Central pretende no intervenir en bandas
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 26 enero, 2009
Central pretende no intervenir en bandas
Entidad amplió el techo de los límites cambiarios, el cual ahora se depreciará a ¢0,20 diarios; expertos prevén que estrategia podría funcionar para reaccionar ante un eventual incremento en el déficit comercial
Daniel Chacón
Víctor Sanabria
dchacon@larepublica.net
vsanabria@larepublica.net
El mercado cambiario aumentó el ritmo de depreciación de la banda superior del modelo utilizado para fijar el precio del dólar.
De una depreciación diaria de ¢0,06, pasó a ¢0,20. Las autoridades monetarias justificaron que es conveniente seguir con el proceso de flexibilización y permitir que el mercado fije los precios con una mayor amplitud y respondiendo a la oferta y demanda de la divisa. Además, esta postura amplía las posibilidades para que el Banco Central de Costa Rica (BCCR) aplique su política monetaria.
“Andamos buscando darle más espacio a la flexibilidad cambiaria, y ese es el proceso para ir ampliando las bandas. Son decisiones que se toman normalmente”, comentó Francisco de Paula Gutiérrez, presidente del BCCR.
Según afirman las autoridades del Central, durante los últimos tres meses la institución no ha requerido defender el techo de la banda, porque la cotización ha fluctuado dentro de los márgenes establecidos.
Sin embargo, el temor a un mayor desequilibrio en la balanza comercial, la desconfianza en torno a la economía mundial, la incertidumbre en el tema de posibles ingresos de divisas por inversión extranjera y la volatilidad de los precios de las materias primas son los principales responsables de la fijación del precio de equilibrio del colón respecto al dólar; factores que podrían haber influido para ejecutar la ampliación del margen y que están expuestos a cambios.
Expertos consultados consideraron que el ajuste cambiario le permitiría al mercado responder ante un posible aumento del déficit en la balanza comercial.
“Posiblemente veían algunas presiones y el techo se les podría estar quedando corto al ritmo anterior. El hecho de que el Central no haya intervenido en el mercado en las últimas semanas no quiere decir que no lo necesitara, lo veo como una prevención”, analizó el economista Ronulfo Jiménez.
Por su parte, la depreciación del tipo de cambio de intervención de venta (techo de la banda) tiene como efecto secundario crear presión para aumentar las tasas de interés en colones.
Anticipando ese hecho, el Banco Central aumentó en un 1,50% la tasa de interés bruta de los depósitos a un día plazo, ubicándola en el 6,75%.
Con la medida, se espera que el mercado en general mantenga tasas de captación a seis meses cercanas a los dos dígitos. Esto con la finalidad de disminuir las presiones inflacionarias.
“Analizamos todas las variables del mercado internacional e interpretamos estabilidad, pero vamos a seguir muy atentos. En general, no vemos cambios dramáticos en el corto plazo, nada más estaremos censando constantemente para revisar el programa macroeconómico”, indicó Carlos Melegatti, subgerente del Banco Central.
Siendo el petróleo determinante en la formación de expectativas inflacionarias, el BCCR estima que el promedio anual del precio del barril será de $70. El desafío es que un posible cambio en dicho monto podría variar drásticamente la fotografía que el banco realizó de la economía nacional para 2009, año para el cual calculó una inflación del 9%.
No obstante, el cálculo del precio internacional del crudo es en parte aceptado por especialistas, quienes lo consideran como un margen prudente ante las presiones que pudiesen incrementar el monto. En términos de balanza comercial, el petróleo seguirá siendo el insumo determinante en el déficit del país.
“Me parece que el Central está apostando por un escenario de recesión mundial, en el que $70 por barril es un buen estimado. Ese pronóstico quedaría desfasado si las economías se reactivan”, consideró Geovanni Barboza, analista del mercado petrolero.
El análisis de ello resultará vital ya que el cumplimiento de las metas económicas para este año dependerá en mucho de la estabilidad de las materias primas y de la economía foránea. Ante un cambio en estos comportamientos, el Central adelantó que sería normal ajustar las proyecciones del programa macroeconómico.
