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Caja sana

Oscar Rodriguez orodriguez@larepublica.net | Martes 30 octubre, 2012




Medidas propuestas mejorarían atención a pacientes
Caja sana
Reforma será un fracaso, dicen sindicalistas

Un ahorro de hasta $70 millones al año tendría la Caja con el proceso de reestructuración que comenzará en 2013.
La remodelación será buena para los pacientes porque mejoraría la atención. Pero una amenaza a los trabajadores, porque incluye reducción de plazas y de privilegios.
En lo que se refiere a las reformas de la Caja Costarricense de Seguro Social, el propósito es llegar a un proceso en que los gastos no crezcan más que los ingresos.
Las medidas para sanear las finanzas de la institución pública más grande de Centroamérica, han sido propuestas por los gerentes de la Caja en las últimas semanas.
El plan final será revisado y aprobado en diciembre próximo, e implementado a partir de 2013 en toda la institución.
El objetivo es no realizar gastos en exceso del presupuesto, que solo para el primer semestre ascendieron a $35 millones, así que las pérdidas anuales alcanzarían más o menos el doble de este monto.
El trabajo de reducir la cantidad de burócratas será más drástico en oficinas centrales, donde creció en un 40% el personal administrativo en los últimos siete años.
Actualmente, trabajan más de 5 mil personas y el objetivo es disminuirlo en no menos de la mitad.
Esas personas tendrían la opción de trasladarse voluntariamente a otras oficinas, si no la Caja las moverá de forma obligatoria, o podría despedirlas tras una indemnización.
Luego seguirá la revisión de la eficacia de los empleados en el resto de la Caja.
Por otra parte, la zocada de faja usaría eficazmente el dinero que mes a mes paga usted como trabajador o patrono a la seguridad social.
Además de mejorar la atención de los pacientes, porque con el ahorro se invertiría en nuevo equipo.
A su vez, el hecho de que haya menos oficinistas, implica la posibilidad de contratar más médicos, lo cual será mejor para los usuarios de la institución.
Sin embargo, significará una confrontación entre la Caja y sus trabajadores.
De hecho, los principales dirigentes sindicales dan por un hecho que el proceso será un fracaso y usarían medidas de presión como las huelgas para evitarlo.
Los cambios más polémicos son salariales y plazas. No habrá ningún nuevo plus al sueldo porque es el principal disparador del gasto en la Caja.
Cada año la institución paga más de 50 diferentes incentivos a los casi 50 mil funcionarios que cuestan más de $500 millones, como anualidades, y dedicación exclusiva, y muchos más.
Asimismo las próximas alzas salariales serán solo por costo de la vida. Se eliminan los incrementos extra, como en años anteriores.
Otra de las medidas crearía nuevos horarios de atención médica.
Actualmente los doctores en un hospital público tienen solo un horario de trabajo y las horas que laboran de más se contabilizan como pago extraordinario.
El problema es que hay médicos especialistas que ganan, solo por extras, hasta ¢5 millones mensuales, sin contabilizar el resto de pluses.
Por tiempos extraordinarios la Caja presupuestó pagar, durante este año, más de $200 millones.
Con el plan habrá tres turnos médicos y cada profesional laboraría solo ocho horas.
Con el dinero ahorrado en horas extras se podrá contratar más médicos.


Oscar Rodríguez
orodriguez@larepublica.net






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