Corrientes en el Artico estarían cambiando
| Miércoles 14 noviembre, 2007
Corrientes en el Artico estarían cambiando
Washington
EFE
Científicos universitarios y de la NASA detectaron una profunda alteración de las corrientes del océano Ártico causado por nuevas condiciones atmosféricas y no por el cambio climático de los últimos años, reveló ayer el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la agencia espacial estadounidense.
Esa modificación en el curso de las corrientes fue detectada en el análisis de los datos proporcionados entre 2002 y 2006 por un satélite de la NASA y dispositivos para medir las presiones submarinas, dijo JPL en un comunicado.
“Los resultados sugieren que no todos los grandes cambios detectados en el Ártico en los últimos años son resultado de las tendencias a largo plazo vinculadas con el calentamiento global”, dijo JPL.
Los cambios fueron descubiertos en columnas de agua medidas desde la superficie al fondo submarino, cuyo peso es influido por el nivel de profundidad y la salinidad.
Según explicó JPL, la mayor salinidad aumenta el peso del agua y altera su circulación.
En un informe sobre el estudio publicado por la revista Geophysical Research Letters, los autores del estudio atribuyen el cambio total de sentido de las corrientes a un debilitamiento de la llamada “Oscilación Ártica”, un patrón de circulación atmosférica en el Hemisferio Norte.
El informe indicó que su debilitamiento redujo la salinidad en las capas superiores del mar en el Polo Norte lo que redujo su peso y modificó la circulación.
“Nuestro estudio confirma que muchos cambios detectados en la circulación del Ártico superior en el decenio de 1990 fueron periódicos y no resultado del calentamiento global”, dijo James Morison, del Centro de Ciencias Polares del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad de Washington.
Sin embargo, el científico advirtió que aunque no exista una relación directa, la mayoría de los modelos climáticos pronostican que la Oscilación Ártica será más pronunciada en el futuro.
“Los hechos de los 90 podrían muy bien ser un adelanto de la forma en que el Ártico responderá a períodos más prolongados de aumento de las temperaturas”, señaló.
Washington
EFE
Científicos universitarios y de la NASA detectaron una profunda alteración de las corrientes del océano Ártico causado por nuevas condiciones atmosféricas y no por el cambio climático de los últimos años, reveló ayer el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la agencia espacial estadounidense.
Esa modificación en el curso de las corrientes fue detectada en el análisis de los datos proporcionados entre 2002 y 2006 por un satélite de la NASA y dispositivos para medir las presiones submarinas, dijo JPL en un comunicado.
“Los resultados sugieren que no todos los grandes cambios detectados en el Ártico en los últimos años son resultado de las tendencias a largo plazo vinculadas con el calentamiento global”, dijo JPL.
Los cambios fueron descubiertos en columnas de agua medidas desde la superficie al fondo submarino, cuyo peso es influido por el nivel de profundidad y la salinidad.
Según explicó JPL, la mayor salinidad aumenta el peso del agua y altera su circulación.
En un informe sobre el estudio publicado por la revista Geophysical Research Letters, los autores del estudio atribuyen el cambio total de sentido de las corrientes a un debilitamiento de la llamada “Oscilación Ártica”, un patrón de circulación atmosférica en el Hemisferio Norte.
El informe indicó que su debilitamiento redujo la salinidad en las capas superiores del mar en el Polo Norte lo que redujo su peso y modificó la circulación.
“Nuestro estudio confirma que muchos cambios detectados en la circulación del Ártico superior en el decenio de 1990 fueron periódicos y no resultado del calentamiento global”, dijo James Morison, del Centro de Ciencias Polares del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad de Washington.
Sin embargo, el científico advirtió que aunque no exista una relación directa, la mayoría de los modelos climáticos pronostican que la Oscilación Ártica será más pronunciada en el futuro.
“Los hechos de los 90 podrían muy bien ser un adelanto de la forma en que el Ártico responderá a períodos más prolongados de aumento de las temperaturas”, señaló.