Campo argentino reanuda conflicto con el gobierno
| Viernes 03 octubre, 2008
Campo argentino reanuda conflicto con el gobierno
Productores suspenderán exportaciones de granos y ganado
Buenos Aires
EFE
Argentina, uno de los mayores productores de alimentos a escala mundial, suspenderá a partir de hoy, viernes, sus exportaciones de granos y ganado vacuno al reanudarse el conflicto entre las patronales agrarias y el Gobierno.
Si bien los organizadores de la quinta huelga comercial del campo en lo que va de año afirmaron que no se repetirán los bloqueos de carreteras de las protestas anteriores, la posibilidad de que vuelva a haber piquetes fue reconocida ayer por dirigentes del sector.
Durante el paro, que se extenderá durante seis días y que ha sido calificado de “político” por el Gobierno, no se comercializarán granos con destino a industrias y a la exportación ni ganado vacuno, a excepción de los que provengan de zonas afectadas por una sequía que en algunas regiones es la peor del último siglo.
“Claramente es el peor momento. La actitud del campo está fuera de lugar y de contexto. Todos deberían colaborar en Argentina para que los efectos de la crisis financiera internacional no nos afecten en demasía”, declaró a Efe el economista Pablo Tigani.
La huelga, convocada por la Federación Agraria, la Confederación Intercooperativa Agropecuaria, las Confederaciones Rurales y la Sociedad Rural, irá acompañada de la instalación el martes próximo de una carpa a las puertas de la sede del Parlamento y de movilizaciones en distintos puntos del país.
El conflicto entre las entidades rurales y el Gobierno se desató en marzo por un plan de impuestos a las exportaciones de soja, maíz, girasol y trigo que finalmente quedó sin efecto después de no ser convalidado por el Legislativo.
Aunque ahora las retenciones se aplican con tasas fijas, los dirigentes agropecuarios se quejan de la falta de respuestas del Ejecutivo a problemas como la sequía, la caída de los precios internacionales de las materias primas y el alza de los costes de producción.
“El Gobierno juega con fuego. Nos encontramos mucho peor que cuando comenzó este conflicto, con costos más altos y precios más bajos, a lo que se sumó la gran sequía”, afirmó el secretario gremial de la Federación Agraria, Omar Barchetta.
En declaraciones a Radio Mitre, el dirigente explicó que “va a haber concentraciones y asambleas” al lado de las rutas, si bien opinó que “si ocurre algún corte de camino es por la bronca que la gente tiene”.
Ante esta posibilidad, las cámaras empresariales del transporte de carga advirtieron de que serán los mismos camioneros quienes bloquearán las carreteras si los productores del campo dificultan su circulación.
“Nuestro ánimo no es cortar las rutas, pero tampoco queremos que nos ocurra lo mismo que pasó en el paro anterior. Nos tuvieron 120 días sin trabajo y a ello se sumó la sequía. Aquí una chispa enciende el fuego”, dijo el gerente de la Federación de Transporte de Cargas de la central provincia de Córdoba, Pablo Trapani.
“Tengo la impresión de que el argentino común no quiere volver a lo mismo”, declaró el jefe de la bancada gubernamental de diputados, Agustín Rossi, en alusión al desabastecimiento y el encarecimiento de alimentos derivados de las anteriores protestas del campo.
Mientras Barchetta sostuvo que las patronales agrarias y el Gobierno no han “discutido absolutamente nada” tras el rechazo legislativo de julio pasado al plan de retenciones, Rossi destacó la “vocación de diálogo” de las autoridades.
El Parlamento, con el voto decisivo del vicepresidente del país y presidente del Senado, Julio Cobos, rechazó el polémico plan tributario para las exportaciones de granos.
Las cuatro huelgas comerciales del sector rural causaron millonarias pérdidas a Argentina y ocasionaron una crisis política que derivó en el relevo del jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
“El enfrentamiento entre el campo y el Gobierno ya se inició en un contexto de crisis y la cuestión fue resuelta en el Congreso, por lo cual lo que se plantea ahora es equivalente a decir: 'vamos por más”, opinó el economista Tigani.
Argentina es el primer exportador mundial de girasol, el segundo de maíz, el tercero de soja y el cuarto de trigo, y ocupa también puestos de relevancia en el comercio global de derivados (aceites y harinas) de estos granos.