Entidad amplió el techo de los límites cambiarios, el cual ahora se depreciará a ¢0,20 diarios; expertos prevén que estrategia podría funcionar para reaccionar ante un eventual incremento en el déficit comercial
Daniel Chacón
Víctor Sanabria
dchacon@larepublica.net
vsanabria@larepublica.net
El mercado cambiario aumentó el ritmo de depreciación de la banda superior del modelo utilizado para fijar el precio del dólar.
De una depreciación diaria de ¢0,06, pasó a ¢0,20. Las autoridades monetarias justificaron que es conveniente seguir con el proceso de flexibilización y permitir que el mercado fije los precios con una mayor amplitud y respondiendo a la oferta y demanda de la divisa. Además, esta postura amplía las posibilidades para que el Banco Central de Costa Rica (BCCR) aplique su política monetaria.
“Andamos buscando darle más espacio a la flexibilidad cambiaria, y ese es el proceso para ir ampliando las bandas. Son decisiones que se toman normalmente”, comentó Francisco de Paula Gutiérrez, presidente del BCCR.
Según afirman las autoridades del Central, durante los últimos tres meses la institución no ha requerido defender el techo de la banda, porque la cotización ha fluctuado dentro de los márgenes establecidos.
Sin embargo, el temor a un mayor desequilibrio en la balanza comercial, la desconfianza en torno a la economía mundial, la incertidumbre en el tema de posibles ingresos de divisas por inversión extranjera y la volatilidad de los precios de las materias primas son los principales responsables de la fijación del precio de equilibrio del colón respecto al dólar; factores que podrían haber influido para ejecutar la ampliación del margen y que están expuestos a cambios.
Expertos consultados consideraron que el ajuste cambiario le permitiría al mercado responder ante un posible aumento del déficit en la balanza comercial.
“Posiblemente veían algunas presiones y el techo se les podría estar quedando corto al ritmo anterior. El hecho de que el Central no haya intervenido en el mercado en las últimas semanas no quiere decir que no lo necesitara, lo veo como una prevención”, analizó el economista Ronulfo Jiménez.
Por su parte, la depreciación del tipo de cambio de intervención de venta (techo de la banda) tiene como efecto secundario crear presión para aumentar las tasas de interés en colones.
Anticipando ese hecho, el Banco Central aumentó en un 1,50% la tasa de interés bruta de los depósitos a un día plazo, ubicándola en el 6,75%.
Con la medida, se espera que el mercado en general mantenga tasas de captación a seis meses cercanas a los dos dígitos. Esto con la finalidad de disminuir las presiones inflacionarias.
“Analizamos todas las variables del mercado internacional e interpretamos estabilidad, pero vamos a seguir muy atentos. En general, no vemos cambios dramáticos en el corto plazo, nada más estaremos censando constantemente para revisar el programa macroeconómico”, indicó Carlos Melegatti, subgerente del Banco Central.
Siendo el petróleo determinante en la formación de expectativas inflacionarias, el BCCR estima que el promedio anual del precio del barril será de $70. El desafío es que un posible cambio en dicho monto podría variar drásticamente la fotografía que el banco realizó de la economía nacional para 2009, año para el cual calculó una inflación del 9%.
No obstante, el cálculo del precio internacional del crudo es en parte aceptado por especialistas, quienes lo consideran como un margen prudente ante las presiones que pudiesen incrementar el monto. En términos de balanza comercial, el petróleo seguirá siendo el insumo determinante en el déficit del país.
“Me parece que el Central está apostando por un escenario de recesión mundial, en el que $70 por barril es un buen estimado. Ese pronóstico quedaría desfasado si las economías se reactivan”, consideró Geovanni Barboza, analista del mercado petrolero.
El análisis de ello resultará vital ya que el cumplimiento de las metas económicas para este año dependerá en mucho de la estabilidad de las materias primas y de la economía foránea. Ante un cambio en estos comportamientos, el Central adelantó que sería normal ajustar las proyecciones del programa macroeconómico.