Candado a los casilleros virtuales
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 25 noviembre, 2011
Estado pretende cerrar mecanismo para importar productos libres de impuestos
Candado a los casilleros virtuales
Han crecido de forma impresionante a través de Internet
La celebración del viernes negro en Estados Unidos genera un aumento de hasta el triple en los traslados de paquetes comprados en el extranjero, a través de casilleros.
Sin embargo, ya se acabó con la fiesta, según una declaración de ayer del Ministerio de Hacienda, que considera ilegal la importación exonerada mediante los llamados casilleros virtuales.
Este sistema de negocios ha creado una fuerte competencia entre las empresas que lo explotan y las tiendas tradicionales.
Además, el Estado se ha visto afectado, ya que deja de ingresar dinero, cada vez que un costarricense aprovecha este mecanismo.
La perspectiva del Estado es que no existe base legal para la importación exonerada de este tipo, solamente bajo el régimen normal, que la permite, en el caso de un costarricense que físicamente realice un viaje al exterior o reciba un paquete enviado en forma no comercial.
Para efectos de las arcas gubernamentales, cada vez que alguien hace una compra virtual, deja de pagar los aranceles e impuestos que se cobran en una compra nacional.
Los casilleros virtuales han provocado también una reacción negativa entre las empresas tradicionales, que no pueden competir con los precios de los artículos importados.
Los bienes que no pagan impuestos lógicamente son más baratos y esto no es justo para el comerciante nacional que vende productos que sí tienen estas cargas fiscales, aseguró Carlos Federico Monge, gerente de Grupo Monge.
Por otro lado, es casi seguro que la decisión de denegar la exoneración a las compras de afuera, levante un pleito con los casilleros, así como con sus clientes, de los cuales, miles han aprovechado el nuevo sistema.
La intención de no permitir la exoneración, se aplicaría también a las compras por Internet, en las cuales el consumidor escoge lo que quiere de una empresa norteamericana, y le pide al casillero traerlo a Costa Rica.
Actualmente existen más de 80 empresas registradas ante la Dirección General de Aduanas, dedicadas a esta actividad.
Muchas han abierto nuevas sucursales en lo que va del año, con el propósito de dar mejor servicio a sus clientes; en cuanto a su personal, también ha crecido, para las celebraciones de fin de año, cuando se presenta el pico de la actividad.
La empresa Aerocasillas este año ha incrementado 1.500 metros cuadrados en nuevas sucursales, y para la temporada de mayor demanda ha contratado alrededor de 115 puestos temporales.
El caso de JetBox es similar, en estos días espera abrir su sucursal número 15 y cuenta con aproximadamente 100 personas adicionales con las que dará una atención eficiente en estas fechas de mayor actividad.
La importación a través de los casilleros virtuales tiene como principal atractivo el ahorro en el precio del producto, en comparación con lo pagado en el comercio local, gracias a la exoneración en de impuestos y aranceles.
La ley siempre ha permitido al viajero traer a la vuelta, cada seis meses, mercancía hasta el valor de US$500, sin pagar arancel o impuestos.
Actualmente, los casilleros traen el artículo, a nombre del consumidor, sin que la persona salga.
El consumidor solo tiene que hacer la compra a través de Internet y enviar el paquete a la dirección estadounidense asignada.
En cuanto a la legalidad del mecanismo, la posición del Estado es que el costarricense solo puede aprovechar el derecho de importar sin arancel o impuesto, al traer el artículo consigo al regresar de un viaje al exterior o que la encomienda sea hecha entre un familiar que envía el producto a la persona en Costa Rica.
El gobierno está variando un criterio antiguo y con el nuevo se acerca más a la literalidad de la ley y el reglamento de aduanas, aseguró Pilar Meneses, especialista en derecho aduanal del bufete Arias & Muñoz.
Las compras por Internet no pueden gozar de exoneración, porque es una transacción comercial, aseguró Gerardo Bolaños, director de Aduanas.
El crecimiento del fenómeno está afectando los ingresos gubernamentales.
En el caso de la importación de artículos como televisores, reproductores MP3 y proyectores de vídeo, normalmente pagan un arancel del 49%, sobre el valor del producto en tienda.
Dada la posible incertidumbre en la ley, es probable que la siguiente fiesta en esta área sea de los bufetes, contratados para oponerse a la nueva interpretación que pretende poner en práctica Hacienda.
