Correa en jaque
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 01 octubre, 2010
Correa en jaque
Policías hacen tambalear a Gobierno, que decreta el estado de excepción
Las protestas de policías de tropa por una reducción de sus beneficios salariales han puesto ayer en jaque al Gobierno de Ecuador, que ha decretado el estado de excepción y ha denunciado un intento de golpe de Estado.
El presidente Rafael Correa se encontraba ayer encerrado en un hospital policial, a donde acudió por haberse lastimado una pierna en los incidentes en los que se vio envuelto tras dirigirse a los policías que tomaron uno de los mayores regimientos del país para advertirles que no cederá a las presiones.
“Señores, si quieren matar al presidente, aquí está: mátenme si les da la gana, mátenme si tienen valor, en vez de estar en la muchedumbre, cobardemente escondidos”, dijo Correa visiblemente exaltado al hablar en el Regimiento Quito.
Posteriormente, desde el interior del hospital, donde dice estar cercado por los manifestantes, el presidente dijo a la Radio Pública que “es un intento de golpe de Estado de la oposición y son ciertos grupos enquistados en Fuerzas Armadas y Policía que siempre estuvieron, básicamente el grupo de Sociedad Patriótica”, dijo en referencia al partido político del ex mandatario Lucio Gutiérrez.
De su lado, Gutiérrez, quien gobernó de enero de 2003 a abril de 2005, rechazó ayer en declaraciones a Efe desde Brasilia estar tras la crisis que se desató por la protesta de la tropa en rechazo a la eliminación de incentivos profesionales.
“El único responsable del caos que tenemos actualmente en el Ecuador es el Gobierno abusivo, corrupto, prepotente de Rafael Correa”, dijo Gutiérrez.
El ex presidente pidió ayer disolver el Parlamento y llamar a elecciones presidenciales anticipadas como solución a la crisis, algo que el propio Correa tiene como una posibilidad.
Los policías también ocuparon la sede de la Asamblea Nacional, el Parlamento unicameral del país, e impidieron el ingreso o salida de las personas que trabajan allí, informó a Efe una fuente parlamentaria.
Las protestas empeoraron a medida que avanzaba el día y se extendieron por el país, lo que obligó al Gobierno a decretar el estado de excepción “por una semana” en todo el territorio nacional y delegar en las Fuerzas Armadas la seguridad interna y externa del país, según el secretario jurídico de la Presidencia, Alexis Mera.
El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador ha enviado una carta de respaldo a Correa, indicó a Efe Orlando Pérez, director del movimiento oficialista Alianza País (AP).
En esa misiva la cúpula militar ratificó su “respaldo al Gobierno y a la democracia”, dijo Pérez.
Al mismo tiempo, cientos de personas se congregaron frente a la sede del Ejecutivo, para respaldar a Correa, y agredieron a un grupo a unos cinco agentes que no protestaban, sino que llegaban a Carondelet como protección de unas autoridades gubernamentales, según pudo constatar una periodista de Efe.
Desde un balcón del palacio de Gobierno, el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, llamó a la población a dirigirse al hospital de la Policía para “rescatar” de allí a Correa.
En las cercanías del hospital en Quito donde estaba el presidente se congregaron miles de personas, a las que loa policías insubordinados lanzaron gases lacrimógenos.
El Gobierno de Ecuador ordenó a todos los canales de televisión y radio del país a suspender indefinidamente su programación y emitir la señal pública, en la que se registran las declaraciones críticas a los policías sublevados.
Tras la declaración del estado de excepción, la Secretaría Nacional de Comunicación de la Presidencia de la República envió un correo electrónico a los directivos de los canales de televisión y de radio del país en los que les exigió que se conectaran a Ecuador TV y Radio Pública, respectivamente.
“Una delegación conformada por representantes de los policías sublevados acompañados por un abogado mantienen en estos momentos una reunión con el presidente de la República, Rafael Correa”, señaló Andes en su web.
La Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó ayer por aclamación una resolución que respalda por unanimidad “al Gobierno Constitucional de Rafael Correa” y repudia “cualquier intento de alterar la institucionalidad democrática” en Ecuador.
En una reunión extraordinaria de su Consejo Permanente, los representantes de los países miembros pidieron al Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, “que brinde toda la cooperación de la Organización a solicitud del Gobierno de Ecuador”, tras las protestas de policías y militares que tomaron la Asamblea Nacional.
El proyecto de resolución fue presentado por Perú y apoyado por las delegaciones de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Canadá, Costa Rica, Colombia, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, México, Nicaragua, Paraguay, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, además de por todos los países del Caribe Anglófono.
Todos los estados miembros expresaron ante el Consejo el repudio de sus respectivos Gobiernos ante lo que insistieron que es un intento de Golpe de Estado contra el Gobierno de Correa.
