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Brasil no perderá oportunidad de ser un país desarrollado

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Jueves 03 febrero, 2011




Brasil no perderá oportunidad de ser un país desarrollado

Dilma Rousseff, presidenta brasileña, presentó ayer su primer mensaje al Congreso nacional, reiteró su compromiso con la disciplina fiscal y económica y aseguró que Brasil “no perderá la oportunidad de llegar a ser un país desarrollado”.
Ante el pleno de las Cámaras del Senado y de Diputados, Rousseff afirmó que, con los avances económicos y sociales experimentados desde 2003, durante la gestión de su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, se han creado “todas las condiciones” para hacer de Brasil un país “económicamente desarrollado y socialmente justo”.
Subrayó que Brasil “crece hoy a tasas sustentables” y tiene “un mercado interno fortalecido”, pero también mantiene una “deuda” con una masa de cerca de 25 millones de personas que todavía viven en la pobreza extrema y que deben ser incorporados a “los beneficios del desarrollo social y económico”.
En ese sentido, reiteró el que fue su principal compromiso al recibir el cargo de manos de Lula, que es encarar un “combate firme y decisivo” contra la miseria.
“Brasil no puede aceptar más que millones de personas sigan viviendo en la miseria, sin la alimentación necesaria y sin techo”, sostuvo la jefa de Estado, quien consideró “inadmisible” que en un país que cada año produce cientos de miles de toneladas de alimentos “todavía haya gente que pasa hambre”.
Según Rousseff, la “superación de esa pobreza extrema y la creación y ampliación de oportunidades para todos los brasileños no será dada por la mera voluntad, sino que será la consecuencia natural de políticas macroeconómicas consistentes y capaces de sostener el actual crecimiento económico”, que está en torno al 5%.
Recordó que, gracias a la disciplina fiscal, al control de la inflación y a la estabilidad económica consolidada, unos 28 millones de brasileños salieron de la pobreza extrema desde el año 2003.
“La estabilidad económica debe ser vista como un valor absoluto”, pues es lo que sentará las bases de la justicia económica y social “para todos los brasileños”, afirmó.
Asimismo, reiteró que su Gobierno “no permitirá bajo ninguna hipótesis que la inflación vuelva a corroer el tejido económico” del país y “penalizar así a los más pobres”, que estarán en el “centro” de todas las políticas públicas durante su gestión.

Brasilia
EFE







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