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Chávez y Lula preguntan ¿cuál crisis?

| Lunes 22 septiembre, 2008




Presidentes sudamericanos se sienten fuertes ante deterioro económico estadounidense
Chávez y Lula preguntan ¿cuál crisis?

• Mandatario venezolano dice que solo el 1% de reserva monetaria de su país está en EE.UU.
• En Brasil los indicadores económicos reflejan una situación más difícil de lo que el jerarca reconoce

Caracas y Brasilia
EFE


Mientras el presidente venezolano, Hugo Chávez, sostuvo que su país está a salvo de la crisis financiera internacional, porque en Estados Unidos solo se encuentra “el 1%” de la reserva monetaria de su país, que acumula más de $38 mil millones, su colega brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva respondió “¿cuál crisis?” cuando le preguntaron sobre el impacto en Brasil del deterioro económico norteamericano.
Venezuela tiene en EE.UU. “$375 millones”, lo que representa “el 1 % de la reserva” monetaria nacional, “saldo que corresponde a unos bancos corresponsales de servicios financiaros”, declaró Chávez.
“El resto de la reserva (que totaliza) unos $38.100 millones al 8 de agosto, está a buen resguardo”, agregó el mandatario, sin más precisiones, en
su dominical programa de radio y televisión “Aló Presidente”.
El gobernante, que volvió a criticar duramente el capitalismo, aseveró que si las reservas monetarias venezolana estuvieran “como era antes”, en EE.UU., “estarían en peligro, porque están quebrando” los grandes bancos de ese país. “Se dan a la quiebra y no responden por nada”, dijo.
“¡Así es el capitalismo!", expresó Chávez, que citó, con sarcasmo, que el Gobierno del presidente estadounidense George W. Bush, ha tenido que aprobar millonarios auxilios financieros en un intento por contener la crisis y nadie lo llama “comunista” o “dictador” como, señaló, lo tildan por sus medidas económicas “solidarias”.

“Se está volviendo socialista Bush”, exclamó entre risas el jefe del Estado y promotor del llamado “socialismo del siglo XXI”, cuando disertaba sobre el asunto con el escritor español Ignacio Ramonet durante una llamada telefónica.
Chávez dijo en una alocución nacional que la decisión del Gobierno de Bush de aprobar auxilios para contener la crisis del sistema financiero estadounidense desdice el pregón capitalista de que el Estado no debe regular ni intervenir en la economía.
En esa alocución nacional, el presidente aseveró que Venezuela “está preparada para resistir los embates del desastre capitalista internacional”, como llamó a la crisis derivada del colapso del sistema financiero de EE.UU.
“Aún cuando no podemos decir que no nos va a afectar para nada (...) estamos en condiciones” de sortear la crisis, entre otras razones, porque “desde hace varios años comenzamos a desengancharnos de ese sistema internacional perverso
”, dijo Chávez.

Agregó que se vio obligado a tratar el tema en cadena nacional porque “los medios locales no le dan la importancia” que, a su juicio, tiene la crisis, “que es mucho más grave que la de 1929”, en referencia a la quiebra bursátil conocida como el “crack” estadounidense.
“Porque ahora, además de financiara, la crisis es energética, alimentaria, ambiental (...) producto del mismo sistema neoliberal”, declaró Chávez.
En Brasil la situación sería muy diferente, pese a las ironías de Lula da Silva. “¿Qué crisis? Vaya y pregúntele a Bush'”. Eso es lo que Lula respondió cuando le preguntaron sobre el impacto de la crisis financiera estadounidense en la economía brasileña.
Empero, algunos números contradicen la ironía presidencial. El índice de la bolsa de Sao Paulo, el Bovespa, ha bajado 34 % desde mediados de mayo. Aun antes del desplome de esta semana, las reverberaciones de la crisis estadounidense ya habían borrado casi 600 mil millones de reales ($316 mil millones) de valor de mercado de las empresas que cotizan en el Bovespa. El real perdió más de l6% de su valor frente al dólar en menos de tres semanas. Los bancos locales encuentran difícil captar capital en el exterior, las corporaciones están cancelando deuda y emisiones de acciones y se están posponiendo inversiones mayores.
Las consecuencias de la escasez de crédito son bastante conocidas ahora: tasas de interés más altas llevan a costos de producción mayores que desalientan el consumo y obligan a las empresas a reducir la producción y a despedir trabajadores.

En el caso de América Latina, es s
eguro que va a espantar a inversores extranjeros y debilitar las monedas locales. Esto puede atizar la inflación y aumentar los costos de bienes y maquinaria importados.
José Sergio Gabrielli, presidente de Petróleo Brasileiro SA, la petrolera controlada por el Gobierno, ya dijo que la crisis estadounidense podría dificultar a la empresa la emisión de deuda y la obtención del capital que necesita para explorar los vastos hallazgos petroleros recientes.
Todos estos ponen en duda las palabras de Lula sobre el impacto de la crisis estadounidense sobre Brasil, que según él sería “casi imperceptible”.
Por otra parte, Lula también tuvo palabras críticas para la forma en que la administración Bush ha hecho frente a la crisis que sacude al gigante del Norte.
“El Gobierno de Estados Unidos demoró en tomar una actitud. Finalmente ayer (el sábado) el presidente George Bush firmó un conjunto de medidas colocando a disposición cerca de $500 mil millones para comprar los títulos sin valor de las empresas que estaban quebrando”, agregó el gobernante.
El Ejecutivo de Estados Unidos anunció
el viernes, luego de una semana de millonarias pérdidas en los mercados financieros de todo el mundo, un plan para que el Tesoro adquiera activos hipotecarios en manos de los bancos en dificultades por un importe de hasta $700 mil millones, en lo que supone la mayor intervención de la historia.
A ese valor se suman los 200 mil millones que el Gobierno estadounidense anunció para el rescate de las gigantescas compañías hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, y los 85 mil millones en la intervención de la mayor aseguradora del país, AIG. Lula afirmó que está “mirando con lupa” la situación económica de Estados Unidos ya que, pese a que si la economía brasileña está muy bien, todos los países terminan perjudicados cuando la economía de Estados Unidos tiene problemas.
El presidente brasileño insistió en que las respuestas a la crisis financiera deben venir de Estados Unidos, ya que ésta empezó en ese país y no en otros.
El mandatario brasileño ha dicho en varias oportunidades que la solidez de la economía brasileña, con reservas internacionales suficientes ($207 mil millones) y una balanza comercial diversificada y no dependiente de EE.UU., permiten a Brasil estar a salvo de la crisis.
Sin embargo, economistas y analistas aseguran que una reducción de la liquidez internacional terminará encareciendo el crédito en Brasil y, a largo plazo, afectando su crecimiento económico.

* Consulta: Bloomberg.






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