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Costa Rica: ¿Dictadura mediática, o Tiranía en Democracia?

Iris Zamora iriszamora4@gmail.com | Lunes 24 julio, 2017


Costa Rica: ¿Dictadura mediática, o Tiranía en Democracia?

Los hechos del 48 siempre despertaron mi imaginación. Las historias de persecución y odio a mi familia paterna y materna eran aterradoras. Las supe por boca de mi abuelita Mamina, no porque mis padres hablaran de ello. Así que recién entrando a la UCR, me encontré un libro que me sedujo, se llamaba “Costa Rica y sus hechos políticos del 48”. Después de leerlo pensé que me gustaría conocer al escritor, no tuve que esperar mucho; estando en el directorio político del PUSC como representante de la juventud, me senté a su lado sin saberlo. Durante esa sesión, habló con una voz tan potente y tal convicción que quedé impresionada.

Al terminar su participación doña Vera Tinoco se acercó y le dijo: “Mirá Óscar Aguilar Bulgarelli”. No recuerdo más de esa conversación, solo que no podía creer que había estado por casi tres horas sentada al lado de aquel hombre que había escrito el libro que tanto me atrajo. La próxima vez, le pediría que me firmara el libro, que ya había comprado, mintiéndoles a mis padres, diciéndoles que era parte de las lecturas de Historia de las Instituciones.

Fuimos compañeros en diferentes épocas y momentos, en el Directorio Político, en asambleas nacionales, en seminarios, en eventos. Esa autenticidad y rebeldía, de ese hombre era atrevida… Luego, desde hace unos 20 años, lo entrevisto, lo invito como analista e historiador a los programas que he dirigido. Coincido y discrepo con él, lo usual en el ejercicio de la libertad.

Óscar Aguilar Bulgarelli, historiador, investigador comunicador, exdiputado a la Asamblea Legislativa, cofundador del SINART, expresidente ejecutivo y director general. Presidente de la Federación de Fútbol; presentó el jueves en la noche, su libro “Costa Rica ¿Dictadura mediática, o Tiranía en Democracia?”.

El libro tiene XIV capítulos, 868 páginas. Empezando nada más, nos dice: “Cada día cuando leo los periódicos en la mañana, escucho los programas “de opinión” por la radio, o veo las noticias que trae la televisión local, siento un pavoroso escalofrió: soy consciente del enorme esfuerzo que se hace diariamente para manipular la opinión del ciudadano costarricense, y obligarlo a “pensar” conforme a los intereses mediáticos “cita a Humberto Eco de su libro ‘La Estrategia’ de la ilusión la siguiente frase, “Hoy un país no pertenece a quien controle la policía o el ejército, sino quien controla los medios de comunicación”…

Esto evidencia que estamos frente a un texto cuestionador del establishment. Desafiante frente a los poderes fácticos más activos del país.
Óscar Aguilar escribe el marco conceptual de su libro, definiéndonos el significado de los medios de comunicación, para que más tarde el lector confronte la realidad de ellos en Costa Rica. Los alía al poder y nos plantea la agenda oculta de los medios. Un poco después transita por el derecho a la información o el derecho a pensar… ¡valla alternativa!

Desarrolla su planteamiento sobre la manipulación de la prensa, por parte de un sector del poder económico y establece esa relación. Nos da un paseo por la legislación sobre el derecho a la información poniendo énfasis en el cambio del rol, de los medios de comunicación en Costa Rica. Se detiene con puntillazos claros a analizar los medios de comunicación más conocidos del país, su poder, su influencia en los partidos políticos.

Especial atención debemos poner, estimados lectores y lectoras, al capítulo IV que titula “La Dictadura mediática”; nos narra ahí como el presidente Rodrigo Carazo es la primera víctima de esa dictadura. Más adelante en el capítulo IX don Óscar Aguilar, bajo el título “De la participación a la manipulación”, nos advierte.

