIB, crearía expectativas positivas que acelerarían el crecimiento. Ese efecto positivo se manifestó pronto en un aumento del precio de nuestros títulos de deuda externa, a pesar de la disminución de categoría que tardíamente señalaron las calificadoras de riesgo. Creí que el efecto positivo en expectativas más que compensaría el impacto recesivos de los nuevos impuestos que aún no han entrado a regir. Pero no fue así y las encuestas especializadas de empresarios y consumidores, así como las de opinión pública, señalan una visión pesimista del futuro como pocas veces se ha experimentado.

La falta de unidad de miras del gobierno y su tardanza en enfrentar categóricamente la reactivación y la creación de empleo, no han ayudado a cambiar la negativa opinión sobre la condición de la economía en el futuro, que expresan los agentes económicos reduciendo su inversión, su consumo y su demanda de crédito.

La conformación del gobierno, integrando no solo por sus partidarios del PAC, sino también por ministros y presidentes ejecutivos de otras tiendas de mayor ortodoxia económica, fue fundamental para la aprobación de medidas para una atención gradual de los problemas fiscales acumulados en la última década. Pero pareciera que ahora esa división impide adoptar medias de restructuración de gran calado que quiebren las expectativas negativas y den un giro a la producción nacional llevándonos a un crecimiento suficiente para paliar la pobreza, el desempleo y la informalidad.

Creo que es hora de seguir el ejemplo del Presidente don Luis Alberto Monge. Fue un gran costarricense que supo dirigir la patria en momentos muy difíciles, unir al país para ser exitosos y cambiar los paradigmas de su partido para modernizarlo. Se tuvo que enfrentar a un gran sector de su propia divisa partidaria que seguía defendiendo el modelo de sustitución de importaciones, de estado empresario y de gran dirigismo económico que nos había llevado a la gran crisis del siglo XX. Y se ganó el apoyo de la oposición para impulsar los cambios que eran necesarios, aunque políticamente costosos dentro de la tienda que lo había llevado a la presidencia.



NOTAS ANTERIORES


Comunicar, comunicar, comunicar

Viernes 13 diciembre, 2024

Defenderse es más peligroso que dar un paso al frente y contar lo que sea necesario y que sabemos que los públicos quieren saber.







© 2024 Republica Media Group todos los derechos reservados.