Quito
EFE
Policías hacen tambalear a Gobierno, que decreta el estado de excepción
Las protestas de policías de tropa por una reducción de sus beneficios salariales han puesto ayer en jaque al Gobierno de Ecuador, que ha decretado el estado de excepción y ha denunciado un intento de golpe de Estado.
El presidente Rafael Correa se encontraba ayer encerrado en un hospital policial, a donde acudió por haberse lastimado una pierna en los incidentes en los que se vio envuelto tras dirigirse a los policías que tomaron uno de los mayores regimientos del país para advertirles que no cederá a las presiones.
“Señores, si quieren matar al presidente, aquí está: mátenme si les da la gana, mátenme si tienen valor, en vez de estar en la muchedumbre, cobardemente escondidos”, dijo Correa visiblemente exaltado al hablar en el Regimiento Quito.
Posteriormente, desde el interior del hospital, donde dice estar cercado por los manifestantes, el presidente dijo a la Radio Pública que “es un intento de golpe de Estado de la oposición y son ciertos grupos enquistados en Fuerzas Armadas y Policía que siempre estuvieron, básicamente el grupo de Sociedad Patriótica”, dijo en referencia al partido político del ex mandatario Lucio Gutiérrez.
De su lado, Gutiérrez, quien gobernó de enero de 2003 a abril de 2005, rechazó ayer en declaraciones a Efe desde Brasilia estar tras la crisis que se desató por la protesta de la tropa en rechazo a la eliminación de incentivos profesionales.
“El único responsable del caos que tenemos actualmente en el Ecuador es el Gobierno abusivo, corrupto, prepotente de Rafael Correa”, dijo Gutiérrez.
El ex presidente pidió ayer disolver el Parlamento y llamar a elecciones presidenciales anticipadas como solución a la crisis, algo que el propio Correa tiene como una posibilidad.
Los policías también ocuparon la sede de la Asamblea Nacional, el Parlamento unicameral del país, e impidieron el ingreso o salida de las personas que trabajan allí, informó a Efe una fuente parlamentaria.
Las protestas empeoraron a medida que avanzaba el día y se extendieron por el país, lo que obligó al Gobierno a decretar el estado de excepción “por una semana” en todo el territorio nacional y delegar en las Fuerzas Armadas la seguridad interna y externa del país, según el secretario jurídico de la Presidencia, Alexis Mera.
El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador ha enviado una carta de respaldo a Correa, indicó a Efe Orlando Pérez, director del movimiento oficialista Alianza País (AP).
En esa misiva la cúpula militar ratificó su “respaldo al Gobierno y a la democracia”, dijo Pérez.
Al mismo tiempo, cientos de personas se congregaron frente a la sede del Ejecutivo, para respaldar a Correa, y agredieron a un grupo a unos cinco agentes que no protestaban, sino que llegaban a Carondelet como protección de unas autoridades gubernamentales, según pudo constatar una periodista de Efe.
Desde un balcón del palacio de Gobierno, el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, llamó a la población a dirigirse al hospital de la Policía para “rescatar” de allí a Correa.
En las cercanías del hospital en Quito donde estaba el presidente se congregaron miles de personas, a las que loa policías insubordinados lanzaron gases lacrimógenos.
El Gobierno de Ecuador ordenó a todos los canales de televisión y radio del país a suspender indefinidamente su programación y emitir la señal pública, en la que se registran las declaraciones críticas a los policías sublevados.
Tras la declaración del estado de excepción, la Secretaría Nacional de Comunicación de la Presidencia de la República envió un correo electrónico a los directivos de los canales de televisión y de radio del país en los que les exigió que se conectaran a Ecuador TV y Radio Pública, respectivamente.
“Una delegación conformada por representantes de los policías sublevados acompañados por un abogado mantienen en estos momentos una reunión con el presidente de la República, Rafael Correa”, señaló Andes en su web.
La Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó ayer por aclamación una resolución que respalda por unanimidad “al Gobierno Constitucional de Rafael Correa” y repudia “cualquier intento de alterar la institucionalidad democrática” en Ecuador.
En una reunión extraordinaria de su Consejo Permanente, los representantes de los países miembros pidieron al Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, “que brinde toda la cooperación de la Organización a solicitud del Gobierno de Ecuador”, tras las protestas de policías y militares que tomaron la Asamblea Nacional.
El proyecto de resolución fue presentado por Perú y apoyado por las delegaciones de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Canadá, Costa Rica, Colombia, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, México, Nicaragua, Paraguay, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, además de por todos los países del Caribe Anglófono.
Todos los estados miembros expresaron ante el Consejo el repudio de sus respectivos Gobiernos ante lo que insistieron que es un intento de Golpe de Estado contra el Gobierno de Correa.
Quito
EFE