Bernal Rodríguez
brodriguez@larepublica.net
Colaboró Johnny Castro
Candado a los casilleros virtuales
Han crecido de forma impresionante a través de Internet
Sin embargo, ya se acabó con la fiesta, según una declaración de ayer del Ministerio de Hacienda, que considera ilegal la importación exonerada mediante los llamados casilleros virtuales.
Este sistema de negocios ha creado una fuerte competencia entre las empresas que lo explotan y las tiendas tradicionales.
Además, el Estado se ha visto afectado, ya que deja de ingresar dinero, cada vez que un costarricense aprovecha este mecanismo.
La perspectiva del Estado es que no existe base legal para la importación exonerada de este tipo, solamente bajo el régimen normal, que la permite, en el caso de un costarricense que físicamente realice un viaje al exterior o reciba un paquete enviado en forma no comercial.
Para efectos de las arcas gubernamentales, cada vez que alguien hace una compra virtual, deja de pagar los aranceles e impuestos que se cobran en una compra nacional.
Los casilleros virtuales han provocado también una reacción negativa entre las empresas tradicionales, que no pueden competir con los precios de los artículos importados.
Los bienes que no pagan impuestos lógicamente son más baratos y esto no es justo para el comerciante nacional que vende productos que sí tienen estas cargas fiscales, aseguró Carlos Federico Monge, gerente de Grupo Monge.
Por otro lado, es casi seguro que la decisión de denegar la exoneración a las compras de afuera, levante un pleito con los casilleros, así como con sus clientes, de los cuales, miles han aprovechado el nuevo sistema.
La intención de no permitir la exoneración, se aplicaría también a las compras por Internet, en las cuales el consumidor escoge lo que quiere de una empresa norteamericana, y le pide al casillero traerlo a Costa Rica.
Actualmente existen más de 80 empresas registradas ante la Dirección General de Aduanas, dedicadas a esta actividad.
Muchas han abierto nuevas sucursales en lo que va del año, con el propósito de dar mejor servicio a sus clientes; en cuanto a su personal, también ha crecido, para las celebraciones de fin de año, cuando se presenta el pico de la actividad.
La empresa Aerocasillas este año ha incrementado 1.500 metros cuadrados en nuevas sucursales, y para la temporada de mayor demanda ha contratado alrededor de 115 puestos temporales.
El caso de JetBox es similar, en estos días espera abrir su sucursal número 15 y cuenta con aproximadamente 100 personas adicionales con las que dará una atención eficiente en estas fechas de mayor actividad.
La importación a través de los casilleros virtuales tiene como principal atractivo el ahorro en el precio del producto, en comparación con lo pagado en el comercio local, gracias a la exoneración en de impuestos y aranceles.
La ley siempre ha permitido al viajero traer a la vuelta, cada seis meses, mercancía hasta el valor de US$500, sin pagar arancel o impuestos.
Actualmente, los casilleros traen el artículo, a nombre del consumidor, sin que la persona salga.
El consumidor solo tiene que hacer la compra a través de Internet y enviar el paquete a la dirección estadounidense asignada.
En cuanto a la legalidad del mecanismo, la posición del Estado es que el costarricense solo puede aprovechar el derecho de importar sin arancel o impuesto, al traer el artículo consigo al regresar de un viaje al exterior o que la encomienda sea hecha entre un familiar que envía el producto a la persona en Costa Rica.
El gobierno está variando un criterio antiguo y con el nuevo se acerca más a la literalidad de la ley y el reglamento de aduanas, aseguró Pilar Meneses, especialista en derecho aduanal del bufete Arias & Muñoz.
Las compras por Internet no pueden gozar de exoneración, porque es una transacción comercial, aseguró Gerardo Bolaños, director de Aduanas.
El crecimiento del fenómeno está afectando los ingresos gubernamentales.
En el caso de la importación de artículos como televisores, reproductores MP3 y proyectores de vídeo, normalmente pagan un arancel del 49%, sobre el valor del producto en tienda.
Dada la posible incertidumbre en la ley, es probable que la siguiente fiesta en esta área sea de los bufetes, contratados para oponerse a la nueva interpretación que pretende poner en práctica Hacienda.
Bernal Rodríguez
brodriguez@larepublica.net
Colaboró Johnny Castro