Costa Rica en el Consejo de Seguridad
| Viernes 02 noviembre, 2007
Costa Rica en el Consejo de Seguridad
Por tercera vez, el pasado 16 de octubre, Costa Rica fue elegida por amplia mayoría para ocupar un asiento como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para el periodo 2008-2009. Este órgano multilateral que sesiona permanentemente, quizá sea el de mayor poder en la organización mundial que alberga a la gran mayoría de la comunidad de naciones.
Esta es una oportunidad que no se presenta a menudo y Costa Rica no la puede desaprovechar. Con seguridad va a hacer uso de su periodo para impulsar una agenda propia en materia de medio ambiente, con la iniciativa del Dr. Oscar Arias denominada Paz con la Naturaleza y la otra propuesta de gran relevancia, denominada El Consenso de Costa Rica. Sin duda alguna, ambos planteamientos están impregnados con un elevado contenido humanista, acorde con la filosofía de un país que practica la paz.
En estos dos temas, Costa Rica cuenta con una vasta experiencia. En muchos casos ha logrado revertir procesos de degradación de la naturaleza, tales como la deforestación, las malas prácticas agrícolas y la contaminación del medio ambiente; además ha protegido con legislación avanzada más del 25% de su territorio, convirtiéndolo en parques nacionales, reservas biológicas o áreas de protección. En el campo de las relaciones humanas y por su tradición civilista, nuestro país es ajeno a todo aquello que tenga que ver con el militarismo. Estas son experiencias que le otorgan las credenciales suficientes para levantar su voz en este foro mundial.
Costa Rica deberá abordar temas relativos a los actuales métodos de trabajo y a las reformas necesarias que reclama la comunidad internacional para que el accionar de este órgano sea más abierto y para que tenga una mayor transparencia. También deben estar en la agenda temas de gran significación y urgencia como la no proliferación horizontal y vertical de armas nucleares y de seguro, Costa Rica le prestará especial atención al continente africano, el cual ocupa el 50% del temario del Consejo de Seguridad.
En el momento actual, el Consejo de Seguridad desarrolla una intensa agenda y está atendiendo gran cantidad de situaciones de conflicto en diferentes partes del mundo, y entre sus labores prioritarias está el mantenimiento de 17 misiones de paz en zonas con serios enfrentamientos bélicos, muchos de ellos con carácter de guerras civiles. Con ese panorama, sin duda, las ideas frescas y pragmáticas pueden ayudar en la búsqueda y construcción de mejores condiciones de vida en paz entre los hombres y para el logro de la armonía permanente con la naturaleza.
Este foro está integrado por 15 países pero con diferentes prerrogativas. El derecho al veto del que gozan solo cinco de sus miembros es un anacronismo producto del resultado de los conflictos globales del siglo pasado. Sin embargo esta situación no debe desalentar a ningún país que desee realmente llevar iniciativas, que contribuyan con la paz mundial y a la paz con la naturaleza.
A partir de las premisas expuestas, con seguridad, Costa Rica va ser un actor con voz propia al ejercer su mandato como miembro no permanente del Consejo de Seguridad, especialmente en un momento en que la humanidad se encuentra en serias encrucijadas derivadas del cambio climático, de la proliferación del armamentismo y conflictos militares.
Johnny Sáurez Sandí
Abogado y Notario
Por tercera vez, el pasado 16 de octubre, Costa Rica fue elegida por amplia mayoría para ocupar un asiento como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para el periodo 2008-2009. Este órgano multilateral que sesiona permanentemente, quizá sea el de mayor poder en la organización mundial que alberga a la gran mayoría de la comunidad de naciones.
Esta es una oportunidad que no se presenta a menudo y Costa Rica no la puede desaprovechar. Con seguridad va a hacer uso de su periodo para impulsar una agenda propia en materia de medio ambiente, con la iniciativa del Dr. Oscar Arias denominada Paz con la Naturaleza y la otra propuesta de gran relevancia, denominada El Consenso de Costa Rica. Sin duda alguna, ambos planteamientos están impregnados con un elevado contenido humanista, acorde con la filosofía de un país que practica la paz.
En estos dos temas, Costa Rica cuenta con una vasta experiencia. En muchos casos ha logrado revertir procesos de degradación de la naturaleza, tales como la deforestación, las malas prácticas agrícolas y la contaminación del medio ambiente; además ha protegido con legislación avanzada más del 25% de su territorio, convirtiéndolo en parques nacionales, reservas biológicas o áreas de protección. En el campo de las relaciones humanas y por su tradición civilista, nuestro país es ajeno a todo aquello que tenga que ver con el militarismo. Estas son experiencias que le otorgan las credenciales suficientes para levantar su voz en este foro mundial.
Costa Rica deberá abordar temas relativos a los actuales métodos de trabajo y a las reformas necesarias que reclama la comunidad internacional para que el accionar de este órgano sea más abierto y para que tenga una mayor transparencia. También deben estar en la agenda temas de gran significación y urgencia como la no proliferación horizontal y vertical de armas nucleares y de seguro, Costa Rica le prestará especial atención al continente africano, el cual ocupa el 50% del temario del Consejo de Seguridad.
En el momento actual, el Consejo de Seguridad desarrolla una intensa agenda y está atendiendo gran cantidad de situaciones de conflicto en diferentes partes del mundo, y entre sus labores prioritarias está el mantenimiento de 17 misiones de paz en zonas con serios enfrentamientos bélicos, muchos de ellos con carácter de guerras civiles. Con ese panorama, sin duda, las ideas frescas y pragmáticas pueden ayudar en la búsqueda y construcción de mejores condiciones de vida en paz entre los hombres y para el logro de la armonía permanente con la naturaleza.
Este foro está integrado por 15 países pero con diferentes prerrogativas. El derecho al veto del que gozan solo cinco de sus miembros es un anacronismo producto del resultado de los conflictos globales del siglo pasado. Sin embargo esta situación no debe desalentar a ningún país que desee realmente llevar iniciativas, que contribuyan con la paz mundial y a la paz con la naturaleza.
A partir de las premisas expuestas, con seguridad, Costa Rica va ser un actor con voz propia al ejercer su mandato como miembro no permanente del Consejo de Seguridad, especialmente en un momento en que la humanidad se encuentra en serias encrucijadas derivadas del cambio climático, de la proliferación del armamentismo y conflictos militares.
Johnny Sáurez Sandí
Abogado y Notario