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Jueves, 28 de marzo de 2024



EDITORIAL


Clima, producción y turismo

| Miércoles 18 febrero, 2015




No estamos entre los países más contaminantes pero sí entre los que pueden sufrir en mayor medida las consecuencias de cambios que se operan en el clima, más allá de las divergencias que puedan existir sobre el origen de esos cambios


Clima, producción y turismo

En plena temporada seca como estamos, al menos en la meseta central, suele haber una tendencia a no tener muy presente que pronto se iniciará la temporada de lluvias que, según han anunciado los especialistas podría ser más intensa y cargada de tormentas, es decir de inundaciones y todas sus consecuencias.
La unión del Gobierno con el sector productivo es indispensable para hacer, desde ya, las modificaciones que sean necesarias para que Costa Rica tenga el menor impacto posible relacionado con los cambios que vemos en las condiciones del clima.
El país necesita tener un buen ambiente para hacer negocios, única forma de que el sector privado genere empleo, y necesita también un cuadro muy actualizado de las condiciones climáticas en las diferentes regiones, las cuales, como vemos, son hoy bastante variables.
Esto debe complementarse con las proyecciones que puedan hacer los especialistas, que estudian también lo que ocurre en el resto del mundo y llegan así a conclusiones sobre la parte que nos corresponde.
Esto lo necesitará la industria del turismo, por ejemplo, para acoplar sus ofertas al clima, el agro para definir qué se puede sembrar con éxito, la agroindustria, entre muchas otros generadores de productos y servicios.
No estamos entre los países más contaminantes (a pesar de que contaminamos mucho) pero sí entre los que pueden sufrir en mayor medida las consecuencias de cambios que se operen en el clima, más allá de las divergencias que puedan existir sobre el origen de esos cambios.
Se anuncia desde hace bastante tiempo que hay países o regiones más vulnerables ante esos cambios, pero la mejor medicina en este como en otros casos, es la prevención e innovación.
El aumento del nivel del mar, el cambio en el modelo de precipitaciones, el derretimiento de los glaciares, las modificaciones de las regiones agrícolas y el desarrollo de enfermedades que estaban prácticamente erradicadas son los efectos más importantes del calentamiento global en América Latina, asegura la ONU.
Los climas se harán más extremos: las zonas que sufren sequías se volverán más áridas y los lugares húmedos contarán con mayor volumen de precipitación.
En esta coyuntura, quienes tengan la mayor capacidad de adaptación, con todo lo que ello implica, serán los menos afectados.
Estamos aún a tiempo. La pregunta sin embargo es si estamos haciendo, como país, lo necesario para encontrarnos en el grupo de los que mejor se adaptarán minimizando riesgos y efectos negativos.







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