El capítulo X nos atrae como un imán, se llama “Los juicios mediáticos”. Analiza el caso del padre Minor y Radio María. Su hipótesis, en las que muestra que existe una orquestación para silenciar a la Iglesia de cara a la aprobación del llamado Combo del ICE. Nos narra el momento en que la Iglesia católica costarricense se divide. Del asesinato de Parmenio Medina, el papel del fiscal general Francisco Dall’Anese, de monseñor Arrieta y el rol que juega… Los golpes a la Iglesia para amedrentarla, para callarla, abofeteándola en las figuras visibles, el padre Minor, que durante la tramitación del llamado Combo del ICE se puso de lado de los sindicatos y estudiantes universitarios, más tarde el padre Delgado, antes el padre Armando Alfaro. Nos lleva de la mano a conocer hechos que no supimos que ocurrían, o hechos olvidados…

Nos hace confrontar la narración oficial, la que produjeron los medios de comunicación, con los hallazgos que él encuentra en esta larga investigación de 30 años. Nos conduce a los pies de esa mujer que con los ojos vendados levanta una balanza. Nos introduce así, al periodo más oscuro de la justicia costarricense y temerosa de los medios.

Perturbada por los hechos que desempolva y nos los presenta, fríos y sin ambages, nos pone en el rostro la trama de esos medios, contra los expresidentes Calderón Fournier y Rodríguez Echeverría. También se refiere al caso del expresidente Figueres Olsen… Sus fuentes pueden ser consultadas, incluso los mismos medios le sirven de testigos de su argumentación.

Aguilar Bulgarelli narra los hechos, con meridiana realidad, cruda y ruda, ¡brutal! Nos conduce por los pasillos de las salas de redacción de dos medios de comunicación, de sus unidades de investigación, por las celdas del OIJ, o las oficinas del fiscal general, por el hangar del Juan Santamaría, pero fundamentalmente por la relación evidente entre la Fiscalía y las salas de redacción de esos medios.

Pone en evidencia la conjura entre la Fiscalía y algunos periodistas a los que decidió privilegiar con información que solo se suponía debían conocer funcionarios judiciales. Con la evidente intencionalidad de ganar imagen. Cuestiona las llamadas “filtraciones”. Pone en evidencia la intencionalidad de influir en los jueces, pero fundamentalmente en una opinión pública que no tenía otra opción más para informarse, que esos medios de comunicación. Nos muestra una y decenas de veces las violaciones a derechos fundamentales de los expresidentes imputados. Muestra una y otra vez que esto se trató de juicios mediáticos.


Me detuve en este capítulo X, por el trauma para los acusados, sus familias, pero fundamentalmente, porque para la democracia costarricense fue letal. Si bien es cierto, la política y los políticos venían perdiendo credibilidad —en algunas ocasiones porque hicieron mérito para ello—, lo cierto es que estos hechos arrastraron a toda la clase política al fango, trayendo desconfianza, enojo, frustración y pérdida de la credibilidad… No solo a ellos, la influencia de la Iglesia católica, como guía y orientadora, como peso y contrapeso de la sociedad costarricense, la debilitaron, frente a una opinión pública con pocas posibilidades de escudriñar la realidad de los hechos… De la pérdida de esperanza de un pueblo se nutre siempre un pequeño grupo que saca ventaja.

Analiza con hechos las elecciones de 2006 y le da pie para llamar a ese capítulo “La tiranía en Democracia, luego nos lleva a los intríngulis del TLC, las encuestas, el referéndum del miedo y lo llama, la consolidación de del Sistema…
Será un polémico libro, como lo es el Dr. Óscar Aguilar Bulgarelli.

Espero que este libro se convierta alguna vez, quizá no para esta generación que fue espectadora y cómplice, en un texto de consulta para fiscales y jueces de la República, para las escuelas de derecho, ciencias de la comunicación colectiva, escuelas de periodismo, facultades de ciencias sociales, ciencias políticas o sociología, políticos, periodistas, y si no quizá, ¿por qué no?, como una autocrítica por la desviación de principios fundamentales: la búsqueda de la verdad, la presunción de inocencia, el balance, la narración de los hechos reales, permitiendo que sean los públicos, los que decidan qué creer.

En la contraportada encontramos una frase lapidaria, del presidente de CBS News, Richard Salant, “Nuestro trabajo es dar a la gente NO lo que ellos quieren, sino lo que nosotros decidimos que deben tener“.


Gracias Dr. Óscar Aguilar Bulgarelli, por esta larga investigación en la búsqueda de la verdad, por vivir la libertad de esta manera tan valiente, gracias por su rebelde irreverencia, por obligarnos a responder si Costa Rica es: ¿Una Dictadura Mediática, o una Tiranía en Democracia?

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