Brown y Merkel se verían empujados a rescate financiero
| Miércoles 01 octubre, 2008
Brown y Merkel se verían empujados a rescate financiero
París -- Los políticos europeos están recibiendo una lección sobre las consecuencias del orgullo.
Una semana después de criticar a Estados Unidos por permitir que a sus bancos se les acabara el dinero y de resistirse a los llamados a establecer sus propios mecanismos de rescate, líderes europeos rescataron el lunes a bancos de Bélgica y Alemania, y Dexia SA de Reino Unido recibió ayer ayuda de Francia y Bélgica, mientras que el Gobierno de Irlanda dijo que garantizará los depósitos bancarios y la deuda por dos años.
La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro de Reino Unido, Gordon Brown, podrían verse obligados a asumir una estrategia integral similar a la que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, y el presidente de la Reserva Federal, Ben S. Bernanke, están intentando que el Congreso apruebe. Los estadounidenses optaron por un paquete amplio luego de que los intentos previos de lidiar con la crisis de cada institución financiera individualmente fracasaron.
“Los dioses de los mercados castigan a quienes fueron arrogantes”, dijo Marc Chandler, director mundial de estrategia cambiaria en Brown Brothers Arriman & Co. en Nueva York. “Europa ha fustigado a Estados Unidos, y ahora se está dando cuenta de que tiene sus propios problemas”.
“Los estadounidenses no tienen otra opción. Debemos hallar una solución integral”, dijo ayer el miembro del consejo del Banco Central Europeo Christian Noyer a radio RTL. “Cuento con que se presentará una solución muy pronto”.
Los inversores venderán acciones de los bancos del continente y mantendrán los costes de financiación elevados si los líderes no coordinan una solución, dijo en Londres Lena Komileva, economista de Tullett Prebon Plc, el segundo intermediario de transacciones entre bancos.
“La experiencia estadounidense deberá enviar una señal clara a Europa de que es necesario un plan de contingencia”, dijo Komileva. “El hecho de que todavía no haya uno centrará a los inversores en la vulnerabilidad de la economía y el sistema financiero de Europa”.
Cuando Paulson pidió a los líderes europeos el 21 de septiembre hacer “cosas similares” a las que él estaba haciendo con el paquete de rescate, la respuesta no fue entusiasta.
Peer Steinbrueck, ministro de Finanzas de Alemania, dijo que Estados Unidos perdería su estatus como la “superpotencia del sistema financiero mundial” y que el modelo “anglosajón” de banca tenía una “fijación exagerada en los rendimientos”. El presidente francés Nicolas Sarkozy denunció que un “sistema frenético” desencadenó la crisis en Nueva York el 23 de septiembre, y el ministro de Finanzas de Reino Unido, Alistair Darling, dijo que la situación requería “no una reacción automática, sino una respuesta medida”.
“La retórica europea está teniendo un efecto contraproducente ahora que su propio sistema bancario se encuentra bajo presión”, dijo Marco Annunziata, economista jefe de Unicredit MIB en Londres.
París -- Los políticos europeos están recibiendo una lección sobre las consecuencias del orgullo.
Una semana después de criticar a Estados Unidos por permitir que a sus bancos se les acabara el dinero y de resistirse a los llamados a establecer sus propios mecanismos de rescate, líderes europeos rescataron el lunes a bancos de Bélgica y Alemania, y Dexia SA de Reino Unido recibió ayer ayuda de Francia y Bélgica, mientras que el Gobierno de Irlanda dijo que garantizará los depósitos bancarios y la deuda por dos años.
La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro de Reino Unido, Gordon Brown, podrían verse obligados a asumir una estrategia integral similar a la que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, y el presidente de la Reserva Federal, Ben S. Bernanke, están intentando que el Congreso apruebe. Los estadounidenses optaron por un paquete amplio luego de que los intentos previos de lidiar con la crisis de cada institución financiera individualmente fracasaron.
“Los dioses de los mercados castigan a quienes fueron arrogantes”, dijo Marc Chandler, director mundial de estrategia cambiaria en Brown Brothers Arriman & Co. en Nueva York. “Europa ha fustigado a Estados Unidos, y ahora se está dando cuenta de que tiene sus propios problemas”.
“Los estadounidenses no tienen otra opción. Debemos hallar una solución integral”, dijo ayer el miembro del consejo del Banco Central Europeo Christian Noyer a radio RTL. “Cuento con que se presentará una solución muy pronto”.
Los inversores venderán acciones de los bancos del continente y mantendrán los costes de financiación elevados si los líderes no coordinan una solución, dijo en Londres Lena Komileva, economista de Tullett Prebon Plc, el segundo intermediario de transacciones entre bancos.
“La experiencia estadounidense deberá enviar una señal clara a Europa de que es necesario un plan de contingencia”, dijo Komileva. “El hecho de que todavía no haya uno centrará a los inversores en la vulnerabilidad de la economía y el sistema financiero de Europa”.
Cuando Paulson pidió a los líderes europeos el 21 de septiembre hacer “cosas similares” a las que él estaba haciendo con el paquete de rescate, la respuesta no fue entusiasta.
Peer Steinbrueck, ministro de Finanzas de Alemania, dijo que Estados Unidos perdería su estatus como la “superpotencia del sistema financiero mundial” y que el modelo “anglosajón” de banca tenía una “fijación exagerada en los rendimientos”. El presidente francés Nicolas Sarkozy denunció que un “sistema frenético” desencadenó la crisis en Nueva York el 23 de septiembre, y el ministro de Finanzas de Reino Unido, Alistair Darling, dijo que la situación requería “no una reacción automática, sino una respuesta medida”.
“La retórica europea está teniendo un efecto contraproducente ahora que su propio sistema bancario se encuentra bajo presión”, dijo Marco Annunziata, economista jefe de Unicredit MIB en Londres.