Costarricenses con mayor poder adquisitivo
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 11 agosto, 2009
Inflación menor a la esperada permitió que el ajuste salarial de enero aún se conserve
Costarricenses con mayor poder adquisitivo
Sostenibilidad en el consumo interno estaría justificada por la estabilidad en el ingreso de las familias donde no hubo desempleo
Cuando una familia se beneficia con un aumento en sus ingresos, logra mantener su nivel de gastos. Esta situación se está dando, porque hubo un ajuste superior en los salarios mínimos reales durante el primer semestre.
La mejora en estos ingresos estaría ayudando a que el consumo nacional pueda mantener la actividad de las empresas.
Si bien la recuperación de la economía doméstica depende de Estados Unidos, de momento las tiendas nacionales son los refugios en medio de la contracción.
En los últimos ajustes salariales, los patronos intentaron compensar al trabajador con un aumento similar e incluso superior a la inflación. Esos puntos de más son los que estarían permitiendo el aumento en el poder de compra.
A ello se suma que la inflación de este primer semestre se comportó de una manera inesperada, cerrando en apenas un 1,2%; cifra bastante inferior a las expectativas del Banco Central.
Esto hace que el poder adquisitivo de las personas se mantenga relativamente estable en el transcurso de los últimos seis meses, contrario a la pérdida constante que se daba mes a mes en años anteriores.
El fenómeno también tiene un efecto positivo en el empleo, porque al mantenerse el consumo estable, no son necesarios nuevos recortes en la producción y mano de obra.
El único problema es que al ser la economía costarricense tan abierta, es difícil saber si el beneficio mejorará las ventas de empresas locales o extranjeras.
Los presupuestos familiares tendrían un respiro, porque al mantenerse los precios de los diferentes productos, las personas pueden mantener su hábito de compra e incluso mejorarlo.
Como el enfriamiento de la inflación se dio en el precio de los alimentos principalmente, el mayor impacto lo percibirán las familias de menor ingreso. Esto por cuanto este grupo es el que destina una mayor cuota de su presupuesto a este ítem.
Si bien este fenómeno se está presentando de manera temporal y ayuda en medio de la crisis; no sería sostenible por sí solo en el largo plazo.
“Lo realmente importante es si la economía genera capacidad de seguir un proceso de ajuste al alza en los salarios reales en forma permanente, y no por la coyuntura en cuanto a las tasas de inflación y a las negociaciones salariales. Para que sea permanente y sostenible, el aumento del salario real debe basarse en un aumento de la productividad”, indicó Félix Delgado, economista de Cefsa.
Otra de las explicaciones que justifican la mejora del ingreso real de las personas, es que las empresas estén sosteniendo a su personal a pesar de la contracción del mercado. Esto se daría porque resulta más costoso despedir empleados, para luego recontratar cuando la producción mejore.
Otra virtud es que el espacio que se crea con la mejora del poder adquisitivo, ayuda a enfrentar el incremento en el costo de las deudas, sea por tarjetas de crédito o préstamos; siendo este el principal problema para las familias, consideró Leiner Vargas, economista de la Universidad Nacional.
A pesar de las bondades del fenómeno, también tiene riesgos que deben ser observados. Uno es que esa mejora sea a costas de una redistribución en el poder adquisitivo de la gente en el cual menos personas trabajando ganen más.
Daniel Chacón
dchacon@larepublica.net
Costarricenses con mayor poder adquisitivo
Sostenibilidad en el consumo interno estaría justificada por la estabilidad en el ingreso de las familias donde no hubo desempleo
Cuando una familia se beneficia con un aumento en sus ingresos, logra mantener su nivel de gastos. Esta situación se está dando, porque hubo un ajuste superior en los salarios mínimos reales durante el primer semestre.
La mejora en estos ingresos estaría ayudando a que el consumo nacional pueda mantener la actividad de las empresas.
Si bien la recuperación de la economía doméstica depende de Estados Unidos, de momento las tiendas nacionales son los refugios en medio de la contracción.
En los últimos ajustes salariales, los patronos intentaron compensar al trabajador con un aumento similar e incluso superior a la inflación. Esos puntos de más son los que estarían permitiendo el aumento en el poder de compra.
A ello se suma que la inflación de este primer semestre se comportó de una manera inesperada, cerrando en apenas un 1,2%; cifra bastante inferior a las expectativas del Banco Central.
Esto hace que el poder adquisitivo de las personas se mantenga relativamente estable en el transcurso de los últimos seis meses, contrario a la pérdida constante que se daba mes a mes en años anteriores.
El fenómeno también tiene un efecto positivo en el empleo, porque al mantenerse el consumo estable, no son necesarios nuevos recortes en la producción y mano de obra.
El único problema es que al ser la economía costarricense tan abierta, es difícil saber si el beneficio mejorará las ventas de empresas locales o extranjeras.
Los presupuestos familiares tendrían un respiro, porque al mantenerse los precios de los diferentes productos, las personas pueden mantener su hábito de compra e incluso mejorarlo.
Como el enfriamiento de la inflación se dio en el precio de los alimentos principalmente, el mayor impacto lo percibirán las familias de menor ingreso. Esto por cuanto este grupo es el que destina una mayor cuota de su presupuesto a este ítem.
Si bien este fenómeno se está presentando de manera temporal y ayuda en medio de la crisis; no sería sostenible por sí solo en el largo plazo.
“Lo realmente importante es si la economía genera capacidad de seguir un proceso de ajuste al alza en los salarios reales en forma permanente, y no por la coyuntura en cuanto a las tasas de inflación y a las negociaciones salariales. Para que sea permanente y sostenible, el aumento del salario real debe basarse en un aumento de la productividad”, indicó Félix Delgado, economista de Cefsa.
Otra de las explicaciones que justifican la mejora del ingreso real de las personas, es que las empresas estén sosteniendo a su personal a pesar de la contracción del mercado. Esto se daría porque resulta más costoso despedir empleados, para luego recontratar cuando la producción mejore.
Otra virtud es que el espacio que se crea con la mejora del poder adquisitivo, ayuda a enfrentar el incremento en el costo de las deudas, sea por tarjetas de crédito o préstamos; siendo este el principal problema para las familias, consideró Leiner Vargas, economista de la Universidad Nacional.
A pesar de las bondades del fenómeno, también tiene riesgos que deben ser observados. Uno es que esa mejora sea a costas de una redistribución en el poder adquisitivo de la gente en el cual menos personas trabajando ganen más.
dchacon@larepublica.net