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Viernes, 29 de marzo de 2024



GESTIÓN DE TALENTO


Claves para negociar el salario en una entrevista laboral

Lucía Echeverría, socia | Martes 02 agosto, 2016


Shutterstock/La República


Ir preparado a una entrevista de trabajo es el primer paso para lograr el objetivo: obtener el puesto. Todos los candidatos deben estudiar la empresa que los solicita, el puesto al que está aspirando y, sobre todo, las respuestas a las posibles y más típicas preguntas que se realizan en una entrevista de selección.
Pero hay un tema que siempre genera mucha incertidumbre, confusión y hasta angustia, y esta se personifica cuando el reclutador hace la pregunta: ¿Cuál es su pretensión salarial? Y esta pregunta es clave tanto para el entrevistado como para el entrevistador.
La respuesta a esta pregunta define varios escenarios. Por un lado, si el monto que se solicita es muy alto, podemos arriesgarnos a ser eliminados del proceso; por otro lado, si se nombra un monto muy bajo, se puede arriesgar la posibilidad de un mejor ingreso y que este no cubra los requerimientos económicos con los que se cuenta para mantener el nivel de vida hasta el momento financiado.
Por tanto, ¿cuál es la respuesta correcta? ¿Qué tanto arriesgarse a negociar un salario en una entrevista de trabajo? ¿Cómo asegurarse de no perder la oportunidad de ingresar a una empresa por una pretensión?, que, al fin y al cabo, no deja de ser eso, una pretensión.
El primer paso es estar claro a nivel financiero del mínimo requerido para mantener el estilo de vida hasta ahora subsidiado, puesto que, si la empresa no está en capacidad o disposición de pagar ese mínimo, de nada sirve mantenerse en la contienda. En segundo lugar, se debe escoger el momento idóneo para realizar una mejora a esta solicitud, y este es durante una segunda entrevista, o una entrevista final, donde tenemos enfrente al real tomador de decisiones. Solo en ese momento, cuando ya hemos recabado suficiente información sobre la empresa y el puesto, podremos determinar si las responsabilidades a adquirir tienen la remuneración correspondiente.
Es decir, en las primeras reuniones de selección el entrevistado debe llevar en la mente un monto, el cual es el mínimo por el que estaría dispuesto a aceptar una posición, e informar que la pretensión es negociable, ya que, dependiendo de las funciones, se puede llegar a un acuerdo que sea beneficioso para ambas partes.


Lucía Echeverría - socia Factor Humano-www.factorhumano.cr







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