Productores suspenderán exportaciones de granos y ganado
Buenos Aires
EFE
Argentina, uno de los mayores productores de alimentos a escala mundial, suspenderá a partir de hoy, viernes, sus exportaciones de granos y ganado vacuno al reanudarse el conflicto entre las patronales agrarias y el Gobierno.
Si bien los organizadores de la quinta huelga comercial del campo en lo que va de año afirmaron que no se repetirán los bloqueos de carreteras de las protestas anteriores, la posibilidad de que vuelva a haber piquetes fue reconocida ayer por dirigentes del sector.
Durante el paro, que se extenderá durante seis días y que ha sido calificado de “político” por el Gobierno, no se comercializarán granos con destino a industrias y a la exportación ni ganado vacuno, a excepción de los que provengan de zonas afectadas por una sequía que en algunas regiones es la peor del último siglo.
“Claramente es el peor momento. La actitud del campo está fuera de lugar y de contexto. Todos deberían colaborar en Argentina para que los efectos de la crisis financiera internacional no nos afecten en demasía”, declaró a Efe el economista Pablo Tigani.
La huelga, convocada por la Federación Agraria, la Confederación Intercooperativa Agropecuaria, las Confederaciones Rurales y la Sociedad Rural, irá acompañada de la instalación el martes próximo de una carpa a las puertas de la sede del Parlamento y de movilizaciones en distintos puntos del país.
El conflicto entre las entidades rurales y el Gobierno se desató en marzo por un plan de impuestos a las exportaciones de soja, maíz, girasol y trigo que finalmente quedó sin efecto después de no ser convalidado por el Legislativo.
Aunque ahora las retenciones se aplican con tasas fijas, los dirigentes agropecuarios se quejan de la falta de respuestas del Ejecutivo a problemas como la sequía, la caída de los precios internacionales de las materias primas y el alza de los costes de producción.
“El Gobierno juega con fuego. Nos encontramos mucho peor que cuando comenzó este conflicto, con costos más altos y precios más bajos, a lo que se sumó la gran sequía”, afirmó el secretario gremial de la Federación Agraria, Omar Barchetta.
En declaraciones a Radio Mitre, el dirigente explicó que “va a haber concentraciones y asambleas” al lado de las rutas, si bien opinó que “si ocurre algún corte de camino es por la bronca que la gente tiene”.
Ante esta posibilidad, las cámaras empresariales del transporte de carga advirtieron de que serán los mismos camioneros quienes bloquearán las carreteras si los productores del campo dificultan su circulación.
“Nuestro ánimo no es cortar las rutas, pero tampoco queremos que nos ocurra lo mismo que pasó en el paro anterior. Nos tuvieron 120 días sin trabajo y a ello se sumó la sequía. Aquí una chispa enciende el fuego”, dijo el gerente de la Federación de Transporte de Cargas de la central provincia de Córdoba, Pablo Trapani.
“Tengo la impresión de que el argentino común no quiere volver a lo mismo”, declaró el jefe de la bancada gubernamental de diputados, Agustín Rossi, en alusión al desabastecimiento y el encarecimiento de alimentos derivados de las anteriores protestas del campo.
Mientras Barchetta sostuvo que las patronales agrarias y el Gobierno no han “discutido absolutamente nada” tras el rechazo legislativo de julio pasado al plan de retenciones, Rossi destacó la “vocación de diálogo” de las autoridades.
El Parlamento, con el voto decisivo del vicepresidente del país y presidente del Senado, Julio Cobos, rechazó el polémico plan tributario para las exportaciones de granos.
Las cuatro huelgas comerciales del sector rural causaron millonarias pérdidas a Argentina y ocasionaron una crisis política que derivó en el relevo del jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
“El enfrentamiento entre el campo y el Gobierno ya se inició en un contexto de crisis y la cuestión fue resuelta en el Congreso, por lo cual lo que se plantea ahora es equivalente a decir: 'vamos por más”, opinó el economista Tigani.
Argentina es el primer exportador mundial de girasol, el segundo de maíz, el tercero de soja y el cuarto de trigo, y ocupa también puestos de relevancia en el comercio global de derivados (aceites y harinas) de estos granos.