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INVERSIONISTA


Corredor sin obligaciones

| Jueves 30 abril, 2009




Corredor sin obligaciones

Ganar las plusvalías del negocio del alquiler sin tener ninguna de las preocupaciones de cobro o mantenimiento son ventajas del fondo inmobiliario

Por naturaleza, la rentabilidad del ejercicio de bienes raíces es de gran atractivo y motiva a trabajar en el quehacer de las propiedades. Los factores negativos son los riesgos de un mal inquilino, gastos de mantenimiento y desocupación.
La industria financiera, atraída por esas plusvalías, diseñó un producto que conserva la esencia del alquiler, pero con el nombre de Fondos de Inversión Inmobiliaria. Las Sociedades Administradoras de Fondos de Inversión (Safis) vieron ese atractivo y adquirieron inmuebles para alquilar.
Centros comerciales, edificios de oficina, bodegas, locales para supermercados y restaurantes son parte de la oferta de inmuebles adquiridos por las Safis, que rentan a diferentes clientes.
Del pago de renta de los inquilinos surgen los rendimientos para los inversionistas, que usualmente son mejores que los pagados por otros instrumentos financieros.
Una virtud adicional al rendimiento es que los riesgos se distribuyen. Usualmente, un fondo de inversión posee más de un edificio y cada edificio tiene varios inquilinos, factor que minimiza los riesgos del negocio como la desocupación.
Datos divulgados por la Cámara Nacional de Sociedades de Inversión y publicados por la Superintendencia General de Valores revelan que la ocupación de los edificios es superior al 90% a pesar de la situación económica en la que se encuentra la economía.
En términos de administración, al ser tantos inquilinos y al poseer el fondo tantos “dueños”, el costo se diluye y se convierte en un factor mucho más manejable. Y en materia de cobro, la Safi se encarga del detalle para que el inversionista solo deba encargarse de revisar los estados de cuenta.

Fondos cerrados

Por sus características, estos productos de inversión son de carácter cerrado, es decir, que si se compra una participación no se puede salir. En los fondos abiertos, un inversionista puede solicitar a la sociedad administradora la devolución de su inversión, para la cual existe un plazo determinado de liquidación.
En este caso, si el inversionista desea recuperar el monto invertido debe acudir al mercado de valores para vender su participación, y que sea otro inversionista quien tome su lugar. Es decir, la sociedad administradora, salvo en circunstancias especiales, no redime dichas participaciones.
Esta opción de inversión está dirigida a personas “sofisticadas”, o que entiendan muy bien los riesgos del negocio. Usualmente se recomienda a aquellos que puedan invertir alrededor de $10 mil y que estén conscientes de que hay tanta posibilidad de ganar como de perder.
También se recomienda tener otras inversiones en paralelo, es decir, no depositar todo el capital en un fondo inmobiliario, sino tener varias inversiones en otras actividades o instrumentos financieros.

Inmobiliarios a la cabeza

A pesar de la caída general en los mercados financieros, los fondos inmobiliarios siguen siendo una opción rentable en el mercado y encabezan los rendimientos en el mercado de fondos cerrados en dólares (gráfico muestra tasa de rendimiento).

Fuente: Sugeval






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